Soluciones para blindar las edificaciones contra rayos
Desde puntas captadoras, hasta soluciones ionizantes. El mercado amplía las opciones para proteger los equipos del incremento en descargas eléctricas.
Desde puntas captadoras, hasta soluciones ionizantes. La oferta de opciones en pararrayos aumenta en el mercado.
Un estudio de la Universidad de California en Estados Unidos revelaba a finales del 2014 que el cambio climático podría provocar un aumento del 50% en el número de tormentas a finales de siglo, lo cual sin duda incrementaría a su vez la frecuencia de los relámpagos y las descargas eléctricas sobre el planeta. La misma predicción indicaba que solo en el territorio continental de Estados Unidos, la cantidad de rayos que caen en el año aumentaría también un 50%.
La situación también tiene sus consecuencias en la región centroamericana y el Caribe, donde la cantidad de de descargas atmosféricas y de potencia ha incrementado considerablemente. Cada año, miles de descargas atmosféricas se originan en todos los países del área, lo que en ocasiones genera problemas en proyectos residenciales, comerciales e industriales pues se dañan aparatos o instalaciones eléctricas.
Ante esta situación, el mercado ha optado por desarrollar y comercializar distintos sistemas como los pararrayos, que ayudan a mitigar dicha problemática.
Actualmente, los tipos de pararrayos que se encuentran disponibles son las tecnologías convencionales conocidas como punta franklin o puntas captadoras y las soluciones ionizantes, llamadas dispositivos de cebado.
Según indicó el Ing. Fabio Coto de la División de Proyectos Especiales del Eléctrico, después del pararrayos convencional, la única tecnología debidamente normalizada y aceptada internacionalmente es la ionizante.
“El pararrayos con dispositivo de cebado se encuentra debidamente probado, certificado por laboratorios internacionales, y normalizado en varios países para su correcto uso e instalación”, explicó Coto.
Asimismo, mencionó que la principal norma con la que se cuenta para estos sistemas viene de Francia. Es la NFC 17-102, (Protección de Estructuras y Zonas Abiertas contra
Los tipos de pararrayos que se encuentran disponibles son las tecnologías convencionales conocidas como punta franklin o puntas captadoras y las soluciones ionizadas.
la Caída de Rayos mediante Pararrayos con Dispositivo de Cebado), actualmente en su edición 2011.
Por su parte, Carlos Alvarado encargado de anteproyectos de Grupo Mecsa, el mercado también se cuenta con la tecnología desionizante que evita la formación de las descargas eléctricas hacia ciertos lugares, por medio de la desionización del aire.
Uno de los sistemas de este tipo disponible en la región es el “Rayos No”, que cuenta con 14 años de estar en el mercado mundial y el considerado como el mayor avance tecnológico en esta materia.
Por su parte, William Torrentes, gerente general de D´Castro & Torrentes, propone como última tecnología en pararrayos para utilizar en proyectos residenciales, comerciales e industriales los sistemas denominados “Inhibidores de Rayos Aéreos PSDA” (Pararrayos Supresor de Descargas Atmosféricas) de estado sólido.
“Su principio de funcionamiento es por desionización del ambiente, anulando el canal trazador nube-tierra, protegiendo hasta por un radio de los 100 metros (200 metros de diámetro)”, explicó Torrentes.
En el mercado también existen soluciones como las de Schneider Electric que permiten la protección de la instalación eléctrica de los edificios o plantas industriales para que no se vean afectadas por sobrecargas eléctricas. Además, están los UPS, que funcionan para conectar directamente aparatos sensibles para que no sufran daños.
Características de los sistemas
Las tecnologías desionizantes PSDA son aparatos de estado sólido, no consumen energía de ningún tipo, no son radiactivos, amigables con el ambiente y producen micro descargas a tierra de 0,3 amperios máximo.
Por su parte, los sistemas “Rayos No” tienen un radio de cobertura de 100 metros de acuerdo a las especificaciones técnicas del punto A4 de la norma IEC-62305(1). Es fabricado en aluminio y PVC, tiene un peso aproximado de 7,5 kg y cuenta con una garantía real por escrito de 10 años.
En cuanto a las soluciones para protección de instalaciones eléctricas, Fernando Escalante director de la unidad de negocio de TI para Schneider Electric Centroamérica explicó que, para la residencia puede ser con capacidad para 22kA o 50kA y para los grandes edificios o industrias de 240kA.
Asimismo, indicó que para aquellos aparatos electrónicos donde además se requiera tener respaldo de energía cuando se va la electricidad se debe instalar una UPS.
“Por ejemplo, en una sala de TV para conectar una pantalla plana, el DVR y un videojuego se recomiendan una UPS de al menos 650VA o una de 350VA para proteger una computadora y su monitor”, explicó Escalante.
Proceso de instalación
En cuanto al proceso de instalación de un pararrayo ya sea del tipo ionizante o desionizante, la colocación debe de ser en lugares en altura por medio de un mástil o torre según sea el caso.
De acuerdo con el Ing. Coto del Eléctrico, estas tecnologías tendrán que ser el punto más alto en el sitio a proteger, ya que su función es la de captar la de la corriente del rayo que desciende. Es importante cumplir este aspecto para
A finales del siglo, el planeta vivirá un incremento del 50% en el número de tormentas y descargas eléctricas.
poder garantizar el radio de protección para el que está construido.
Además, explicó que el cable deberá ser especial para sistemas de pararrayos, pues no cualquier tipo de cable cumple con lo necesario para poder conducir de forma segura la corriente producida por un rayo.
“Este cable deberá ser trenzado, de alta disipación de calor y siempre estar desnudo en todo su recorrido, haciendo contacto directo con la estructura del edifico y con cualquier elemento metálico en las cercanías de su recorrido. De esta forma se obtiene una adecuada equipotencialidad del sistema”, aseguró Coto.
Otros de los puntos importantes es que este debe terminar en una malla de puesta a tierra, conformada por tres o más varillas. La forma y distribución de las mismas dependerá de las condiciones del suelo.
“Lo más importante es que se cumpla lo solicitado por la norma NFC 17-102, donde se establece que la resistencia de esta puesta a tierra deberá ser inferior a los 10 ohmios”, indicó Coto.
En cuanto a soluciones de protección para instalaciones eléctricas y las UPS, Escalante comentó que los supresores se instalan en la entrada eléctrica de los edificios y las UPS se conectan al tomacorriente y a él los aparatos. Para UPS de mayores capacidades, estas se alimentan de un tablero de distribución eléctrica.
¿Cómo es el mantenimiento?
Según los expertos, para las tecnologías ionizante el mantenimiento consiste en una revisión del dispositivo de cebado interno, el cual se realiza mediante un probador propietario del fabricante, cuya función es la de dar una indicación sobre el estado de los componentes internos; de esta forma se comprueba su correcto funcionamiento.
Posterior a esto, es importante hacer una revisión al cable bajante, para comprobar su correcta continuidad y corregir cualquier posible desperfecto. Al igual que el resto de componentes del sistema, como gazas, soportes, mástil, conectores y cualquier otro elemento de sujeción que hayan podido llegar a deteriorarse, soltarse o perderse con el tiempo.
“Esto se debe realizar con un instrumento apropiado para medir la resistencia de una malla de puesta a tierra, ya sea con el método de los tres puntos u otro método conocido, y que permita confirmar que la malla se encuentra dentro de los valores de ohmeaje esperados, esto es, por debajo de los 10 ohmios siempre”, explicó Coto.
Para las tecnologías desionizantes como el “Rayos No”, Alvarado indicó que se le debe realizar un mantenimiento anual como mínimo, el mismo debe ser realizado por un ente homologado por el fabricante.
“El procedimiento de mantenimiento es importante para el cumplimiento de las garantías, y consiste en pruebas de continuidad, de verificación de transferencias de cargas y de resistencia de la puesta a tierra, para garantizar que el equipo funciona de forma óptima”, explicó Alvarado.
En el caso de sistema PSDA, se le deben realizar mantenimientos preventivos anuales a los accesorios de instalación y montaje. El aparato “per se” es libre de mantenimiento. Asimismo, inspección anual y mediciones de resistencia en las instalaciones de puesta a tierra (menor a 10 Ω), para su correcto funcionamiento.
En cuanto a los supresores, Escalante mencionó que estos tienen un indicador de funcionamiento que mide su vida útil. Hay que estar atento a que su conexión sea la adecuada y que ese indicador se mantenga encendido (normalmente es una luz piloto).
Además, mencionó que si esa luz se apaga significa que el supresor cumplió su vida útil, que va a depender de la frecuencia y magnitud de las variaciones de voltaje a las que esté expuesto”, comentó el representante de Schneider Electric.