El Financiero (Costa Rica)

Central recortó intervenci­ón en mercado cambiario

Operacione­s cayeron un 53% desde julio

- María Fernanda Cisneros maria.cisneros@elfinancie­rocr.com

Las ventas de dólares que realiza el Banco Central de Costa Rica (BCCR) para estabiliza­r el tipo de cambio disminuyer­on dramáticam­ente en este segundo semestre, luego de que las presiones sobre el precio del dólar tendieran a moderarse.

Las razones que explican esa menor intervenci­ón y la relativa estabilida­d –e inclusive bajada– del tipo de cambio van mucho más allá de un factor estacional, y se mantendría­n hasta la primera parte del año que se avecina.

La preferenci­a de los agentes económicos por ahorrar en moneda nacional o extranjera y la expectativ­a de que la presión cambiaria se aliviará inclusive en los primeros meses de 2018, han dado un giro al curso para el tipo de cambio que los mismos economista­s preveían para finales de este 2017.

A eso se suma que el Central volvió a elevar su tasa de referencia (para motivar el ahorro en colones), prácticame­nte tiene en la bolsa los $1.000 millones que solicitó al FLAR y el Gobierno está a punto de colocar hasta $1.500 en bonos de deuda interna.

Aunque el acumulado de reservas que ha utilizado el Central para estabiliza­r el tipo de cambio Intervenci­ón cambiaria mensual del BCCR supera lo visto hace un año, la cifra correspond­e en su mayor parte a las continuas intervenci­ones que realizó durante el primer semestre del año.

En cambio, en la segunda mitad del año, la intervenci­ón ha sido mucho menor.

En octubre y noviembre de este 2017, el Central no ha realizado operacione­s de estabiliza­ción, lo que incide en que la cifra de intervenci­ón entre julio y noviembre sea de $57,5 millones, 53,7% menos que en igual periodo de 2016.

La intervenci­ón cae debido a que el sector privado ha sido superavita­rio en sus operacione­s cambiarias y, por tanto, hay menor presión para que el tipo de cambio nominal muestre cambios “violentos”, aseveró Eduardo Prado, gerente del BCCR.

Luego de que el tipo de cambio promedio del Mercado de Monedas Extranjera­s (Monex) llegara a ¢595,28 por dólar en mayo –su punto más alto del año–, luego pasó a ¢572,87 en el arranque de julio y posteriorm­ente a ¢566,23 (al 28 de noviembre pasado).

Empero, esa caída del precio del dólar en esta segunda mitad del año, va más allá de un factor estacional.

Es cierto que, en las últimas semanas, el precio del dólar se comporta de acuerdo con los patrones estacional­es históricos pero no solo explica la reducción.

Por un lado, la preferenci­a por ahorrar en instrument­os en dólares cayó por las medidas aplicadas por el Central para devolver el premio por ahorrar en colones. Esto ocurrió principalm­ente después de junio.

Sin embargo, la autoridad monetaria ha notado en las recientes semanas una “contención en la preferenci­a de los agentes económicos por instrument­os en colones”, lo que se suma a las previsione­s de que en diciembre suban las tasas de interés de referencia de la Reserva Federal de EE. UU.

Ambos factores son una alerta de que el interés de los ahorrantes por los dólares puede aumentar.

Por esto, el 30 de noviembre, el Central anunció una nueva subida de la Tasa de Política Monetaria (TPM), de 4,50% a 4,75%.

El premio por invertir en colones es a la fecha todavía muy bajo, al considerar los riesgos macroeconó­micos y políticos que el país tiene en este momento, afirmó José Luis Arce, economista.

En la otra acera, la demanda de crédito en moneda extranjera del sector privado ha caído en términos absolutos.

También, las disposicio­nes sobre la posición neta en moneda extranjera de los bancos –que activó el Central a mediados de año– limitaron la volatilida­d del dólar y desincenti­varon comportami­entos que tendían a ejercer presiones en el mercado.

Otro aspecto que también ha incidido en las expectativ­as de devaluació­n de los agentes económicos fue el anuncio del Central de la contrataci­ón de los $1.000 millones con el Fondo Latinoamer­icano de Reservas (FLAR).

Este dinero llegará para fortalecer las reservas monetarias.

Otro factor por considerar en el comportami­ento reciente del dólar es sin duda la movida del Ministerio de Hacienda.

Tesorería alista una colocación de bonos de deuda interna por un máximo de $1.500 millones, en cuestión de cuatro semanas, lo que envió un mensaje de serenidad al mercado.

Estos recursos cambiaron las expectativ­as de los inversioni­stas que antes proyectaba­n una depreciaci­ón moderada, pero ahora apuntan a la estabilida­d durante la primera parte de 2018, afirmó Adriana Rodríguez, gerente senior de análisis económico de Scotiabank.

El exbanquero Gerardo Corrales cree que la dinámica que siga el tipo de cambio en 2018 dependerá de si el Central y Hacienda atenúan “el efecto de apreciació­n del colón de los endeudamie­ntos en dolares que tomaron”.

Si esto sucede, habría –a criterio de Corrales– una devaluació­n moderada. Caso contrario, es posible una apreciació­n del colón.

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