No adaptarse al cambio climático, principal riesgo de las empresas en el mundo
El Informe Global de Riesgos para 2020 del Foro Económico Mundial alerta sobre la necesidad de enfrentar las consecuencias asociadas al cambio climático. De no hacerlo, el costo para las compañías más grandes del mundo superaría un billón de dólares.
El Informe Global de Riesgos del Foro Económico Mundial muestra el preocupante avance de las consecuencias del cambio climático para la humanidad. Llama la atención en particular el impacto que ya vive el planeta por el aumento de la temperatura. En efecto, abarca el deterioro de los ecosistemas, el riesgo para la vida humana y los efectos sociales y económicos que pueden ampliar las brechas entre las grandes economías y los países más pobres.
Según el reporte, los Gobiernos, las empresas y la sociedad tienen un alto riesgo de fracasar en la mitigación y adaptación al cambio climático. De hecho, es el riesgo número uno por impacto y el número dos por probabilidad, como determinaron más de 750 expertos y tomadores de decisiones, que clasificaron sus preocupaciones en términos de ambos factores en una escala de 1 a 5.
Por esto, el foro plantea el desafío urgente y existencial de mitigar y adaptarse al cambio climático durante los próximos diez años.
El riesgo que lidera la agenda
En la edición número 15 de este informe, por primera vez los riesgos ambientales superan a los demás en probabilidad en un periodo de diez años. Los fenómenos meteorológicos extremos, el fracaso en la respuesta al cambio climático, los daños provocados por el ser humano, los impactos por la pérdida de biodiversidad y las graves catástrofes naturales constituyen la agenda que deberían tener en cuenta las naciones.
El reporte presenta a 2020 como un año crítico y decisivo para la toma de decisiones. Estas, por un lado, deben acelerar la reducción de emisiones contaminantes y, por otro, aumentar los recursos destinados a planes y medidas de adaptación al cambio climático.
El análisis muestra que los jóvenes parecen los más preocupados por esta situación. Quienes nacieron desde 1980 dieron una calificación más alta a los riesgos ambientales a corto y largo plazo, frente a otros encuestados. El 90 % de este grupo considera que el impacto de la contaminación, la destrucción de los ecosistemas y las olas de calor extremo empeorarán durante 2020. De cara al futuro, los jóvenes creen que en la próxima década los riesgos ambientales implicarán consecuencias más catastróficas.
Los gobiernos, los mercados y cada vez más sociedades entienden que el cambio climático “está golpeando más fuerte y más rápido de lo que muchos esperaban”. Pero el informe también alerta sobre la imposibilidad de prever sus efectos, pues “la complejidad del sistema climático significa que todavía se desconocen algunos impactos”.
Los ecosistemas están en riesgo y la pérdida de biodiversidad conduce a las sociedades, las economías y a la salud misma de la Tierra a un abismo de consecuencias irreversibles.
Deforestación, amenaza sin precedentes
Una de las principales causas del cambio climático es la deforestación. Así como el daño de los arrecifes de coral está relacionado con el aumento de inundaciones, la deforestación incrementa las probabilidades de sequías e incendios. Resulta preocupante que mientras desde 2011 la producción mundial de metales, minerales, combustibles fósiles y biomasa ha aumentado en más de 20 %, en ese mismo periodo ha sido deforestada un área más grande que México.
Además, la deforestación, junto con la agricultura y la ganadería, produce casi una cuarta parte de las emisiones contaminantes mundiales.
La tala de bosques tiene un impacto grave en los insectos. La investigación cita un estudio reciente según el cual la cantidad de esos invertebrados ha disminuido 40 % durante las últimas décadas. La grave situación que vive la Amazonia también ocupa un espacio importante en el reporte, pues allá vive, al menos, el 10 % de las especies terrestres.
En los últimos 50 años, esta región ha perdido aproximadamente 17 % de su superficie. De igual manera, las tasas de deforestación han aumentado considerablemente desde 2012. Los científicos señalan que si este bosque perdiera entre 20 % y 25 %, la Amazonia podría llegar a un punto de inflexión que desataría un ciclo de sequías e incendios imposible de detener.
El sector económico, un aliado
El Informe Global de Riesgos además destaca el reto que enfrentan las compañías, pues deben empezar a considerar los desafíos asociados a amenazas externas y los planes para que las organizaciones puedan hacerles frente. Así mismo, los resultados del estudio permiten identificar oportunidades de crecimiento ante las nuevas realidades que genera el cambio climático.
Datos de las agencias federales estadounidenses indican que, para finales de este siglo, el impacto económico relacionado con el clima podría representar el 10 % del producto interno bruto de ese país. En otros cálculos, 200 de las empresas más grandes del mundo estimaron que el cambio climático podría costarles alrededor de un billón de dólares.
El Foro Económico Mundial señala que los países experimentarán pérdidas desiguales. Así, las grandes economías sentirán el mayor costo económico, mientras las más pequeñas y pobres sufrirán el mayor riesgo de muerte y otros efectos no económicos.
A pesar de esa realidad, la organización también reconoce que en medio de los riesgos por la crisis climática existen “oportunidades económicas significativas” para las empresas, siempre y cuando implementen las estrategias correctas.
Uno de los aspectos positivos tiene que ver con que muchas compañías ya empiezan a implementar evaluaciones del perfil de riesgo físico y de posibilidades de transición de cara al riesgo climático.
Identificar y evaluar con rigor las condiciones actuales de las empresas ante el panorama de riesgos puede significar oportunidades de innovación comercial. Posteriormente, esta información servirá para revisar y mejorar los planes de prevención y respuesta ante tales riesgos. Eso enriquecerá el proceso de toma de decisiones y respuesta ante posibles crisis asociadas al cambio climático.