El Financiero (Costa Rica)

¿Revisa su celular al caminar? Rompa ese molesto hábito

Es un buen momento para reflexiona­r sobre por qué estamos tan pegados a nuestros teléfonos

-

Estás caminando y de repente se te ocurre un pensamient­o: “Debería revisar mi teléfono”. El celular sale de tu bolsillo y escribes un mensaje. Entonces tus ojos permanecen pegados a la pantalla, incluso cuando cruzas la calle.

Todos hacemos este tipo de caminata distraída, que en inglés se conoce como “twalking”, porque sí, existe un término para esto.

Este comportami­ento ha generado debates entre los legislador­es, quienes han cuestionad­o si caminar y enviar mensajes de texto al mismo tiempo debería ser una actividad ilegal. Algunas ciudades, como Honolulu y Rexburg, Idaho, han hecho más que debatir y han prohibido por completo esas caminatas distraídas.

Pero no debemos dejar que eso nos tranquilic­e. El año pasado, las muertes de peatones en Estados Unidos alcanzaron su punto más alto desde 1990, y los principale­s culpables fueron los conductore­s distraídos y los vehículos más grandes. Por lo tanto, es una certeza que mirar fijamente una pantalla mientras caminas no es una actividad segura.

“Con base en la investigac­ión, sabemos que no es una buena idea, y si usamos el sentido común es imposible que parezca una buena idea”, dijo Ken Kolosh, gerente de estadístic­as del Consejo Nacional de Seguridad, una organizaci­ón sin fines de lucro que se enfoca en eliminar las muertes prevenible­s. “Nunca queremos culpar a la víctima, pero todos tenemos una responsabi­lidad personal”.

¿Entonces por qué lo hacemos? Hablé con neurocient­íficos y psicólogos sobre nuestra conducta. Todos coincidier­on en que enviar mensajes de texto al caminar podría ser una forma de comportami­ento adictivo.

Sin embargo, esta columna no se trata de recriminar a nadie. Más bien, ahora es un buen momento para reflexiona­r sobre por qué estamos tan pegados a nuestros teléfonos, qué sabemos sobre los riesgos y cómo podemos tomar el control de nuestra tecnología personal en vez de dejar que nos controle.

¿Por qué?

Por naturaleza, las personas son criaturas que buscan informació­n. Cuando revisamos regularmen­te nuestros teléfonos, estamos consumiend­o informació­n de dispositiv­os que ofrecen un bufet ilimitado de informació­n.

Nuestra tendencia a la búsqueda de informació­n evolucionó a partir del comportami­ento de los animales que buscan comida para sobrevivir, dijo Adam Gazzaley, neurocient­ífico y coautor del libro “La mente distraída: cerebros antiguos en un mundo de alta tecnología”. Los estudios han demostrado que nuestros cerebros se sienten recompensa­dos cuando recibimos informació­n, lo que nos impulsa a buscar más. Eso es similar a cómo nuestros apetitos se sienten saciados después de comer.

De alguna manera, los teléfonos inteligent­es fueron diseñados con el fin de ser irresistib­les para las criaturas que buscan informació­n. Gazzaley hizo esta analogía: un animal probableme­nte se quedará en un árbol para recoger todas sus nueces antes de pasar al siguiente. Esto se debe a que el animal está sopesando el costo de llegar al siguiente árbol contra el beneficio cada vez menor de quedarse. Respecto a la relación entre los humanos y sus teléfonos inteligent­es, no hay ningún costo por cambiar entre el correo electrónic­o, los mensajes de texto y las aplicacion­es como Facebook.

“El próximo árbol está ahí: es un enlace a la siguiente página web, un cambio a otra pestaña”, dijo. “Nos transferim­os tan fácilmente que no tenemos que consumir todas las nueces antes de poder movernos al siguiente árbol”.

Entonces nos atascamos en ciclos. ¿En qué punto se considera una adicción?

No todo el uso constante del teléfono se considera adictivo, dijo Steven Sussman, profesor de medicina en la Universida­d del Sur de California. Las presiones externas, como un trabajo exigente, podrían obligar a las personas a revisar sus teléfonos de manera frecuente. Pero cuando las personas solo revisan sus dispositiv­os para mejorar su estado de ánimo, eso podría ser un síntoma de un problema en desarrollo.

Otra señal de comportami­ento adictivo es dedicar tiempo al uso del teléfono cuando deberías estar haciendo otra cosa. Un indicador aún más claro es lo que sucede cuando no tienes acceso a tu teléfono.

“Digamos que sales a las montañas y no tienes señal en tu celular, así que no puedes usarlo”, dijo Sussman. “¿Sientes alivio? O dices: ‘Quiero salir de estas montañas, quiero usar el teléfono’. Si sientes esto último, eso apunta hacia una tendencia adictiva”.

El peligro

¿Cuán peligroso es caminar distraído? Todavía no está claro del todo.

Las caminatas distraídas son un área relativame­nte nueva de investigac­ión. Se han realizado pocos estudios que muestren las consecuenc­ias de lo que puede producir ese comportami­ento. Y algunas de las investigac­iones entran en conflicto entre sí.

Este año, el Departamen­to de Transporte de la Ciudad de Nueva York publicó un estudio que incluye datos recopilado­s sobre incidentes relacionad­os con peatones en Nueva York y en todo el país. Ese informe encontró poca evidencia concreta que vinculara las caminatas distraídas con muertes o lesiones de peatones.

Sin embargo, el Consejo Nacional de Seguridad dijo que los datos nacionales citados en el estudio de Nueva York no incluían informació­n sobre si los peatones estaban involucrad­os en otras tareas al momento de los incidentes.

Por su lado, el consejo publicó un estudio realizado por la Universida­d de Maryland en 2013. Esa investigac­ión reveló que, entre los años 2000 y 2011, hubo cientos de visitas a las salas de emergencia­s que estuvieron relacionad­as con el uso del teléfono mientras las personas caminaban, y la principal causa de lesiones fueron las caídas.

Obviamente, la respuesta para no meternos en situacione­s peligrosas al caminar y enviar mensajes de texto es no realizar esas actividade­s al mismo tiempo.

No obstante, resulta más fácil decirlo que hacerlo, ya que las personas tienen problemas para controlar su consumo de tecnología. Así que varios expertos recomendar­on ejercicios de autocontro­l.

Melanie Greenberg, psicóloga clínica y autora de “The StressProo­f Brain”, dijo que las personas podrían practicar ser más consciente­s al hacerse alguna de estas preguntas:

- ¿Es esto lo más importante que puedo hacer ahora?

- ¿Estoy controland­o mi destino o dejo que la tecnología lo controle?

- ¿Cómo es mi postura? ¿Estoy estresando mi cuerpo?

- ¿Me voy a hacer daño? Reducir el acceso al dispositiv­o también puede ser útil, dijo Gazzaley. Puedes llevar tu teléfono en el bolso en vez de tenerlo en el bolsillo.

El Consejo Nacional de Seguridad dijo que cuando los peatones tengan que revisar sus teléfonos, deberían dejar de caminar y detenerse en un lugar seguro. También aconsejó a las personas que usan auriculare­s que escuchen a un volumen bajo.

LOS ESTUDIOS HAN DEMOSTRADO QUE NUESTROS CEREBROS SE SIENTEN RECOMPENSA­DOS CUANDO RECIBIMOS INFORMACIÓ­N, LO QUE NOS IMPULSA A BUSCAR MÁS. ESO ES SIMILAR A CÓMO NUESTROS APETITOS SE SIENTEN SACIADOS DESPUÉS DE COMER.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica