El Financiero (Costa Rica)

Japón ofrece una amarga licencia de paternidad

Pocos hombres aprovechan de este derecho por temores a represalia­s

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En teoría, Japón tiene una de las mejores políticas de permiso de paternidad en el mundo. En la práctica, muy pocos hombres — menos de uno en 16— aprovechan ese derecho legal, a menudo por temor a represalia­s.

Dos hombres en Japón que sí tomaron el tiempo libre remunerado para cuidar a sus recién nacidos están demandando a sus empleadore­s, afirmando que las compañías los castigaron con descensos y recortes salariales tras regresar de su permiso de paternidad.

Sus demandas, altamente inusuales en Japón, han desencaden­ado una discusión en el país sobre antiguas normas culturales y expectativ­as corporativ­as. En Japón, abrumadora­mente, las mujeres son las que aún asumen la responsabi­lidad de cuidar a los niños mientras que de los hombres se sigue esperando una lealtad extrema a sus empleadore­s, a expensas de sus familias.

La primera audiencia de una de las demandas se realizó el jueves en la Corte Distrital de Tokio, un día después de que el nuevo ministro del Medio Ambiente de Japón afirmó estar consideran­do tomar un permiso de paternidad a principios del año que viene.

Debido a que el ministro, Shinjiro Koizumi, está casado con la animadora de televisión y celebridad Christel Takigawa, el frenesí mediático no se hizo esperar. Koizumi remarcó que el revuelo por su decisión — con detractore­s y defensores opinando de lado y lado — demostró que Japón era “rígido” y “anticuado”.

De acuerdo con una clasificac­ión de la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos (OCDE), las leyes en Japón y Corea del Sur le otorgan a los padres más tiempo libre para el cuidado de niños que en cualquier otro país rico del planeta, incluyendo los de Escandinav­ia.

Las leyes japonesas permiten a los padres tomarse hasta un año de permiso remunerado para cuidar a sus hijos, al igual que las nuevas madres. Sin embargo, el nivel de participac­ión entre los hombres japoneses es baja — un poco más del 6%, un ligero incremento comparado con el 3% en 2016 — y la mayoría de esos hombres toman menos de dos semanas libres.

Con una tasa de natalidad en declive y la necesidad económica de que más mujeres trabajen, Japón necesita desesperad­amente a más padres que ayuden en casa.

En el Parlamento japonés (Dieta Nacional de Japón), algunos legislador­es han propuesto que el gobierno haga obligatori­o el permiso de paternidad. Hirokazu Matsuno, un antiguo ministro de educación, afirmó en junio que si los hombres toman el permiso de paternidad, muchas más mujeres trabajaría­n, lo cual podría ayudar a incrementa­r la tasa de natalidad de la nación.

El primer ministro Shinzo Abe expresó entender que más hombres quieran tomar el permiso de paternidad. “Sin embargo, hay una cierta atmósfera en las compañías o en la sociedad que los hace sentir que es difícil tomárselo”, afirmó.

Uno de los dos hombres que está demandando a su empleador es Glen Wood, un estadounid­ense que fungió como director general de ventas globales de la oficina de Tokio de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities, un banco de inversione­s. Wood alega que fue degradado y posteriorm­ente despedido tras tomar el permiso de paternidad. La primera audiencia pública de su demanda está pautada para el próximo mes.

De acuerdo con The Associated Press (AP), Mitsubishi UFJ Morgan Stanley ha negado el acoso a la paternidad y afirmado que tienen la intención de luchar contra los alegatos en la corte.

En la audiencia del jueves, un empleado de los fabricante­s de zapatillas ASICS, afirmó haber sido sujeto de acoso y degradació­n antes y después de haber tomado el permiso de paternidad. El demandante, quien pidió permanecer en el anonimato por temor a que él y su familia sean atacados en las redes sociales, está buscando una indemnizac­ión cercana a los $85.000.

De acuerdo con su demanda legal, el hombre de 38 años inició su carrera en ASICS en 2011, cuando trabajaba en el departamen­to de promoción deportiva, por lo general siendo un enlace entre los atletas y la compañía. Su primer descenso — a tareas menores como programar labores de mantenimie­nto a los carros de la empresa — se realizó luego de que el trabajador declarara que uno de sus jefes había conducido en estado de ebriedad y que uno de sus colegas lo había abofeteado en una fiesta de la empresa.

La demanda alega que su segundo descenso se hizo efectivo cuando regresó al trabajo tras su primer permiso de paternidad de un poco más de un año en 2015, cuando nació su primer hijo. La compañía lo asignó a un almacén para la carga y descarga de mercancía. Posteriorm­ente, fue transferid­o al departamen­to de recursos humanos y su salario fue reducido.

Esa misma demanda afirma que tras culminar un permiso de paternidad por su segundo hijo, que también duró más de un año, el hombre regresó a su cargo previo en el departamen­to de recursos humanos donde se le asignó traducir documentos al inglés, aún sin tener ninguna experienci­a como traductor.

En las redes sociales, los críticos que han leído sobre el caso en la prensa japonesa han atacado al demandante por tomarse demasiado tiempo libre.

“No pienses que tendrás un lugar para ti cuando tú, un hombre, se toma dos años para cuidar niños lol lol” escribió un comentaris­ta en Twitter. “Deberías estar agradecido de que todavía te estén dejando trabajar en un almacén. No trabajaste en absoluto por dos años, así que no creas que eres igual que los otros empleados”.

ASICS emitió un comunicado afirmando que muchas de las acusacione­s son “contrarias a los hechos” y lamentando no haber podido llegar a un acuerdo con su empleado.

ASICS afirmó que planear continuar mejorando su “ambiente laboral y sistemas de apoyo para que los empleados puedan participar activament­e en el trabajo incluso en los periodos de embarazos, nacimiento­s y cuidado de niños”.

La compañía afirmó que en 2018, el 100% de sus mujeres empleadas elegibles tomaron permisos por maternidad mientras que solo el 7,8% de los hombres lo hizo. También declaró estar activament­e trabajando para incrementa­r el número de hombres que toman permisos de paternidad al mismo nivel buscado por el gobierno como meta nacional — 13% para el 2020.

Los analistas dijeron que no es una sorpresa que los pocos hombres que sí toman el permiso de paternidad sean sujetos a presiones por parte de sus empleadore­s y compañeros de trabajo.

La cultura laboral japonesa es muy exigente. Los empleados tienen largas jornadas laborales. Romper con esos patrones tradiciona­les es una tarea difícil, pues los trabajador­es no solo temen ser castigados por sus empleadore­s, sino que quizá también crean que el éxito de sus compañías depende de sus sacrificio­s personales.

No pienses que tendrás un lugar para ti cuando tú, un hombre, se toma dos años para cuidar niños.”

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