LA ENTRADA TRIUNFAL DE LA INTE
Esta tecnología se está haciendo presente en casi todos los campos, desde la agricultura hasta las artes
El Internet es una tecnología de conexión y comunicación de bajo costo. Todo, desde el correo electrónico, pasando por el comercio electrónico, hasta las redes sociales, ha girado alrededor del papel transformador que ha tenido la web en el cambio de la economía de la comunicación. Todas esas conexiones de pronto se volvieron posibles y baratas.
La inteligencia artificial es una tecnología de predicción y descubrimiento de bajo costo. Explota el nuevo recurso de la era digital —inmensas cantidades de información— para identificar patrones y realizar predicciones. Una gran parte de lo que hace la inteligencia artificial en la actualidad se puede pensar como una predicción. Qué producto recomendar, qué anuncios mostrarte, qué imagen está en esa foto, cuál debería ser el siguiente movimiento del robot: todas son predicciones automatizadas.
Este concepto de la inteligencia artificial como un motor de toma predictiva de decisiones es el tema principal de un nuevo libro escrito por tres economistas de la Escuela Rotman de Administración en la Universidad de Toronto: Prediction Machines: The Simple Economics of Artificial
Intelligence (Harvard Business Review Press).
Los autores, Ajay Agrawal, Joshua Gans y Avi Goldfarb, arguyen que la toma de decisiones impulsada por inteligencia artificial está a punto de alterar prácticamente todas las industrias. Para explicar este fenómeno, comienzan con un líder de la inteligencia artificial, Amazon. El gigante minorista en línea mantiene un proceso constante de aprendizaje sobre los hábitos de compra y los gustos de sus clientes, y esta información mejora la capacidad predictiva de sus algoritmos de inteligencia artificial de manera continua.
Los autores sugieren que nos imaginemos un escenario en el que la inteligencia artificial de Amazon se volviera tan buena que la empresa diera el siguiente paso: enviarte productos antes de que los pidas. Sabe qué quieres de una forma tan precisa que las devoluciones serían mínimas y Amazon sería aún más eficiente.
No queda claro adónde nos llevará la inteligencia artificial, a qué ritmo y cuál será la trayectoria. Sin embargo, se está haciendo presente en casi todos los campos, desde la agricultura hasta las artes. He aquí cuatro ejemplos:
Medicina
Bajo la tutela de Geoffrey Hinton, científico y pionero del llamado “aprendizaje profundo”, Brendan Frey estudió una técnica de inteligencia artificial que ha logrado un progreso extraordinario en años recientes para llevar a cabo tareas como el reconocimiento de imágenes y la traducción de idiomas. Durante años, Frey ha realizado investigaciones que combinan el aprendizaje profundo y la biología celular.
Deep Genomics, con sede en Toronto, está a la vanguardia de los esfuerzos realizados por grandes compañías, empresas emergentes e investigadores de universidades para transformar la economía del descubrimiento de fármacos. El problema es evidente. Lo más común es que para que las farmacéuticas puedan llevar un nuevo fármaco al mercado pasen años y se gasten miles de millones de dólares. Una gran parte del dinero y el tiempo se invierte en pruebas clínicas con sujetos humanos.
La inteligencia artificial promete reducir de manera considerable el costo y el tiempo del método tradicional de prueba y error que se utiliza para desarrollar y probar fármacos. Deep Genomics utiliza esta tecnología para separar el número de compuestos específicos que atacan una enfermedad particular y también para predecir el resultado biológico en los humanos.
Agricultura
La agricultura corporativa despliega una serie de herramientas de tecnología de punta, entre ellas el modelado climático sofisticado, los sensores de terreno, el cultivo genético de semillas y los drones. No obstante, hay otro lado de la agricultura: los 500 millones de granjas pequeñas —dos hectáreas (cerca de cinco acres) o menos— que producen la mayoría de la comida de los países en vías de desarrollo.
PlantVillage, un proyecto de investigación y desarrollo con sede en la Universidad Estatal de Pensilvania, está comenzando a llevar la inteligencia artificial a esas granjas pequeñas. Los científicos de PlantVillage, en colaboración con organizaciones internacionales, programas de extensión para granjas locales e ingenieros de Google, están trabajando a fin de diseñar tecnología de inteligencia artificial para los agricultores en Tanzania que tienen teléfonos inteligentes de bajo precio. El objetivo inicial es la yuca, un cultivo que puede sobrevivir en sequías y terrenos áridos. Sin embargo, las enfermedades de las plantas y las pestes pueden reducir el rendimiento de las cosechas un 40 % o más.
PlantVillage y el Instituto Internacional de Agricultura Tropical han desarrollado un asistente sencillo de inteligencia artificial, llamado “Nuru” (“luz” en suajili). Si se ondea el teléfono sobre la hoja de una planta, el software diagnostica la enfermedad o la plaga y sugiere tratamientos que no requieren una tecnología sofisticada.
Una vez que se descarga, la aplicación no necesita de acceso inalámbrico a datos celulares o potencia de procesamiento remota, es decir, funciona en poblados rurales.
Hay programas en Kenia e India que ya están en marcha.
Equipo pesado
Se estima que todos los días 1.000 millones de personas en más de 60 países entran a un elevador o se suben a una escalera eléctrica de la marca KONE. Sus enormes máquinas que levantan gente son un ejemplo representativo de que la modernización con inteligencia artificial está en marcha en negocios que fabrican equipo pesado y le dan mantenimiento.
La multinacional con sede en Finlandia está usando el software Watson de IBM para monitorear el rendimiento de sus máquinas de manera constante. Los sensores de bajo costo, las comunicaciones inalámbricas, la computación en la nube y el software de inteligencia artificial son los ingredientes técnicos que ahora posibilitan el cambio.
El nuevo equipo de KONE se crea con los sensores y los enlaces inalámbricos, mientras que sus modelos más viejos se están modernizando.
Todas las máquinas transmiten datos cada segundo con medidas que incluyen la vibración, el nivelado, los frenos, la temperatura, la apertura de puertas y el peso de la carga.
La información se introduce en el software de inteligencia artificial, el cual busca señales que delaten a una máquina que necesita mantenimiento o una nueva parte, antes de que falle.
“Se pasa de ser reactivo a proactivo y predictivo”, comentó Larry Wash, vicepresidente ejecutivo de KONE.
Seguros
Root Insurance, una empresa emergente de Columbus, Ohio, utiliza inteligencia artificial para poner un precio más preciso al seguro de los autos. Alex Timm, su director ejecutivo, asegura que los buenos conductores pagan más de lo que deberían y subsidian de forma efectiva a los culpables de conducir mal.
Root Insurance le apuesta a que, con tecnología moderna, puede mejorar eso y cobrar menos a los buenos conductores por el seguro de su auto —hasta $100 menos al mes— sin que la empresa emergente deje de ser bastante rentable. Desde que lanzó su aplicación de seguros en el otoño de 2016, Root Insurance se ha expandido a 20 estados al día de hoy.
Esta empresa utiliza los sensores de un teléfono inteligente para medir la ubicación, la aceleración, los frenos y los giros. La infinidad de datos recabados por los sensores se analiza por medio de un ingenioso software que identifica las señales de comportamiento riesgoso de los conductores: cambiar de carril, conducir muy pegado a otros autos, incluso escribir mensajes de texto (al escribir se generan vibraciones diminutas, pero medibles).
Los clientes potenciales descargan la aplicación de Root Insurance y son monitoreados durante un periodo de prueba de manejo, que suele durar dos o tres semanas.
Se aprueba a los conductores que son seguros según el algoritmo.
NO QUEDA CLARO A DÓNDE NOS LLEVA LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, A QUÉ RITMO Y CUÁL SERÁ LA TRAYECTORIA. SIN EMBARGO, SE ESTÁ HACIENDO PRESENTE EN CASI TODOS LOS CAMPOS, DESDE LA AGRICULTURA HASTA LOS SEGUROS.