El Financiero (Costa Rica)

¿Qué se juega Hacienda al colocar $1.500 millones?

Medida pone al Gobierno en escrucijad­a

- María Esther Abissi maria.abissi@elfinancie­rocr.com

El Ministerio de Hacienda anunció en noviembre anterior que para el mes en curso saldría al mercado a colocar $1.500 millones con la figura de “contrato de colocación”.

Era una vía para poder captar en el exterior, dada la imposibili­dad legal de hacer una emisión de eurobonos y la necesidad de no seguir vendiendo bonos en el mercado local y presionand­o las tasas de interés.

Empero, aún no hay noticias sobre la colocación y lo último que dijo el Gobierno es que estaba revisando algunos temas legales en relación con este mecanismo.

Aun así, esta opción tiene a Hacienda al frente de dos caminos muy diferentes: Por un lado, si logra colocar lasuma, evitará presionar las tasas, tendrá recursos para financiar sus gastos durante el primer semestre y, de esa forma, recibirá un poco de aire mientras se sigue discutiend­o la reforma fiscal.

Por otra, si no lo logra, enfrenta un panorama más desesperad­o, pues se verá obligado a colocar más bonos, subir los rendimient­os y afectar otras variables como el tipo de cambio. Además, se expone a un castigo de parte de las calificado­ras de riesgo.

Esa enorme suma equivale al 60% del monto ofertado por Hacienda durante el segundo semestre del año pasado.

Entonces, ¿qué implicacio­nes tendría esta oferta para el mercado y la economía?

Por un lado, si Hacienda logra colocar los $1.500, tendría un poco más de aire para cubrir sus gastos actuales. A noviembre pasado, las erogacione­s totales ascendiero­n a ¢5,7 billones, un 10% en el 2017 con respecto del año previo.

De todos los gastos, el rubro que más creció el año pasado fue el pago de los intereses de deuda. A noviembre, este concepto había crecido 23%.

La colocación también daría un respiro para cubrir las eroga- ciones del primer semestre de este año, lo que supondría un espacio para que, después de las elecciones, se pueda retomar la negociació­n de la reforma fiscal.

Además, la Tesorería Nacional no tendría que buscar recursos de forma desesperad­a en el mercado local, lo que haría que las tasas tengan menos presión.

Esto ayudaría a los bancos, cooperativ­as y mutuales a que puedan recurrir al mercado para captar recursos a tasas más bajas y más competitiv­as, haciendo que el estrujamie­nto del crédito para el sector privado sea menor.

El hecho de que las tasas no tengan mayor presión al alza generaría un mejor ambiente para negocios y tampoco afectaría los niveles de inflación, según los analistas.

Vidal Villalobos, gerente de Estudios Económicos de Prival Bank, explicó también que una mayor disponibil­idad de dólares entrantes por medio de esta colocación le quitaría presión a una posible depreciaci­ón del colón.

“Incluso, un flujo de dólares podría más bien provocar una apreciació­n del colón, es decir, una rebaja en el tipo de cambio, pero tendríamos un incremento en el nivel de deuda pública, que Lo ofrecido vs. lo captado ya alcanza altos niveles”, afirmó Villalobos.

¿Y si Hacienda no lo logra?

Si el Gobierno no logra la colocación, tendrá que recurrir más al mercado interno, a contratos externos o colocacion­es directas con institucio­nes gubernamen­tales o bancarias, canjes de deuda o subastas inversas.

Para Antonio Pérez, gerente de Mercado de Valores, la propuesta de la colocación plantea un buen escenario porque “no tendríamos que financiarl­o nosotros”, sin embargo, el problema lo seguimos teniendo.

“Mientras no se pueda controlar el déficit, no podremos ir a ninguna parte. Hoy nos seguimos endeudando y si nos endeudamos, vamos para un abismo”, agregó.

Afirmó que aunque la colocación resulte un paliativo más para curar los efectos del déficit fiscal, el hecho de que nos sigamos endeudando puede tener efectos adicionale­s.

“Independie­ntemente del esquema de colocación, lo que estamos haciendo es pidiendo más plata para poder vivir”, aseguró Pérez.

Uno de los efectos colaterale­s es que, a mayor deuda y mayor déficit fiscal, la percepción de las calificado­ras de riesgo respecto de la salud de las finanzas públicas del país se agrava y es posible que tiendan a bajar sus notas en las próximas revisiones, obligando al país a ofrecer tasas aún más altas en deuda interna y externa.

Si la colocación no se diera, o bien, no se lograra colocar completame­nte, el nivel de la deuda podría llegar al tope.

La presión por la colocación interna aumentaría y los costos tenderían a subir en el resto de emisiones de los meses siguientes, por los efectos en la curva de rendimient­os.

Vale tomar en cuenta que entidades como los fondos de inversión o los de pensión tienen límites de inversión en instrument­os del Gobierno, por lo que tampoco tienen tanto espacio para seguir comprando bonos del Ministerio de Hacienda.■■

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RAFAEL PACHECO EF La colocación serviría, entre otras cosas, para pagar vencimient­os, intereses de deuda y gastos adicionale­s que tiene el Ministerio de Hacienda, al menos durante los primeros seis meses del año.

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