Accesibilidad y resistencia de materiales contra fuego
El espesor, densidad, constitución química, ensamble y aislantes de los materiales constructivos son aspectos vitales para determinar su efectividad.
Cuando se habla de incendios es necesario analizar la afectación que estos producen en el ser humano, en este sentido, juega un papel protagónico el desempeño que tienen los materiales y estructuras de esa edificación alcanzada por el fuego.
Por ejemplo, en el caso de Costa Rica, según estadísticas del Cuerpo de Bomberos, en el 2015 (último año disponible) se presentaron 171 incendios que afectaron a más de mil personas, con un saldo de 12 vidas perdidas, y que consumieron más de 34.000 m2 de área construida. Aunque es poco lo que se pueda hacer ante una situación de este tipo, es importante tomar todas las precauciones posibles para disminuir el impacto; especialmente porque las estadísticas no reflejan el dolor de quienes pierden un ser querido o pierden su casa. Esto es especialmente importante si se toma en cuenta que del total de incendios del 2015, un 62,6% se dio en casas de habitación (ver recuadro).
Por ello la prevención es determinante si de disminuir riesgos se trata. Es aquí, donde los materiales constructivos tienen mucho que aportar y pueden hacer una gran diferencia entre el nivel de afectación. Detenerse a analizar las características de cada uno de ellos es una práctica propia del modelo de construcción responsable en el que intervienen muchos actores de la cadena decisiva.
Al hablar de materiales constructivos resistentes al fuego, nos referimos a todas aquellas tecnologías y ensambles constructivos que tienen la capacidad de retardar el paso del fuego y el calor a través de un cerramiento, para contribuir a los procesos de evacuación o rescate y generar el menor impacto posible en las personas, pero, además, que esas estructuras permitan el ingreso de los Cuerpos de Bomberos con el mínimo riesgo posible de colapso de la edificación.
Es obligatorio tomar con seriedad la selección de los materiales y que estos cumplan con las normas como UL, ASTM E 119, ASTM E 84 y ASTM E 136.
Ahora, un material que se considera resistente al fuego, es aquel cuya composición le da las características para ser más resistente a las llamas. Su espesor, densidad, constitución química, geometría del ensamble, tipo de estructura, uso de aislantes; son algunas de las muchas variables que intervienen en el desempeño y podrían generar una propagación acelerada de un incendio o por el contrario evitar el avance acelerado.
En el mercado existen tecnologías como el fibrocemento que tienen características y atributos ventajosos sobre otro tipo de materiales pues son incombustibles y con algunas de sus presentaciones se puede lograr los ensambles exigidos por estrictas certificaciones. Por eso, es obligatorio tomar con seriedad la selección de qué tipo de materiales serán usados para construir una obra y que deberían de cumplir con las normas como UL, ASTM E 119, ASTM E 84 y ASTM E 136, que miden comportamiento de incombustibilidad, resistencia al fuego.
Eso sí, al construir con un material incombustible, es importante elegir estructuras que cumplan las mismas características para garantizar el buen funcionamiento de la edificación. Normalmente se usa estructura metálica de bajo calibre galvanizada con el espesor o calibre según determine el diseño, esto permite aumentar la incombustibilidad.
Hay elementos complementarios que aumentan la seguridad de un inmueble, por ejemplo, el uso de aislamientos térmicos y retardantes en las paredes, el diseño y construcción de sistemas anti fuego (aspersiones de agua, sensores de humo, extintores, salidas de emergencia, escaleras, depósitos de agua, etc.), todos ellos clave cuando se trata de preservar la vida y la seguridad de las personas.
Los sistemas de fibrocemento, tienen una resistencia al fuego de entre una y dos horas, lo cual habla de una alta capacidad que permitiría la evacuación segura de quienes se vean expuestos a una situación de riesgo.