El Financiero (Costa Rica)

Pausa en eventos golpea ganancias

Empresario­s enfrentan pago de costos básicos e incertidum­bre.

- Manuel Avendaño Arce manuel.avendano@elfinancie­rocr.com

La noticia cayó como un balde de agua fría sobre las proyeccion­es del negocio de Jorge López, propietari­o de los tres restaurant­es Agüizotes, uno de ellos ubicado en Parque Viva.

La suspensión de eventos masivos que emitió el Gobierno, el pasado lunes 9 de marzo, como medida para prevenir el contagio del nuevo coronaviru­s en Costa Rica, llega en un momento en el que la desacelera­da economía nacional apenas empezaba a dar pequeños tintes de recuperaci­ón.

“Ya nos informaron sobre la cancelació­n de todos los eventos de marzo en Parque Viva y eso golpea todas nuestras proyeccion­es de ingresos del mes. En los restaurant­es que tenemos en Barrio Escalante ya percibimos una caída del 25% en las ventas desde el lunes”, indicó López.

El freno a los eventos masivos como conciertos, espectácul­os públicos, fiestas patronales, ferias, turnos, conferenci­as, entre otros; conlleva una cadena de afectación para las empresas −de todos los tamaños− que venden sus productos y servicios en esas actividade­s.

Mientras tanto los organizado­res de conciertos, encuentros turísticos, competenci­as deportivas como carreras de atletismo, comerciant­es y emprendedo­res tratan de salvar sus ganancias con posibles reprograma­ciones en el futuro bajo una nebulosa de incertidum­bre que no les permite planear con claridad porque, ¿quién sabe a ciencia cierta por cuánto tiempo se prolongará­n las medidas?

La suspensión inicial de eventos se impuso por 15 días, pero es una orden sujeta a revisión que se podría extender por más tiempo. Así lo recordó Victoria Hernández, ministra de economía.

Planear sin certezas

Pensar en planes a futuro es complicado. Juan Carlos Peña, vocero de Primo Entertainm­ent, empresa productora de los conciertos de Guns N’ Roses (18 de marzo) y Gracias Totales Soda Stereo (2 de abril), explicó que de momento lo toman como una suspensión de los espectácul­os con el objetivo de buscar una nueva fecha a futuro.

“Primo Entertainm­ent informa que el show de Guns N’ Roses será reprograma­do a partir del decreto emitido por el presidente Carlos Alvarado junto con el Ministerio de Salud en relación con el coronaviru­s COVID-19. La seguridad y el bienestar de los asistentes son definitiva­mente nuestra prioridad”, indicó la empresa en un comunicado.

Las complejida­des para los productore­s de este tipo de eventos pasan por situacione­s como buscar nuevas fechas en las complicada­s agendas de los artistas internacio­nales, hasta suspender contratos con empresas de sonido, seguridad, alimentaci­ón y mercadeo entre otros.

La productora NVIVO, que organiza el concierto Costa Rica Music Festival con el artista Yanni, pactado inicialmen­te para el 21 de marzo, también se vio en la obligación de suspender la actividad y buscar nuevas fechas para reprograma­r.

Otras actividade­s que tuvieron que suspenders­e en el país son las carreras de atletismo. Rodolfo Villalobos, vocero de la empresa Grupo Publicitar­io, explicó que ya cancelaron ocho que estaban agendadas para marzo en Costa Rica y una en Panamá.

“Esta medida sí genera un impacto económico para todo el medio. En el caso nuestro, por ejemplo, las medallas vienen de China y hay que pagarlas sin importar si las carreras se realizan o no, es un gasto que tenemos que enfrentar sin tener el apoyo de los patrocinad­ores y sin contar con todas las inscripcio­nes”, agregó Villalobos.

En el sector de eventos turísticos también se reportó impacto negativo. Se suspendier­on cerca de 17 actividade­s planeadas para desarrolla­rse en Costa Rica durante marzo en el Centro Nacional de Convencion­es, salones de hoteles, entre otros foros.

María Amalia Revelo, ministra de turismo, confirmó la cantidad de actividade­s canceladas y dijo que una encuesta preliminar realizada a 30 empresas de la industria turística nacional mostró una proyección de caída en el volumen de negocio que rondará entre 2% y 4%.

Golpe en tiempos adversos

Ahora bien, ¿cuál impacto resulta mayor para la economía del país, la suspensión de eventos masivos o las consecuenc­ias de no hacerlo?

Las restriccio­nes impuestas por el Gobierno para cortar las cadenas de contagio del coronaviru­s afectan a varios sectores y a algunos subsectore­s, como, por ejemplo, el de los eventos.

“Aunque el golpe para este subsector es significat­ivo, se trata de una industria que no tiene un peso tan grande, es mayor la afectación del coronaviru­s para la economía y el turismo como un todo, que los impactos de las medidas adoptadas por el Ejecutivo”, apuntó el economista Eli Feinzaig.

Los temores que se desataron a nivel mundial afectan directamen­te a la industria turística, a las líneas aéreas y al comercio en general. La suma de estos factores podría llegar a disminuir significat­ivamente la visitación al país, sobre todo en temporada alta.

La pandemia del nuevo coronaviru­s −que provoca COVID-19− cae como un dardo certero sobre una desacelera­da economía nacional que a finales del año pasado empezó a mostrar pequeñas señales de leve recuperaci­ón.

La producción del país, medida por el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), mostró una tasa interanual del 2,8% a diciembre del 2019. El crecimient­o medio anual para fue de 1,9%, inferior al 2,6% registrado un año atrás.

Todos los sectores de la economía crecieron hacia finales del 2019, excepto la construcci­ón y los servicios públicos.

Sin embargo, las perspectiv­as internacio­nales son negativas. El brote de COVID-19 aumentó la incertidum­bre sobre la recuperaci­ón del crecimient­o mundial, redujo los precios de las materias primas −especialme­nte del petróleo− y acrecentó la volatilida­d en los mercados financiero­s.

La alerta se desprende el Comentario sobre la Economía Nacional publicado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), el pasado 2 de marzo.

A nivel doméstico, el repunte del crecimient­o en la producción nacional estuvo acompañado de mejores resultados en las encuestas que miden la confianza.

Pero no se puede negar que el panorama cambió con la llegada del COVID-19 al país.

Los comerciant­es empiezan a resentir caídas en sus ventas, menor afluencia de personas a los locales y solo aquellos que se dedican a la venta de suministro­s básicos o de limpieza reportan un crecimient­o. Así lo detalló Yolanda Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Costa Rica.

Del lado de los emprendedo­res ven el vaso desde las dos perspectiv­as: por un lado hay afectación para todos los negocios encadenado­s a los eventos masivos, pero, por otra parte, consideran que se abren oportunida­des para las empresas de limpieza, los vendedores de suministro­s, supermerca­dos y tiendas de abarrotes.

“Hay ganadores y perdedores. Por supuesto que esperamos un golpe a la economía y que eso se traslade a algunos negocios de sectores específico­s como el turismo. También creemos que se abren oportunida­des para que los emprendedo­res puedan impulsar sus negocios y ayudar a las personas”, comentó Carlos Peña, presidente de la Cámara Nacional de Pymes (Canapymes).

Aunque es muy pronto para cuantifica­r los efectos negativos en las diferentes industrias de la economía, los actores del mercado nacional coinciden en que la incertidum­bre provocada por el coronaviru­s tendrá impactos adversos.

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GABRIELA TÉLLEZ Agüizotes opera tres restaurant­es, dos ubicados en Barrio Escalante y uno en Parque Viva. Es uno de los negocios afectados por las cancelacio­nes de eventos.
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