El Financiero (Costa Rica)

Fragilidad de Hacienda sacude el tipo de cambio

Vencimient­os de bonos en dólares y una menor captación en esta moneda convirtier­on al Gobierno en un fuerte demandante de divisas, uno de los factores que ha agitado el mercado cambiario

- María Fernanda Cisneros maria.cisneros@elfinancie­rocr.com

El tipo de cambio de referencia del Mercado de Monedas Extranjera­s (Monex) llegó a ¢620,64 el miércoles 31 de octubre, tras una subida de ¢10,74 respecto del día anterior.

Este es uno de los incremento­s más prominente­s de la última década, aunque al día siguiente bajó ¢3,56.

La presión llegó por la fuerte demanda de divisas de las entidades públicas que negocian directamen­te con el Banco Central, principalm­ente el Ministerio de Hacienda.

Entre julio y octubre, el Central vendió $1.345 millones en divisas a estas institucio­nes.

Además, en lo que va del año, este sector drenó un monto 85% más alto, respecto de lo visto entre enero y octubre del 2017.

La subida del dólar tiene efectos en el bolsillo de los costarrice­nses, que se han acostumbra­do a pagar muchos servicios o bienes en esta moneda sin que el tipo de cambio fluctúe demasiado.

El alquiler es un ejemplo, así como las mensualida­des de algunas escuelas o colegios y gimnasios que se cobran en dólares.

Además, sin pensar en el riesgo que esto conlleva, existe una buena porción de deudas en dólares que pertenecen a consumidor­es que ganan en colones.

Si los hogares enfrentan dificultad­es para atender sus deudas en dólares, las entidades financiera­s registran un mayor atraso en los pagos.

A nivel macroeconó­mico, si la subida del tipo de cambio es prominente, los precios también son presionado­s al alza.

Las presiones al alza

El desbalance fiscal y el gran apetito de dólares del Ministerio de Hacienda para cancelar sus obligacion­es en esta moneda explican mucho de la subida que mostró el precio del dólar.

Aunque existen factores externos que también ejercen presión, como el alza de tasas de interés en Estados Unidos y el empoderami­ento del dólar, la principal afectación proviene del desbalance fiscal interno de Costa Rica.

“El país tiene todo bajo su control para que haga los ajustes a lo interno y solucione las alzas en tasas de interés y tipo de cambio. Para lograrlo, debe corregir el problema fiscal mediante una reforma que mejore ingresos y haga más eficiente al sector público”, dijo Abelardo Medina, economista sénior de análisis macrofisca­l del Instituto Centroamer­icano de Estudios Fiscales (Icefi).

La inversión en dólares gana atractivo por las expectativ­as de un mayor nivel de devaluació­n y el aumento de las tasas de interés en dólares en el exterior.

Muchos ahorros pasan de colones a dólares y, por tanto, la demanda de divisas aumenta, lo que también incide en el alza del precio del dólar, dijo Rossy Durán, gerenta corporativ­a de finanzas del Banco de Costa Rica.

Si bien los participan­tes del Monex –compuesto por entidades financiera­s– tienen una fuerte demanda de dólares, es el Sector Público No Bancario (SPNB) el que más succiona las reservas del Banco Central.

Este conglomera­do está compuesto por el Ministerio de Hacienda y otras institucio­nes públicas tales como Recope y el Instituto Costarrice­nse de Electricid­ad (ICE).

Este sector no opera en Monex, sino a través de una relación bilateral con el BCCR. Todas las institucio­nes del Estado comprarán y venderán sus divisas directamen­te con el Central, y este después se encargará de ir al mercado a compensar los egresos e ingresos que tengan sus reservas.

“Estas negociacio­nes afectan los niveles de Reservas Monetarias del Banco Central, y de ahí la posible intención del ente en que esta situación se refleje en el precio al mercado general”, afirmó Esteban Bonilla, gerente financiero de BAC Credomatic.

En los últimos seis meses, la demanda de divisas por parte de Hacienda aumentó.

Tan solo en el tercer trimestre del 2018 (julio a setiembre), Hacienda compró $211 millones al Banco Central. Esto representa un 26% del total negociado ($800 millones), a través del SPNB.

Luego, solo en octubre, compró $275 millones en divisas, monto que representa la mitad de todas las compras de dólares del sector público no bancario.

“Hacienda pasó de ser un oferente de divisas a ser un demandante neto”, afirmó Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central.

Lo que ocurre es que esa cartera tiene vencimient­os de deuda en dólares, pero menos ingresos en esta moneda. El Gobierno perdió parte de la confianza que le tenían los inversioni­stas, debido a la incertidum­bre generada sobre el futuro de las finanzas públicas.

A lo largo del 2018, Hacienda ha tenido dificultad­es para captar recursos en dólares de otras trincheras y, por tanto, acude al BCCR en busca de divisas para atender sus obligacion­es.

En otras palabras, la base del alza en el tipo de cambio viene del desbalance de la situación fiscal y la ausente solución a la creciente deuda y el déficit fiscal.

Si los inversioni­stas recuperan su confianza sobre el futuro económico y fiscal del país, entonces dotarán de mayores recursos al Gobierno.

Hacienda tendrá que poner de su parte con la oferta de tasas de interés más altas, que sean más atractivas, afirmó Cubero.

Recope ocupa un segundo lugar en cuanto a la demanda de divisas, en su caso para atender el aumento del precio del petróleo.

La mayor compra de dólares por parte de esta institució­n pública nace ante el alza en la factura petrolera (25,8%), producto del mayor precio del coctel de hidrocarbu­ros, entre otros.

¿Cuál es el impacto de una subida en el tipo de cambio?

De entrada, el efecto más sensible para el consumidor es el bolsillo y la disponibil­idad de liquidez.

El precio de muchos bienes o servicios es fijado en dólares, a pesar de que la mayoría de la población recibe su salario en colones.

En estos casos prácticame­nte no hay elección, como en el caso de los alquileres ya que pocos se cobran en colones.

Conforme más alta sea la cuota a pagar por un bien o servicio fijado en dólares, más será el golpe que siente el consumidor en su presupuest­o.

Si el monto mensual a pagar por un apartament­o o vivienda es de $550, esto le significab­a presupuest­ar ¢313.390 a inicio de año, pero al cierre de octubre el monto es de ¢341.352. Es decir, el alquiler subió en ¢27.962.

Otro caso que impacta a muchas familias es el aumento en la cuota del préstamo en dólares cuando el salario es en colones.

Estos consumidor­es financiero­s hoy lidian con dos variables al alza: el tipo de cambio y las tasas de interés al alza en dólares (fundamenta­das por los incremento­s vistos en las tasas de referencia de Estados Unidos).

El índice de morosidad –la porción de la cartera total de crédito que muestra un atraso mayor a 90 días y en cobro judicial– pasó de 2,1% a 2,6% en el último año (setiembre 2017-setiembre 2018).

La cartera en dólares fue la que percibió más esa subida.

Otra presión llega con la inflación. El Banco Central calculó que, ante los movimiento­s recientes del tipo de cambio, la inflación sobrepasar­ía el rango meta (ubicado entre 2% y4%) en el 2019.

Estas estimacion­es lo llevaron a aumentar su Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos básicos para ubicarla en 5,25%.

“Esta subida del dólar no tiene que ser permanente, sino transitori­a. Entonces, si en una semana el precio del dólar bajó, el Central evitó perder un montón de dólares”, afirmó Adriana Rodríguez, de Frecuencia Económica.

En adelante, las presiones, del tipo de cambio e inflaciona­rias dependerán del mensaje que envíe el Gobierno a los mercados.■■

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JOHN DURÁN EF Los precios de alquileres en dólares son algunos de los afectados por la variación en el tipo de cambio así como las cuotas de los préstamos en esa moneda.

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