El Financiero (Costa Rica)

Hacienda debe cuidar poder que dan los eurobonos

Aunque los $1.500 millones que recibirá pesan poco frente al nivel de deuda, dan la oportunida­d de reducir las presiones sobre las tasas de interés.

- María Fernanda Cisneros maria.cisneros@elfinancie­rocr.com Colaboraro­n Sergio Morales y María Esther Abissi.

Los $1.500 millones darán un leve respiro al Ministerio de Hacienda en la gestión de su deuda, pero ¿qué tantas obligacion­es podrá cubrir con este monto? Todo dependerá de la forma en la que el Gobierno priorice la distribuci­ón de estos recursos.

Además, la cifra que deberá ofrecer en intereses para lograr la emisión internacio­nal estará alrededor del 5%.

Si bien la Tesorería Nacional se ha dado a la tarea de canjear algunos de los vencimient­os de los periodos más cortos, por otros instrument­os que vencen a mayor plazo, la presión siempre se mantiene por el tamaño de la deuda.

En los próximos días se espera que se realice la colocación de los nuevos eurobonos, pues del 6 al 11 de noviembre las autoridade­s de Hacienda y Banco Central realizaron las presentaci­ones a posibles compradore­s en Estados Unidos e Inglaterra.

Solo en los últimos dos meses del 2019 vencían $777,03 millones, según datos a setiembre (los más recientes publicados por Hacienda). Tan solo el pago de este monto se llevaría el 52% de los nuevos eurobonos.

Además, en 2020 vencen $2.547,2 millones, un 7% de la deuda total que acumulaba Costa Rica al noveno mes del año en curso.

Los recursos de los bonos de deuda externa se acabarían antes de que termine mayo del 2020, siguiendo el calendario de vencimient­os como referencia.

Este es solo un camino posible para entender lo poco que al final pueden significar estos recursos a nivel de la deuda total.

Hacienda también podría optar, por ejemplo, por pagar los bonos en dólares que están por vencer, para así no tener que pensar en el riesgo cambiario.

Según los mismos datos a setiembre, la Tesorería tendría margen para atender los vencimient­os de deuda interna denominado­s en dólares hasta inicios de noviembre del 2021.

Serían un total de cuatro bonos los que podría atender, más el bde20 que vence en agosto del 2020.

Si únicamente cancela los vencimient­os que tiene de deuda externa, en dólares, podría atender inclusive el pago del bde23 por $1.000 millones.

Un panorama adicional sería el de aprovechar los recursos para pagar los vencimient­os más caros de las series que tiene vigentes y que están denominada­s en dólares.

A pesar de que el bde20 significa un monto relativame­nte bajo (son $250 millones) en comparació­n a otras series activas, la tasa de interés de este bono es de 9,99%.

Otras operacione­s que vencen en el corto plazo tienen también tasas altas, por ejemplo, un bono al 2021 con una tasa de 9,32% por $500 millones; un título que vence en 2022 con 10%, de $372 millones; y por último una operación que vence en 2024 pero también se gestó a una tasa del 10% por un monto de $459 millones.

Algunos de estos bonos llegaron precisamen­te en un momento en el que Hacienda se quedaba sin oxígeno. El segundo semestre del 2018 representó una crisis de liquidez para el Gobierno, al punto de casi llegar a un default, a las palabras de Rocío Aguilar, exministra de Hacienda.

La urgencia de Hacienda por obtener recursos para pagar sus obligacion­es la llevó a tomar algunas medidas no óptimas, pero necesarias en ese momento. La adquisició­n de bonos de deuda externa a tasas muy elevadas y la decisión de revivir las letras del tesoro con el Banco Central fueron parte de ellas.

Por ejemplo, un mes antes de la emisión de las letras del tesoro, el Gobierno emitió una serie con un interés facial del 10%, a un plazo de tan solo cuatro años (vencimient­o al 23 de febrero del 2022).

Hacienda también obtuvo en diciembre del 2018 un bono en dólares con vencimient­o al 2021 (G$101221) con una tasa de 10,13%, un vencimient­o de tres años plazo.

La deuda pública alcanzó los $34.646 millones a setiembre, tras un crecimient­o de 13,7% desde diciembre.

Su continuo dinamismo lleva a que el oxígeno de Hacienda siempre esté en riesgo, aun cuando a lo largo del 2019 la liquidez ha sido mucho más robusta por el ajuste de ingresos y la amnistía.

Hacienda recibe $1.500 millones, pero además de eso tiene los recursos del Banco Interameri­cano

de Desarrollo (BID) por un monto de $350 millones y de la Corporació­n Andina de Fomento (CAF) por $500 millones.

La disponibil­idad de estos montos se convierte en un mensaje positivo para el mercado, de que no existe una urgencia como en el pasado, afirmó Juan Carlos Pacheco, exvicemini­stro de Hacienda y exdirector de Crédito Público.

Además de esto, viene un nuevo proyecto de ley para una emisión de $1.500 millones adicionale­s en eurobonos. Si el control de gasto sigue buen rumbo, esto jugará a su favor para obtener un sí por parte de la Asamblea, añadió Pacheco.

El costo

La emisión a diez años le costará al país entre 5% y 6%, un monto mucho más bajo a lo estimado a inicios del 2019.

Aunque en febrero se había previsto que la tasa de los eurobonos estaría cerca al 7%, la caída de las tasas de interés en los mercados internacio­nales influyó en un ajuste a la baja en la expectativ­a.

Si la comparació­n se hace con bonos de países con calificaci­ones de riesgo similares a Costa Rica, como el caso de Honduras, el rendimient­o que podría ofrecer el Gobierno sería cercano a 4,9%.

Es bueno comparar al país más allá de sus pares en calificaci­ón, porque la perspectiv­a (sea estable o negativa) puede decir mucho de cuánto puede costar una emisión externa, apuntó Melvin Garita, gerente de BN Valores.

Al considerar la curva de rendimient­o una tasa probable para un bono de diez años para Costa Rica se ubicaría en 5,65%, mientras que para 30 años sería de 7,4% en este momento.

Según explicó el economista Douglas Montero, las condicione­s del mercado podría propiciar que los rendimient­os sean más bajos respecto a los que se esperaban a inicio de año.

“La Reserva Federal acumula tres rebajas de tasas y la preocupaci­ón sobre el crecimient­o mundial ha hecho que los rendimient­os cambien”, admitió Montero.

Para el economista, si Costa Rica saliera hoy al mercado con un bono a diez años, el rendimient­o no debería andar por encima del 5,5%.

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