Práctica y más práctica
Poco tiempo en clases virtuales complementado con actividades lúdicas en plataformas y aplicaciones. Esa es la recomendación de Laura Cristina Gómez, profesora de un colegio privado de Manizales: “Una clase se vuelve monótoma y aburrida si el docente se la pasa todo el tiempo en la pizarra”. La maestra cuenta que esta estrategia ha tenido una acogida positiva entre sus alumnas: “Ellas se meten, realizan sus exámenes breves y los resultados nos llegan de inmediato a la plataforma. Se han adaptado muy bien a estas plataformas”. Gómez menciona que su institución estableció unas normas para utilizar las plataformas para las clases: “Solo se comparte pantalla cuando el docente lo requiere, incluso se bloquea esta opción de ser necesario, al igual que el chat para evitar distracciones. No se trata de impedirles, sino de que la clase funcione”. También sostiene que es útil adelantar el material de las próximas clases para que los estudiantes entren en contexto y asuman un papel proactivo: “Esto permite que adquieran criterio. Al conocer los temas con antelación pueden indagar y sostener un diálogo con los profesores de tal forma que el conocimiento se produzca en conjunto”.