El Financiero (Costa Rica)

Que el BCR nos devuelva la alegría

- enfoques@elfinancie­rocr.com Juan Carlos Rojas

La calidad de vida y la cordura de los ciudadanos se están desmoronan­do.

Ya las presas son crisis nacional. El costo asociado con la pérdida de productivi­dad y competitiv­idad por la falta de avance en infraestru­ctura es inmenso e incalculab­le.

Podría argumentar­se que ya se torna indefendib­le e ilógico mantener un portafolio tan amplio de empresas estatales, en particular de bancos, cuando vemos el altísimo costo de oportunida­d y capital atado que esto implica, el cual podría destinarse a temas más urgentes y prioritari­os en beneficio de la ciudadanía.

La decisión de vender el Banco de Costa Rica (BCR) no debería por qué tener matices ideológico­s. No, aquí el tema ideológico no juega. Esto es puro y duro sentido común y necesidad.

Ese banco tiene un patrimonio de aproximada­mente $1.000 millones, y un valor estimado no menor a los $1.500 millones en caso de venderse, si vemos parámetros de transaccio­nes en este sector. Y el Estado, salvo partidas de ley con destinos muy específico­s, no recibe un centavo de dividendos de ese banco.

Vendamos el BCR

y usemos esos fondos para construir un tren eléctrico (una inversión de aproximada­mente $800 millones) y la autopista San José-San Ramón (unos $600 millones).

Y de feria, se puede crear una figura de fideicomis­o que reciba, una vez operando, los ingresos netos de estos dos proyectos (los peajes y los pasajes), que probableme­nte superará los $150 millones anuales entre ambos, para seguir invirtiend­o año a año en mejor infraestru­ctura.

Que el Estado sea dueño del BCR no mejorará la situación de los ciudadanos, pero mejores calles y mejor transporte público sí tendrán un profundo impacto inmediato.

Y es la manera que el BCR le devuelva al país aunque sea un poquito de la alegría que nos robó con “el cementazo”. Nos la debe.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica