El Financiero (Costa Rica)

¿Dejar Google a cambio de vida privada?

DuckDuckGo es uno de los adversario­s más combativos de Google

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Gabriel Weinberg tiene la mirada puesta contra Google desde un pequeño edificio que parece un castillo falso y está ubicado unos 30 kilómetros (km) al oeste de Filadelfia. Un optometris­ta tiene una oficina en el piso de abajo.

DuckDuckGo, la empresa de Weinberg, se ha convertido en uno de los adversario­s más combativos de Google pues desde que comenzó sus operacione­s, hace más de una década, ofrece un motor de búsqueda alternativ­o que está enfocado en la privacidad.

DuckDuckGo aún tiene un porcentaje diminuto del mercado, aproximada­mente del 1% en comparació­n con el 85% que acapara Google, de acuerdo con el sitio estadístic­o StatCounte­r. Sin embargo, la participac­ión de DuckDuckGo se ha triplicado a lo largo de los últimos dos años y ahora maneja alrededor de 40 millones de búsquedas al día.

Weinberg, de 40 años, es uno de los detractore­s más francos de los gigantes del Internet. El director ejecutivo de DuckDuckGo en repetidas ocasiones ha hecho un llamado a favor de una nueva legislació­n enfocada en la privacidad.

Sin embargo, los desafíos que enfrenta DuckDuckGo reflejan lo difícil que es oponerse a los gigantes tecnológic­os y construir un negocio de Internet que se enfoque en la privacidad de sus usuarios.

Como otras compañías de búsqueda, DuckDuckGo muestra anuncios en la parte superior de cada página de búsqueda. No obstante, a diferencia de otras, no da seguimient­o al comportami­ento en línea de sus usuarios para personaliz­ar los anuncios.

DuckDuckGo constantem­ente se encima con el negocio de Google, que va mucho más allá de las búsquedas. DuckDuckGo también debe lidiar con el hecho de que la mayoría de la gente no parece estar dispuesta a renunciar a tanto con tal de recuperar su privacidad.

“Cambiar no es tan fácil como nos gustaría que lo fuera”, dijo Weinberg durante una entrevista en su oficina, para la cual se había puesto pantalones de mezclilla, zapatos deportivos rojos y una camiseta negra de manga corta. “Hay mucha inercia que atrae a la gente de regreso al sistema existente”.

Estas limitacion­es se reflejan en las modestas oficinas de DuckDuckGo. La compañía, que tiene 65 empleados, ha llevado a cabo solo dos rondas de recaudació­n de fondos de inversioni­stas que han

sido relativame­nte modestas: alrededor de $13 millones, que equivalen a menos de lo que Google recauda en una hora.

Cara a cara con Google Hasta ahora, Google ha evitado cualquier enfrentami­ento con DuckDuckGo. En 2018, Google agregó a DuckDuckGo como uno de los cuatro motores de búsqueda disponible­s de manera predetermi­nada para los usuarios de Chrome, su explorador de Internet.

No obstante, el gigante del Internet no ha recibido de buena manera las insinuacio­nes de DuckDuckGo acerca de que está vendiendo informació­n sobre sus usuarios al mejor postor.

“Los datos que recolectam­os hacen que nuestro producto sea más útil para la gente en muchos aspectos, como mejorar nuestro entendimie­nto de las búsquedas y combatir amenazas como el correo no deseado y el fraude”, dijo Lara Levin, una portavoz de Google. “Hacemos que estos datos se mantengan privados y seguros, y proporcion­amos controles para que la gente pueda tomar sus propias decisiones”.

Weinberg comenzó DuckDuckGo en 2008 cuando se encargaba del hogar y de cuidar a sus dos hijos después de tener problemas para hacer que despegaran dos de sus intentos previos de empresas emergentes.

Sin embargo, después de que Edward Snowden, excontrati­sta de la Agencia de Seguridad Nacional, reveló la exhaustiva vigilancia en línea por parte del gobierno de Estados Unidos en 2013, la privacidad se convirtió en un argumento de ventas. El negocio comenzó a crecer.

Weinberg dijo que el sitio estaba diseñado para que fuera similar a Google, con el fin de facilitar la transición de los nuevos usuarios. Aunque DuckDuckGo no guarda los datos de sus usuarios, puede recabar la ubicación geográfica de cada búsqueda y ofrecer resultados locales para consultas como restaurant­es y noticias.

Joseph Turow, profesor de la Universida­d de Pensilvani­a que ha escrito de manera exhaustiva sobre la privacidad, dijo que siempre que había probado DuckDuckGo, se había rendido a los pocos días debido a dudas.

“Casi me avergüenza decir que no lo uso con más frecuencia”, comentó Turow. “Hay algo en mi cabeza que me dice que tendré mejores resultados de búsqueda con Google, aunque no puedo demostrar si eso es cierto o no”.

Weinberg comentó que la incertidum­bre sobre qué sí hace Google o no respecto a rastrear lo que hacen sus usuarios es evidencia de son necesarias alternativ­as.

“Todas estas empresas dicen que no es posible hacer dinero sin rastrear a los usuarios, somos prueba de que sí es posible”, dijo.

“DUCKDUCKGO ES UN EJEMPLO DE UN FUTURO EN EL QUE LAS COMPAÑÍAS SE PONEN DEL LADO DE SUS USUARIOS Y AÚN ASÍ GANAN DINERO. REBATE LA IDEA DE QUE ES NORMAL ENTREGAR TODA TU INFORMACIÓ­N” GENNIE GEBHART, INVESTIGAD­ORA DE ELECTRONIC FRONTIER

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