DEBATE
El fantasma del fracking que recorre el Magdalena Medio
Temor, desconfianza y desconocimiento reinan entre los habitantes de Barrancabermeja y Puerto Wilches, en Santander, y San Martín, en Cesar, en donde se desarrollarían los proyectos piloto integrales de investigación. Esos territorios tienen una alta deuda ambiental y, salvo Barranca, carecen de servicios básicos. Así viven y esto piensan quienes están en medio de una de las decisiones más polémicas del Gobierno nacional en materia ambiental.
El 29 de abril cumplirá 102 años la primera extracción petrolera realizada en Colombia. Fue un lunes, a las ocho de la mañana, en el corregimiento El Centro, de Barrancabermeja, cuando los trabajadores de la Tropical Oil Company extrajeron de las profundidades de la tierra el oro negro que marcaría el destino de esa ciudad y del Magdalena Medio.
Aquel día esa zona de Santander cambió su vocación. Muchos labriegos y pescadores abandonaron sus azadones y atarrayas para irse a trabajar a las recién llegadas petroleras. Tanto que hoy el 70 % de la economía de Barrancabermeja depende directamente de este sector, según el indicador de importancia económica municipal del Dane.
El agro sintió el impacto. De las 134.921 hectáreas de ese municipio, solo usan 16.495 para cultivar, conforme con el Tercer Censo Nacional Agropecuario. Por ello, según el Dane, los 210.729 habitantes traen de otros municipios gran parte de los alimentos que consumen.
Pero el medioambiente ha sido el más golpeado. La contaminación del aire, el suelo y las fuentes hídricas es alarmante, de acuerdo con diversos estudios. Uno realizado por la Universidad de Cartagena sobre la toxicidad de la ciénaga Miramar en 2014 descubrió una alta concentración de hidrocarburos aromáticos polinucleares, considerados cancerígenos, al igual que elevados niveles de plomo, mercurio y níquel en sus sedimentos.
Para muchas comunidades el esperado desarrollo llegó a medias y la industria petrolera sigue en deuda. De ahí que haya voces a favor y en contra de la iniciativa del Gobierno de adelantar los proyectos piloto integrales de investigación (PPII) de yacimientos no convencionales (YNC) con la técnica de fracking, en dos de las zonas con mayor potencial: el valle medio del Magdalena y la cuenca Cesar-ranchería (ver mapa).
El Ministerio de Minas avanza en cumplir los lineamientos establecidos en el decreto que regula los pilotos, recomendados por una comisión de expertos nombrada para ello y avalados por el guiño del Consejo de Estado. Mientras tanto, organizaciones ambientalistas y líderes políticos opuestos a esta práctica se movilizan y preparan acciones judiciales para frenar su puesta en marcha.
María Fernanda Suárez, ministra de Minas, ha señalado que solo los pilotos permiten tomar una decisión responsable, basada en el conocimiento científico y no en argumentos apasionados. Entretanto, la Contraloría General ha advertido sobre los riesgos de esta técnica, y aduce falta de capacidad institucional, estudios científicos y licenciamiento social.
Así viven los tres municipios en donde muy probablemente se harán los pilotos de fracking (Barrancabermeja, Puerto Wilches y San Martín).