Diferencial cambiario

La acelerada devaluación del colón genera preocupación en todos los sectores del país. Por ello, resulta pertinente revisar el tema desde el punto de vista fiscal. ¿Cuál es el tratamiento tributario del diferencial cambiario?

Desgraciadamente la Ley del Impuesto sobre la Renta es omisa. Dado que la contabilidad debe llevarse en colones, esta ley únicamente establece que todas las operaciones en moneda extranjera deberán registrarse en colones al tipo de cambio vigente en la fecha de la transacción. Le correspondió al Reglamento a la Ley del Impuesto sobre la Renta establecer el tratamiento fiscal, indicando que será deducible el diferencial proveniente de pasivos en moneda extranjera y gravable el derivado de activos en moneda extranjera.

Durante muchos años han ocurrido una serie de discusiones y litigios en relación con el tratamiento fiscal del diferencial, principalmente en escenarios en los que el colón se ha apreciado con respecto al dólar, así como a algunos conceptos relacionados con su definición tales como habitualidad, territorialidad o momento de realización.

Si bien los tribunales han resuelto mayoritariamente a favor de los contribuyentes, existe una sentencia contradictoria de la Sala I que beneficia a la Administración Tributaria. A partir de esta, la Administración se basó para redactar el Criterio Institucional DGT 02-2017 del 21 de julio del año pasado, en donde se desarrolla la posición oficial de Tributación.

En relación con lo que está ocurriendo en estas semanas, cabe destacar que la Administración coincide en que el diferencial derivado de pasivos en moneda extranjera es deducible, en la medida en que el pasivo fue utilizado en actividades generadoras de rentas gravables. Asimismo, confirma que será deducible el gasto por diferencial incurrido aunque no realizado, es decir, el que refleje el resultado contable aunque no se haya cancelado el pasivo efectivamente.