Elegir diputados en otra fecha...
Mucho se ha hablado sobre la fragmentación legislativa. Se ha sugerido cambiar el sistema electoral para atenuar los efectos de la proporcionalidad, facilitar la formación de mayorías sintonizadas con el gobierno de turno y facilitar la gobernanza.
Esta es una vía que habrá que tomar, pero hoy no es viable pues los actores políticos no renunciarán a un sistema que les ha permitido representación, pequeña o disminuida, pero representación al fin.
Para solucionar el problema de gobiernos en minoría, podrían realizarse las elecciones parlamentarias luego de las presidenciales.
Con el estado actual del sistema de partidos es probable que continuemos con campañas presidenciales que irán a segunda ronda; asumamos esta realidad y ya con presidente electo en primera o segunda ronda, traslademos la elección legislativa a un mes después de la presidencial.
¿Efectos positivos?
El
mandatario electo podrá utilizar su reciente capital político para obtener una mayoría de apoyo a su gestión, superándose la excesiva fragmentación partidaria, a la vez que se mantiene un sistema electoral que asegura el principio de proporcionalidad.
Conocemos experiencias exitosas en este sentido. Tal es el caso de Francia, donde el presidente Macron ganó las elecciones en mayo y semanas después logró una mayoría parlamentaria importante.
¿Que habrá que hacer ajustes? Sí, pero los beneficios para la gobernabilidad son evidentes y todo pasa por el voto ciudadano.
El beneficio será grande.