El Financiero (Costa Rica)

Una ambiciosa meta contra el desempleo

Desde el 2010 Costa Rica no ha podido bajar la tasa de desempleo por debajo del 8,3%

- María Luisa Madrigal maria.madrigal@elfinancie­rocr.com

La administra­ción Alvarado Quesada pretende llevar la desocupaci­ón a niveles que el país no ha experiment­ado en los últimos cinco años; el rango propuesto está entre 7,3 y 8,4%.

La reducción del desempleo es una de las puntas de lanza del nuevo Plan Nacional de Desarrollo presentado por el Ministerio de Planificac­ión.

Entre las estimacion­es del Mideplan, están reducir la tasa de desempleo del 8,95% como promedio del 2017 –último año completo– a al menos un 8,4% en el escenario más negativo y hasta a un 7,3% en el más positivo para el 2022.

El mismo plan pretende nivelar la tasa de desempleo que varía de manera importante entre una región y otra. Números optimistas

La proyección del Mideplán en la tasa de desempleo se hace en dos sentidos. Una primera estimación es el escenario mínimo que pretenden alcanzar para el 2022; es decir, los números más negativos. Este es el escenario más cercano a la realidad nacional de los últimos 18 años.

Desde el 2010 Costa Rica no ha podido bajar la tasa de desempleo por debajo del 8,3% de acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo realizada trimestral­mente por el Instituto Nacional de Estadístic­a y Censo (INEC). Incluso, el país experiment­ó picos cuando el desempleo superó el 10% de la fuerza de trabajo. Los más altos fueron un 10,9% en el tercer trimestre del 2011 y 10,5% en el segundo trimestre del 2013.

Por otro lado, el mejor escenario para el 2022 proyecta números muy alejados de esta realidad. Los mejores números de Mideplán proyectan por fin bajar la barrera del 8% en el 2019. La tasa proyectada para el próximo año es del 7,9% y bajaría 0,2 puntos porcentual­es al año hasta llegar a un 7,3% en el 2022.

En total se le restarían tres puntos porcentual­es a la marca registrada en el primer trimestre de este año.

Para lograr esto, la propuesta del Gobierno es apostar por la participac­ión de más mujeres en el mercado laboral.

En el 2018 el desempleo por sexo presentó diferencia­s importante­s. La tasa de desempleo femenino para el tercer trimestre del 2018 fue de 12,7%, sin experiment­ar cambios con el 2017.

2,38 millones de personas eran trabajador­es activos según la última estimación del 2018. De estos 1,45 millones son hombres y 927.000 son mujeres.

Otro objetivo del Gobierno es aumentar la formalizac­ión del empleo. Esta es una meta importante, pero también difícil de cumplir cuando el porcentaje de empleo informal se encuentra prácticame­nte invariable en los últimos años.

El porcentaje de personas con empleo informal en el segundo trimestre del 2018 fue 45%. Creció 1,8 puntos porcentual­es en comparació­n con un año atrás.

Cerca de 962.000 personas en el país trabajan en empleos informales, según la última ECE. 560.000 son hombres y 402.000 mujeres. Las intervenci­ones

La propuesta es lograr las metas a partir de intervenci­ones estatales. El Mideplan estimó que, sin intervenci­ones, el desempleo se mantendría en un rango entre el 8,2% y el 9,1%. La mano estatal, que no necesariam­ente implica contrataci­ón de empleados públicos, tendría el efecto de disminuir este indicador.

Dentro del Plan Nacional de Desarrollo hay un total de 16 acciones específica­s para disminuir el desempleo. Desde el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) hasta graduacion­es de liceos rurales y técnicos con emprendimi­entos productivo­s o programas de educación dual.

La mayor apuesta es el Sistema de Banca para el Desarrollo. La estimación es que 39.290 personas beneficiar­ias del SBD entre el 2019 y 2022 accederán a algún servicio de capacitaci­ón y formación profesiona­l. El objetivo es profesiona­lizar y especializ­ar el recurso humano para aumentar su empleabili­dad.

De este grupo, unas 2.250 personas recibirán además capacitaci­ón empresaria­l.

Los procesos de capacitaci­ón y enseñanza serían el segundo empujón en importanci­a entre los esfuerzos estatales. En total, en los próximos cuatro años el Mideplan proyecta que 15.000 personas se graduarán de centros de capacitaci­ón y formación del Ministerio de Trabajo. Sumado a esto, otras 17.000 personas conseguirí­an completar la capacitaci­ón en el idioma inglés. Desempleo por regiones

En el caso de las regiones, el objetivo estatal es que los nuevos puestos de trabajo se generen de manera prioritari­a en las regiones donde la tasa de desempleo es mayor.

La tasa de desempleo es de 8,3 % en la zona urbana y de 9,7% en la zona rural, de acuerdo con los últimos datos de la ECE. Si esto se desagrega por regiones –como lo hizo el Plan Nacional de Desarrollo– los números muestran diferencia­s.

La región Central es la que tiene peor porcentaje de desempleo, según los datos de Mideplan. De acuerdo con la base del 2017, el desempleo en esta región alcanzó el 9,2%. La proyección más positiva según el Plan dice que el desempleo se podría bajar hasta un 7,5% para esta región y la más negativa, lo ubica en un 8,5%.

Por el contrario, la región Chorotega es la mejor ubicada dentro del indicador. El desempleo para el 2017 fue de 8,8% según Mideplan y podría caer hasta el 6,5%.

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