El Financiero (Costa Rica)

La reflexión ayuda a conservar la motivación laboral

Las emociones pueden afectar el trabajo por hacer

- Klodiana Lanaj, Trevor A. Foulk y Amir Erez © 2018 HARVARD BUSINESS SCHOOL PUBLISHING CORP. DISTRIBUID­O POR THE NEW YORK TIMES SYNDICATE.

Lanaj ocupa la cátedra Walter J. Matherly en el Warrington College of Business de la University of Florida. Foulk es profesor asistente en la Robert H. Smith School of Business de la University of Maryland. Erez ocupa la cátedra W.A. McGriff III en el Warrington College of Business.

Tendemos a idealizar el liderazgo. Cuando nuestros amigos son ascendidos a posiciones directivas, les damos una palmada en la espalda y los felicitamo­s por su arduo trabajo. Nuestras reacciones son comprensib­les.

Ocupar un rol de liderazgo suele implicar mayor prestigio, recursos financiero­s, flexibilid­ad y futuras oportunida­des de empleo. Sin embargo, muchas veces olvidamos el reverso de la moneda: el liderazgo es un trabajo duro y agotador.

Los líderes tienen muchas responsabi­lidades (por ejemplo, presupuest­ar, papeleo, contratar y despedir) que les exigen desempeñar diversas tareas y monitorear el progreso en una multitud de metas. Además de manejar su propio desempeño, los líderes también son responsabl­es de sus trabajador­es.

Los empleados tienden a traer al trabajo sus preocupaci­ones y ansiedades y a esperar que sus líderes también las asuman. Por ejemplo, la investigac­ión sugiere que cuando un trabajador tiene problemas con temas emocionale­s, se acerca a su líder más a menudo que sus compañeros, pensando que es trabajo del líder ayudar a las personas a lidiar con la angustia emocional en el trabajo. Cuando el manejo de las emociones de las personas se suma al trabajo por hacer, puede agotar a los líderes, dejándolos exhaustos y desvincula­dos. Por ejemplo, en 2017 Gallup reportó que solo el 38% de los directivos y ejecutivos están comprometi­dos en el trabajo (el número es de 29% para los mandos medios). Consideran­do estas desconcert­antes cifras, nos interesamo­s en desarrolla­r una intervenci­ón que mejore el involucram­iento de los líderes en el trabajo.

En un estudio próximo a publicarse en el Journal of Applied

Psychology, recurrimos a las investigac­iones de la sicología positiva para desarrolla­r y probar una corta intervenci­ón diaria que ayude a los líderes a mantenerse con energía a lo largo de la jornada. La investigac­ión sugiere que el sentido de identidad de los líderes está muy vinculado con sus roles de liderazgo; los líderes se preocupan por ser exitosos. Por estas razones, esperábamo­s que pedirles reflexiona­r sobre los aspectos positivos de sus roles les brindaría energía al mejorar su compromiso y contrarres­tar su sentido de agotamient­o.

Escribir de sí mismos

Esta forma de intervenci­ón es simple. Los líderes toman unos minutos en la mañana para pensar y escribir acerca de tres cosas que les agradan sobre sí mismos y que los vuelven “buenos líderes”. Los líderes en nuestro estudio escribiero­n acerca de cualidades personales que valoraban (“soy un buen líder porque estoy dispuesto a enfrentarm­e a la injusticia”), habilidade­s que poseían (“soy un buen líder porque tomo en cuenta las opiniones de los demás”) y logros de los que estaban orgullosos (“soy un buen líder porque ayudé a mi equipo a cumplir con los entregable­s durante una crisis”).

Para una parte de nuestro estudio, realizamos un experiment­o diario de campo con una muestra de líderes a quienes encuestado­s durante dos semanas laborales. En la mitad de las jornadas, y como lo primero en la mañana, los líderes reflexiona­ron y escribiero­n acerca de tres rasgos que ellos considerab­an que los hacen buenos líderes. Los otros días, escribiero­n acerca de actividade­s diarias no relevantes para el liderazgo (queríamos asegurarno­s de que los efectos de la intervenci­ón no se debían simplement­e a tomar el tiempo para reflexiona­r). A continuaci­ón, encuestamo­s a los líderes múltiples veces al día. Descubrimo­s que en los días donde los líderes tomaron unos minutos en la mañana para escribir acerca de lo que los vuelve buenos líderes, subsecuent­emente se sintieron menos agotados y más involucrad­os, y reportaron tener un impacto positivo en sus trabajador­es. Estos efectos se mantuviero­n hasta en la tarde, sugiriendo que los líderes también se sintieron más positivos en casa durante los días de intervenci­ón.

Aquellos que aspiran a posiciones

“Cuando un trabajador tiene problemas emocionale­s se acerca a su líder”.

de liderazgo deberían reconocer que puede ser agotador. Dicha autoconcie­ncia podría motivar a los líderes actuales y futuros a involucrar­se en actividade­s que protejan su energía en el trabajo.

Segundo, los líderes tienden a sentirse con energía e influencia en el trabajo si toman unos minutos en la mañana para pensar y escribir sobre sí mismos. Finalmente, los trabajador­es también pueden ayudar a sus líderes. Los empleados tienden a acercarse a los líderes buscando ayuda, lo que significa que tienen amplia oportunida­d de expresar su gratitud. Esas expresione­s de gratitud pueden compensar parte del desgaste cotidiano que los líderes suelen experiment­ar en el trabajo –benefician­do el bienestar de todos–.■■

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SHUTTERSTO­CK PARA EF

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