Atracción de inversión directa china elude al país
Gobierno apuesta por la Ruta de la Seda
Hace once años, Costa Rica realizó un viraje en su política internacional al establecer relaciones diplomáticas con la República Popular de China. Un movimiento que después imitaron Panamá y, más recientemente, El Salvador.
Para consolidar la relación, Costa Rica suscribió en setiembre el Memorando de Entendimiento sobre Cooperación entre Costa Rica y China con el que podrá accesar al Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Iniciativa de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI.
Mediante esta iniciativa, se fortalecerían algunos ámbitos de la relación entre las naciones de los que no se ha sacado provecho, como el desarrollo de proyectos de infraestructura, el acercamiento de persona a persona y la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED).
Primeros resultados
Tras el acercamiento diplomático en el 2007 Costa Rica y China no perdieron tiempo.
Un año más tarde, comenzaron las negociaciones para concretar un tratado de libre comercio, que finalmente tuvo su banderazo de salida en el 2011.
De primera entrada Costa Rica ganó exposición en una de las vitrinas más grandes del mundo y después de siete años es posible afirmar que los resultados han tenido puntos altos y bajos.
Este año, las transacciones parecen estabilizarse. Al primer semestre del año se contabilizaba un monto exportado de $119 millones. Esta cifra representó un dinamismo del 94% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Por su parte, las importaciones han tenido un comportamiento más estable, y China se consolida como el segundo país del que más se compran productos, detrás de Estados Unidos.
En el 2017 el país invirtió $2.086 millones para comprar productos chinos, mientras que el monto total exportado hacia esa nación fue de $111 millones.
Tareas pendientes
Con el inicio de la segunda década de relaciones, la IED china es un punto que debe fortalecerse. En los últimos cinco años el impacto que generan las empresas ni siquiera alcanzan el 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
En el 2017 las cuatro compañías chinas establecidas en el país dejaron solo $1,8 millones, según el Banco Central de Costa Rica (BCCR). Una cifra muy baja para tratarse de la segunda economía más poderosa del mundo.
Si se compara la inversión con Estados Unidos (potencia con la que se firmó el Cafta, que rige desde el 2009), la diferencia es abismal. En el 2017 las 257 compañías estadounidenses establecidas en el país aportaron $1.593 millones, lo que equivale al 2,76% del PIB.
Hasta el momento, el gigante asiático ha mostrado interés en invertir en economías más grandes. En el 2017 el 73% de la IED china se ubicó en Argentina y Brasil, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Los resultados muestran que el país debería tener una estrategia más agresiva para obtener mayor provecho de la potencia, a criterio de Rafael Arias, investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional.
Sin embargo, este bache podría llenarse con el Memorando de Entendimiento sobre Cooperación entre Costa Rica y China que se firmó en setiembre.
Mediante este acuerdo Costa Rica ingresará al Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Iniciativa de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI.
103 países y organizaciones acordaron el ingreso a esta iniciativa. La inversión acumulada de China en estas naciones sobrepasó los $70.000 millones, con un crecimiento anual promedio del 7,2%, de acuerdo al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Este acuerdo dejó el establecimiento de 82 zonas de cooperación económica y comercial, lo que representa una inversión de $28.000 millones y la creación aproximada de 244.000 empleos.
Las expectativas de Costa Rica son altas, y espera que empresas asiáticas construyan parques industriales y zonas de cooperación económica y comercial.
Además, incluyó el desarrollo de una red de ciudades hermanas para lograr acuerdos de cooperación en educación, salud, turismo, deportes y bienestar público.
La iniciativa de la República Popular de China cuenta con un fondo de 100.000 millones de yuanes para financiar proyectos y los países que se adhieren obtendrían préstamos blandos con condiciones muy competitivas.
Para definir cuáles proyectos podrían ser sujetos de esos créditos, Costa Rica espera el Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Pública (que se publicaría en noviembre) para construir obra pública con ayuda de la potencia asiática.
El acuerdo estaría vigente por tres años y se prorrogaría posteriormente.■■