Sesión Uno Issey Miyake Texto: Michele De Lucchi
Issey Miyake es tranquilo y sabio. Te mira a la cara, pero ve más allá. Te hace sentir admiración por él, lo suficiente como para ser respetado, pero no para mantenerte a distancia. Esto es simplemente porque también expresa un gran respeto y rápidamente manifiesta sorpresa y admiración. Trabaja e involucra mucho a otros: colegas, diseñadores, fotógrafos, diseñadores gráficos, arquitectos; todas las personas creativas que lo rodean.
Posee una superior cultura de la imagen, que le permite distinguir inmediatamente lo nuevo esperado de lo impredecible.
Issey Miyake no es por cierto un diseñador de moda, ni un modisto, ni un sastre, ni alguien que produce ropa; aunque es conocido en el mundo de la moda. Lo que hace no tiene nada que ver con las estaciones, los colores, las telas del momento, las tendencias y todos esos aspectos que los productores de ropa mantienen constantemente bajo su control para no perder el contacto con sus consumidores. Así como es difícil imaginar a un sabio agitado y estresado, es igualmente difícil imaginar a este caballero japonés preocupándose por la evolución del gusto y analizando la evolución de los estilos de vida mes tras mes. Esto se debe a una simple razón: él ya los conoce y es quien los señala. El encuentro con Issey Miyake, cuya ropa usé toda mi vida, me hace pensar en cómo pocas personas son capaces de determinar la evolución de los comportamientos, los gustos y las elecciones; sin pertenecer al mundo de la moda. Hombres y mujeres que, con sus propias investigaciones, un trabajo apasionado y una constante abnegación; intentan, con su sensibilidad, capturar las raíces de su propia satisfacción e insatisfacción, de su capacidad para sorprenderse o aburrirse. Issey Miyake es un “proyectista” como dicen en italiano, un diseñador en el verdadero sentido de la palabra, que es aplicada a aquellos que dedican sus vidas al proyecto, sin usar atajos convenientes, sin picotear en el trabajo de otros, sin sentirse felices con los resultados fáciles. Quedan satisfechos solo cuando su trabajo corresponde a lo que se buscó y deseó. Son apasionados por sus deseos exigentes, basados en su propio juicio y su aprobación.
Issey Miyake tiene su raíz en el arte gráfico. Acostumbrado a tratar las dos dimensiones, el color y los signos, que son los rasgos bidimensionales; pero fue cautivado por la tercera dimensión y ha hecho de esta exploración la matriz de su trabajo. La connotación gráfica de la tela es solo el comienzo de una investigación que tiende a transformarla y hacerla tridimensional, lo que adquiere un significado especial cuando tiene que ver con un cuerpo vivo. Todo su trabajo nace en la tela y en la búsqueda de su potencial tridimensional, casi como si ocultara en sí misma una aspiración a la tridimensionalidad. Y si lo hay, lo cierto es que lo encuentra. La transición entre las dos y tres dimensiones es constante, en el diseño de la ropa, en los accesorios, así como en el espacio y las instalaciones.
Podemos orientarnos en el mundo de Issey Miyake a través de las palabras que identifican sus proyectos y colecciones: Pleats Please para plisados, Bao Bao para las estructuras basadas en triángulos, 132 5 para la ropa con una estructura gráfica, IN-EI para las lámparas con origami, A-POC (Un pedazo de tela) para la ropa hecha de una sola pieza y así sucesivamente. El último proyecto, que aún no ha siso presentado y no está incluido en un programa de producción, se denomina tentativamente Sessión One, que nació de A - POC. Issey Miyake introduce una nueva connotación aún no experimentada, sorprendente en todos sus aspectos y completamente inesperada. El "personaje salvaje".
Partiendo de un tejido fabricado con especial cuidado, después de un paso controlado por el vapor, obtiene un material grueso y espeso, áspero en el aspecto pero extremadamente suave al tacto, con flecos y deshilachados. La inspiración proviene del mundo del hombre prehistórico de la cultura Jomonese, que tomó forma en Japón hace unos 5.000 años. El resultado no produce ropa para usar, pero no fue ese el objetivo.
Un misterioso anhelo por la espacialidad de las superficies planas, que siempre está en el centro de su pensamiento, se manifiesta en todo su trabajo. Hay un indicio de investigación científica, de física cuántica, de análisis de partículas subatómicas.
Existe la necesidad de agregar una tercera dimensión que transforma una decoración plana en un objeto sólido, un signo en una escultura o un rastro en un objeto de arte puro. Issey Miyake (Hiroshima, 1938), que fundó Miyake Design Studio en 1970, presentó su primera colección en París en 1973. Su trabajo ha evolucionado a partir de una sola pieza de tela: desde Pleats Please de 1993 hasta la serie A-POC, A Piece of Cloth, 1998, en las que los rollos continuos de tela y las prendas están hechos de una sola pieza. Hoy trabaja con su equipo de proyecto Reality Lab, que explora las características de los materiales recuperados.