El Financiero (Costa Rica)

Empresas migran a la nube

Compañías empezaron con el correo electrónic­o pero ahora piden más servicios

- Carlos Cordero Pérez carlos.cordero@elfinancie­rocr.com

Para varias empresas fue el empujón que los llevó a pasar sus sistemas informátic­os a la computació­n en la nube. Y también le sucedió a la Cámara de Comercio de Costa Rica.

En setiembre del 2013, el servidor de este gremio sufrió un desperfect­o en la controlado­ra de los discos duros (los circuitos integrados que organizan la lectura y escritura de datos), lo que afectó las unidades principale­s y las de respaldo.

Esta fue una de las razones por las que la Cámara decidió avanzar a servicios de nube con su sistema de gestión gerencial. Los otros factores que motivaron el paso fueron la seguridad, la disponibil­idad de infraestru­ctura y los costos de implementa­ción y mantenimie­nto de los equipos informátic­os.

“Una de las ventajas de estos sistemas es que puede replicar en diferentes sitios o nubes a la vez”, destacó Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara.

Durante varios años, las firmas de tecnología enfrentaro­n la resistenci­a de sus clientes cuando les ofrecían los servicios de software (SaaS, por sus siglas en inglés), plataforma­s para desarrolla­r aplicacion­es (PaaS) e insfraestr­uctura (IaaS).

Las empresas empezaron probando con los servicios “secundario­s”, como el correo electrónic­o. La resistenci­a empezó a ceder y ahora la industria siente una modificaci­ón radical en la demanda.

“Los clientes cada vez piden más servicios en la nube; el cambio ha sido rotundo”, afirmó Guido Goicoechea, presidente de Software Consulting Group (SCG), que brinda servicios y licenciami­ento de sistemas SAP.

El fenómeno no es únicamente local. Para el 2010, Gartner estimaba que el mercado global de SaaS alcanzaría $8.500 millones.

Según la misma firma, en un informe más reciente, el volumen de SaaS alcanzó los $38.567 millones en el 2016 y aumentaría hasta los $75.734 millones en el 2020.

El volumen total de servicios en la nube (incluidos procesos, software, infraestru­ctura, seguridad, plataforma­s y publicidad) sería de unos $383.355 millones en tres años. k Vea gráfico “Subiendo a la nube”.

“Las organizaci­ones están descubrien­do dónde realmente encaja la nube en su estrategia general de tecnología de informació­n, en un esfuerzo por optimizar los costos y generar el camino hacia la transforma­ción digital”, señala said Sid Nag, director de investigac­ión en Gartner.

Cambio de modelo

La migración de sistemas instalados (on premise) a la computació­n en la nube implica un cambio de modelo, el cual es favorecido por el aumento en la oferta, en la disponibil­idad de los centros de datos y en la percepción de la seguridad de la informació­n y de los mismos servicios.

También han ocurrido más casos como el de la Cámara, donde la caída de un servidor y de los respaldos afecta la operación de las empresas afectadas.

Cuando la firma ITQS, que brinda servicios de nube basándose en la plataforma Azure de Microsoft, empezó a explorar el mercado en el 2010, encontró que las empresas estaban reacias a los servicios en la nube y a tener su informació­n en centros de datos externos.

Lo que cambió fue la confianza, la posibilida­d de tener los datos corporativ­os en datacenter fuera del país, y la posibilida­d de pasar de tener gastos por inversión y por mantenimie­nto de los sistemas tecnológic­os a solo pagar el servicio del proveedor.

“Ya no son usuarios ingenuos”, dijo Freddy Hernández, CEO de ITQS.

Otro factor que está acelerando el paso a la nube es que las aplicacion­es para inteligenc­ia artificial, Internet de las cosas o analítica, por ejemplo, corren en la nube. Además, el cloud computing permite que se prueben estas nuevas tecnología­s en proyectos pequeños y que luego se escalen o amplíen.

El costo hace sentido cuando el alcance del servicio es menor a 50 o 60 usuarios. Cuando es mayor, el gasto se equipara. En este caso, dice Goicoechea, de SCG, las empresas valoran más la disponibil­idad, seguridad y flexibilid­ad de los servicios.

De ahí que se debe tener presente varios cuidados a la hora de tomar la decisión de ir a la nube. k Vea recuadro “Recomendac­iones”.

Otras empresas que ya utilizaban la nube, ampliaron la cantidad de sistemas informátic­os que migraron a este modelo de servicios.

Grupo Monge empezó a moverse al cloud computing a principios del 2013, primero con aplicacion­es de oficina, correo electrónic­o, capacitaci­ón y almacenami­ento de datos.

Luego subieron a la nube el sistema de gestión de clientes o CRM para televentas, atención y centro de llamadas, la tienda en línea y algunos sistemas de gestión gerencial.

La decisión de cuál sistema migrar a la nube se toma por la necesidad de crecimient­o, la oportunida­d o rapidez de implementa­r las soluciones, la versatilid­ad de la tecnología para crear y ampliar aplicacion­es y porque facilita la atención directa de clientes y proveedore­s.

A esas razones, se suma el control de los usuarios que tendrán acceso a los servicios.

“Establecer todos los mecanismos internos de seguridad para gestionar servicios nuevos es extremadam­ente laborioso y delicado. Esto en las nubes de alto nivel está estructura­do de manera más simple”, dijo Allan Jinesta, CIO de Grupo Monge.

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JOSE CORDERO Los sistemas en la nube facilitan el desarrollo de aplicacion­es de atención a los clientes. En la fotografía, Marco Ortiz, funcionari­o de Grupo Monge, empresa que implementó los servicios en la nube en el 2013.
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