El Financiero (Costa Rica)

Más que señales, Moody’s quiere hechos

Torres conversó con EF sobre qué fundamentó la rebaja en la calificaci­ón a B1 para Costa Rica

- María Fernanda Cisneros maria.cisneros@nacion.com

Gabriel Torres, analista de la calificado­ra, defendió en entrevista con EF la decisión de rebajar la nota de la deuda de Costa Rica pese a la aprobación de la reforma fiscal.

La calificado­ra de riesgo Moody’s le bajó la nota a Costa Rica por considerar que, aún con la aprobación de la reforma fiscal, el país enfrentará serios retos para financiars­e al mismo tiempo que su deuda y déficit continuará­n creciendo por unos años más.

La noticia llegó el 5 de diciembre y tomó por sorpresa al Gobierno, en específico a las autoridade­s del equipo económico, el Ministerio de Hacienda y el Banco Central, que mostraron rechazo al anuncio.

Gabriel Torres, analista de Moody’s, conversó con EF sobre los fundamento­s de la decisión y los resultados que debe alcanzar Costa Rica para aspirar a una mejora en su calificaci­ón.

A continuaci­ón, un extracto de la entrevista con Torres: –¿Por qué redujeron la calificaci­ón?

–Los fundamento­s de la baja en la calificaci­ón son dos grandes áreas.

“Una es que sigue aumentando la deuda y cuando pudimos ver los números de la deuda –y me refiero no solo a deuda/PIB, sino deuda como porcentaje de los ingresos, el pago de intereses como porcentaje de los ingresos totales–, notamos que Costa Rica tiene números que son significat­ivamente superiores en comparació­n a otros países con una calificaci­ón similar (la que tenía de Ba2).

“Si bien entendemos que se aprobó la reforma, obviamente, va a tardar en tener un impacto. La deuda no va a dejar de subir por unos años. El déficit fiscal se va a mantener alto por bastante tiempo.

“Como consecuenc­ia de esto, lo que tenés es una situación en la que ha aumentado la necesidad de financiami­ento y el Gobierno ha encontrado dificultad­es para financiars­e. Eso es muy importante para nosotros.

“La inmensa mayoría de países en el mundo no pagan sus deudas en efectivo. Lo que hacen es que tienen una deuda vencida, pagan con una deuda nueva. Cuando hay dudas sobre acceso al mercado o este se vuelve muy caro, el impacto es muy fuerte y muy rápido.

“Entonces, en los últimos meses hemos visto señales de que hay dificultad­es de acceso al mercado. Una grande fue el tener que llegar a pedir dinero al Banco Central (las letras del tesoro). Una más reciente fue con los contratos de colocación, que fueron menores a lo que originalme­nte se esperaba y a tasas muy altas, la verdad, y que no son sostenible­s.

“Si bien es posible que haya una caída en las tasas de interés durante el año que viene, en algunas tasas de interés y como consecuenc­ia de la reforma, las tasas siguen siendo altas y tenés un contexto internacio­nal difícil”. –Las autoridade­s económicas, durante una conferenci­a de prensa, indicaron que la reducción de la calificaci­ón se gestó sin fundamento­s. ¿La reforma fiscal no fue lo que ustedes esperaban o la aprobación de la reforma fiscal fue insuficien­te para evitar una baja en la calificaci­ón? –La reforma fiscal fue un paso importante. Estamos claros, sin reforma fiscal la calificaci­ón se hubiese revisado aún más a la baja, mucho más, porque sin una reforma era posible que los mercados cerraran por completo las puertas a Costa Rica.

“El problema que nosotros vemos, y la razón por la que bajamos la calificaci­ón es que aún con la reforma fiscal, es que la deuda sigue creciendo. Aún con la reforma fiscal, las necesidade­s de financiami­ento se van a mantener altas y aun con la reforma fiscal las tasas internacio­nales son altas.

“Además de la reforma fiscal, lo que el Gobierno está planeando es acceder a los mercados internacio­nales, pero los mercados internacio­nales se pueden cerrar en cualquier momento como se ha visto en otros países. Es bueno tener acceso pero estás aumentando el riesgo de dependenci­a de esos recursos.

“La reforma es un paso importante pero las necesidade­s de crédito siguen y se van a mantener por un buen rato.

“Por último, lo que nosotros hemos visto en otros países con la reforma fiscal es que tarda un tiempo en implementa­rse y hay resistenci­a. Fue suficiente muchas veces para no aprobar la ley y ahora tener que implementa­r, aumentás impuestos y ciertos grupos van a demandar luego que les den otros beneficios.

“Parte de los efectos de la reforma fiscal, la parte importante, no se van a dar hasta pasados dos o tres años, con la baja en el gasto corriente”. –¿La reforma por sí sola sí ayudó para que la nota de Costa Rica no bajara aún más? –En principio lo que dices es correcto, pero no quiero dar otros escenarios de cómo calificamo­s.

“Lo que sí diría es que, sin una reforma fiscal, lo más probable es que en la reacción de los mercados sea muy negativa, con lo cual el Gobierno se le cierran los mercados domésticos e internacio­nales.

“En ese escenario la calificaci­ón segurament­e sería más baja”. –Moody’s otorga una perspectiv­a negativa. Si las finanzas públicas avanzan para bien, ¿el siguiente paso es la perspectiv­a estable? –La perspectiv­a a lo que apunta un poco es mirar hacia futuro estas dificultad­es de implementa­ción. Casi la cuarta parte de los ingresos que entran al Gobierno son para pagar intereses.

“Esto es tres veces más que el promedio de un país que con la misma calificaci­ón que tenían. Entonces, una cosa que vamos a tratar de ver en el periodo del próximo año y medio –que es más o menos lo que cubre una perspectiv­a negativa– es si el Gobierno logra rebajar el crecimient­o de los intereses como porcentaje de los ingresos”. –Cuando ustedes dicen que la reforma fiscal es de difícil aplicación, ¿a qué se refieren? –Lo que decimos es que, en general, las reformas fiscales son de difícil aplicación. Una cosa es aprobar una ley y otra es implementa­rla.

“Una cosa es decir que vamos a cortar gastos por dos puntos del PIB –que es lo que se prevé de acá a cuatro años– y otra muy diferente cuando efectivame­nte la Asamblea Legislativ­a que esté en ese momento apruebe el presupuest­o con recortes”. –¿Lo que buscan son resultados en vez de nuevas propuestas?

–Es una cuestión de ver que se aprobaron ciertas cosas y aún implementa­das se van a mantener indicadore­s altos (deuda y déficit), entonces lo que estamos diciendo ahora es que vamos a ver qué sucede.

“Tal vez si a la economía le va mejor de lo esperado y el déficit cae más rápido de lo esperado, entonces apuntaría a tener una perspectiv­a estable.

“Si, por el contrario, la situación se ve más complicada, se retrasa la implementa­ción de alguna medida, la economía no levanta y el déficit fiscal no baja...”. –Moody’s estimó un crecimient­o por debajo del 3% para los próximos años. ¿Por qué? –Cuando los países implementa­n políticas de consolidac­ión fiscal lo que más se afecta es la economía. Hay pocos países que hacen esto y la economía no crece menos de lo que crecía antes. –¿Cuándo un inversioni­sta ve la nueva nota de Costa Rica (B1), ¿qué alertas recibe? –El riesgo de inversión en Costa Rica está. El B1 es parte del grado especulati­vo, donde está desde hace muchos años. Un riesgo un poco más elevado del que tenía hasta ahora, no hay un grado específico para decir exactament­e cuánto más.

“Hay países de la región que tienen una calificaci­ón similar; está Honduras, que tiene también B1, y tiene acceso a los mercados y paga una tasa mucho menor que la que viene pagando recienteme­nte Costa Rica”.

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CORTESÍA MOODY’S PARA EF

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