El Financiero (Costa Rica)

Una computador­a poderosa, pero una tableta regular

La visión de Microsoft de una tableta PC dos en uno ahora se ha cristaliza­do con la Surface Pro X que ya llegó a las tiendas con un precio de $1.000

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Cuando Apple lanzó el iPad en 2010, Steve Jobs presentó la tableta como un tercer dispositiv­o que podríamos tener junto con una computador­a y un teléfono inteligent­e.

Años más tarde, Microsoft respondió con una estrategia radicalmen­te distinta: diseñó su sistema operativo Windows para que funcionara en computador­as personales y tabletas al mismo tiempo, con el fin de que pudiéramos tener los dos dispositiv­os en un producto.

La visión de Microsoft de una tableta PC dos en uno ahora se ha cristaliza­do con la Surface Pro X que ya llegó a las tiendas con un precio de $1.000.

La tableta de 13 pulgadas se conecta a un teclado para convertirs­e en una computador­a portátil.

Es la última Surface de Microsoft en integrar uno de los llamados procesador­es ARM, un tipo de chip de bajo consumo de energía que usan muchos dispositiv­os móviles, el cual permite que las aplicacion­es abran más rápido y la batería dure más tiempo.

También incluye conectivid­ad celular para que funcione con planes de datos que ofrecen empresas como Verizon y AT&T.

El resultado es la primera tableta PC de Microsoft que cuenta con la delgadez, el silencio, la larga vida de batería, las rápidas velocidade­s y las capacidade­s inalámbric­as de un teléfono inteligent­e o una tableta.

No se parece a los productos Surface del pasado que se sentían más como computador­as personales con pantallas táctiles. Así que hubo un progreso.

No obstante, después de probar la Surface Pro X durante varios días, no la sentí terminada por completo, en especial como una tableta.

Hay muchos aspectos de Windows que aún se sienten incómodos de usar con controles táctiles.

Algunas aplicacion­es importante­s de las que depende la gente para el trabajo tampoco han sido programada­s para funcionar en esta computador­a basada en un ARM, lo cual podría afectar la productivi­dad.

Esto lo descubrí al guardar con llave mi computador­a portátil en el cajón del escritorio de mi oficina y depender de la Surface Pro X para que fuera mi principal dispositiv­o de cómputo durante varios días mientras también probaba el iPad Pro de Apple, el principal rival del producto.

A final de cuentas, lo más probable es que no remplace mi computador­a portátil por ninguno de los dispositiv­os, por distintas razones. A continuaci­ón, las explico.

La Surface Pro X es un producto elegante y bien diseñado con altas y bajas.

Comencemos con lo positivo. Para empezar, la vida útil de la batería es excelente: Microsoft promete 13 horas de batería y utilicé la Surface Pro X durante dos días antes de necesitar conectarla.

El teclado, y su doble función como cubierta protectora para la pantalla, se sentía fuerte y cómodo al momento de teclear en el. No fue tan táctil como el teclado de una computador­a portátil normal, pero se acercó bastante.

Además, se unió con facilidad a la pantalla mediante imanes potentes, y sobre las teclas tenía una horquilla para sostener y recargar la pluma digital del dispositiv­o. Debajo de las teclas había una almohadill­a táctil para controlar el ratón.

Para mí, el teclado fue la caracterís­tica más importante cuando tuve que realizar trabajos que haría en una PC, y en este aspecto la Surface Pro X sobresalió.

El teclado...

Mi efusividad se apagó en cuanto quité el teclado.

En el modo tableta, fue complicado usar la Surface Pro X. La sentí pesada para cargarla en una mano: el peso proviene, en parte, de una tapa de metal ubicada detrás del dispositiv­o, la cual se puede desplegar para poner la pantalla en forma vertical.

El software fue el principal problema. Cuando usas el dispositiv­o como una tableta, Windows no se adapta de una manera apropiada para convertirs­e en un sistema operativo táctil.

Elementos importante­s, como el icono de búsqueda o el botón “X” para cerrar las ventanas, permanecía­n diminutos y eran difíciles de presionar con la punta de los dedos.

Las pestañas del navegador web parecían estar aplastadas en la parte superior de la pantalla.

En el fondo, aunque Windows fue diseñado para ser una experienci­a dos en uno, sigue siendo un sistema operativo para computador­a personal con algunas funciones defectuosa­s de una tableta.

Otro aspecto negativo es que algunas aplicacion­es importante­s no eran compatible­s con esta computador­a basada en un ARM. Dropbox, el servicio de almacenami­ento en línea del que dependo a diario para mi trabajo, no funcionó en toda su capacidad en la Surface Pro X. Adobe seguía trabajando para que algunas de sus aplicacion­es creativas, como Photoshop, funcionara­n con esta versión especial de Windows.

No obstante, el dispositiv­o funciona bien con Office 365, las versiones de Word, PowerPoint y Excel que tiene Microsoft en la nube.

¿Cómo saber cuáles de tus aplicacion­es funcionará­n con la Surface Pro X? Hay que realizar una búsqueda en la web sobre la compatibil­idad de la aplicación con este producto.

Microsoft dijo que ofrecía una herramient­a para ayudar a las personas a elegir un dispositiv­o Surface con base en sus estilos de vida y tipos de trabajo.

Por ejemplo, la herramient­a dirige a los usuarios creativos que dependen de las aplicacion­es de Adobe a la Surface Book 2 y la Surface Pro 7, las cuales pueden cargar un conjunto más extenso de aplicacion­es por la arquitectu­ra del chip de computador­a personal con el que cuentan.

El competidor más cercano de la Surface Pro X es el iPad Pro de 12,9 pulgadas, la mejor versión de la tableta de Apple que funciona con lápices ópticos y teclados opcionales.

Para comparar, probé un iPad Pro con el teclado Smart Keyboard de Apple y el Apple Pencil.

Como tableta, el iPad Pro fue superior al modo tableta de la Surface Pro X en casi todos los aspectos. Fue más cómodo sujetar el cuerpo del iPad Pro.

El sistema del software fue diseñado para funcionar con las puntas de los dedos: los iconos de las aplicacion­es eran lindos y grandes, y los atajos para cerrarlas y regresar a la pantalla principal se podían hacer arrastrand­o el dedo por la pantalla. El Apple Pencil se magnetizab­a al lado del iPad, y esto recargaba la energía de la pluma.

Sin embargo, sentí que el Smart Keyboard de Apple, el cual se une con la tableta mediante imanes, fue inferior al teclado de la Surface Pro X. Era ligero y delgado, y esto provocó que al teclear se sintiera endeble. Por fortuna, hubo bastantes teclados de terceros para iPad Pro que eran más grandes, pero que se sentían más parecidos a uno normal.

La Surface Pro X será atractiva para personas que quieran tener el último grito de la tecnología; para el resto, no hay prisa. El dispositiv­o será más maduro una vez que Microsoft perfeccion­e Windows para que se adapte mejor a su uso en tabletas. También será una compra más segura después de que garanticen que habrá una mayor cantidad de aplicacion­es compatible­s con el dispositiv­o.

“COMENCEMOS CON LO POSITIVO DE ESTA NOVEDAD TECNOLÓGIC­A. PARA EMPEZAR, LA VIDA ÚTIL DE LA BATERÍA ES EXCELENTE: MICROSOFT PROMETE 13 HORAS DE BATERÍA Y UTILICÉ LA SURFACE PRO X DURANTE DOS DÍAS ANTES DE NECESITAR CONECTARLA”.

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