Fabricantes de cubrebocas en carreras por coronavirus
China produce aproximadamente la mitad de las mascarillas sanitarias del mundo, cerca de 20 millones diarias
El zumbido incesante de las máquinas haciendo eco a través del piso de una cavernosa fábrica francesa esta semana es el resultado inesperado del virus mortal que prácticamente ha paralizado ciudades en China y en otras partes de Asia. Resulta que la empresa, Kolmi Hopen, fabrica un artículo que repentinamente es uno de los lujos más en boga en el mundo: el cubrebocas quirúrgico.
La fábrica, que se encuentra en Angers, por lo general fabrica alrededor de 170 millones de cubrebocas quirúgicos anualmente, pero en la última semana ha recibido pedidos por la asombrosa cantidad de 500 millones, lo que saturó los buzones del departamento de venta con un pedido cada minuto o dos. Kolmi Hopen se está apresurando a contratar a más trabajadores para mantener las máquinas funcionando las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.
“Fabricamos cubrebocas tan rápido como podemos”, comentó Guillaume Laverdure, gerente general de la matriz de Kolmi Hopen, Medicom con sede en Canadá, mientras los conductores de los montacargas transportaban cajas de cubrebocas recién fabricados a los camiones.
“No obstante, la demanda sigue en aumento”, agregó.
El brote de coronavirus ha desatado una carrera por conseguir mascarillas protectoras en toda China y en ciudades grandes. Para frenar la propagación del virus, el gobierno chino ha ordenado a sus ciudadanos llevar cubrebocas cada vez que salen. Algunos profesionales de la salud afirmaron que, una vez que se usa uno, se debe remplazar por otro nuevo, lo cual ha generado una explosión en la demanda. Se han vuelto habituales las escenas lúgubres de personas haciendo fila durante horas para obtener un protector para el rostro y que al final deben marcharse porque las farmacias ya no tienen.
“No logro encontrar un solo cubrebocas que comprar”, comentó Sandy Lo, de 60 años, en Hong Kong. “Ya no sé qué tiendas tienen existencias”. Dijo que ella reutiliza los cubrebocas “porque, ¿qué más podría hacer?”.
La mayoría de los cubrebocas de todo el mundo se fabrican en China y Taiwán, pero las fábricas de esos lugares, incluyendo aquellas dirigidas por Medicom, han sido obligadas a detener sus exportaciones temporalmente para cumplir con las exigencias del gobierno de reservarlos para los habitantes frenéticos.
El 3 de febrero, el gobierno chino, reconociendo que se necesitaban cubrebocas quirúrgicos y otro equipo protector de manera urgente, aseguró que comenzaría a importarlos de Europa, Japón y Estados Unidos para ayudar a compensar el desabasto.
Esto ha convertido al puesto de avanzada de Kolmi Hopen, en el oeste de Francia, en un centro de actividad insólito. Los teléfonos de la fábrica no han parado de sonar conforme los compradores de suministros médicos exploran todo el mundo en busca de fabricantes de cubrebocas.
La demanda de mascarillas respiratorias de alta filtración es especialmente grande, pues pueden ser más efectivas que los cubrebocas quirúrgicos para combatir la propagación de gotas menudas llenas de virus, dijo Laverdure. Otra fábrica de Medicom que manufactura cubrebocas, en Augusta, Georgia, también ha aumentado su producción. Laverdure se negó a hablar de detalles financieros, incluido el costo de las mascarillas.
Lavarse las manos
Algunos científicos afirmaron que no hay muchas pruebas de que los cubrebocas realmente protejan a personas sanas (el lavado de manos podría ser más importante).
Aun así, conforme el coronavirus se propaga, ya hay miles de casos confirmados y cientos de muertes, los expertos temen que el suministro de cubrebocas y otros artículos de protección sanitaria comiencen a agotarse en otros países… incluso para su uso en procedimientos médicos de rutina. Las farmacias en Estados Unidos han comenzado a reportar escasez.
El frenesí de los pedidos en Kolmi Hopen pone en evidencia la perturbación a gran escala que puede provocar China en la cadena de suministro mundial, incluso para los productos más especializados, si las fábricas chinas no logran funcionar a su máxima capacidad.
Tan solo China produce aproximadamente la mitad de las mascarillas sanitarias del mundo, cerca de 20 millones diarias o más de 7.000 millones al año, para suministrar a hospitales y trabajadores médicos en muchos países. Taiwán aporta el 20% del suministro mundial.
La producción de cubrebocas ya había disminuido, pues las fábricas chinas habían desacelerado su producción por los festejos del Año Nuevo Lunar a principios de enero. Algunas fábricas cerca de Wuhan, el epicentro del brote de coronavirus, todavía no restablecen por completo la producción y están operando al 60% de su capacidad, de acuerdo con el gobierno.
La fábrica de Medicom en Wuhan, que elabora batas quirúrgicas, se encuentra entre las que han retrasado su reapertura. La sucursal de la empresa que fabrica cubrebocas en Taiwán ya no tiene permitido exportar. Además, el gobierno envió supervisores a la fábrica de Medicom en Shanghái, y está requisando los tres millones de cubrebocas que se producen al día inmediatamente después de que salen de la línea de producción, comentó Laverdure.
La falta de suministro podría empeorar debido a que las piezas para las mascarillas y los respiradores se fabrican en distintos países. Más del 90% de los cubrebocas quirúrgicos que se venden en Estados Unidos se producen en el extranjero, de acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Algunas piezas, o en ocasiones el ensamblaje final, podrían producirse o realizarse no solo en China y Taiwán, sino también en Japón, Vietnam, México y Colombia.
“Estos países podrían cortar nuestra cadena de producción con facilidad”, comentó Laurie Garrett, una experta en políticas y periodista ganadora del Premio Pultizer que ha escrito acerca del SRAS, el ébola y otros brotes.
Conforme el suministro de China para el mundo comienza a escasear, los proveedores médicos de todo el mundo, incluyendo gigantes de la industria como Honeywell y 3M, están considerando fuentes alternativas. A través de sus representantes, ambas empresas aseguraron que están experimentando un aumento en la demanda y que están emprendiendo acciones para aumentar la producción en todos los lugares posibles.
Funcionarios de Medicom dieron a conocer un plan de emergencia para la fábrica de Angers con el objetivo de sumar 30 trabajadores a los 100 que conforman su personal, y están considerado una producción ininterrumpida. La empresa está fabricando más de un millón de cubrebocas al día, el doble de su producción habitual, dijo Laverdure.
Algunos profesionales de la salud afirman que, una vez que se usa un cubrebocas, se debe remplazar por otro nuevo“.