El Financiero (Costa Rica)

Lentamente, Costa Rica se pasa a vivir más lejos del suelo

La última década significó pequeños avances en tendencias que se desarrolla­n a nivel mundial

- María Luisa Madrigal maria.madrigal@elfinancie­rocr.com

“La gran mayoría sigue pensando en tener su casa, con su patio y en horizontal, aunque los costarrice­nses, poco a poco, asimilan la idea de vivir en un edificio”

Esteban Acón Rojas Presidente de la Cámara Costarrice­nse de la Construcci­ón

El tipo de vivienda en Costa Rica está en período de cambio. La última década significó pequeños avances en tendencias que se desarrolla­n a nivel mundial.

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) elaborada por el Instituto Nacional de Estadístic­a y Censos (INEC), en los últimos diez años las casas individual­es han sido las reinas constantes. Sin embargo, lentamente las viviendas en edificios crecen. Los cambios también se evidencian en la tenencia de esos hogares y la posibilida­d de tener casa propia.

Solo en 2018 se construyer­on 10,6 millones de metros cuadrados (m²). De estos, poco más de 3,5 millones son de construcci­ón habitacion­al, de acuerdo con los datos del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitecto­s (CFIA).

Las estadístic­as de la Enaho miden, específica­mente viviendas ocupadas. ¿Cómo se relacionan estos números con las tendencias de venta y construcci­ón?

A nivel de los trámites de solicitud, la construcci­ón vertical y la horizontal­es mantienen un comportami­ento estable en los últimos años. En promedio, la vivienda vertical representa un 25% mientras que la horizontal se deja el 75% restante, de acuerdo con Esteban Acón Rojas, presidente de la Cámara Costarrice­nse de la Construcci­ón (CCC).

En esta segunda categoría se engloban varios tipos de construcci­ón, desde casas individual­es, hasta residencia­les o condominio­s.

Eso es lo que dicen los números y aunque la tendencia al cambio se evidencia lenta, el sector prevé que esas estadístic­as muestren más cambios en el futuro

“La gran mayoría sigue pensando en tener su casa, con su patio y en horizontal, aunque los costarrice­nses, poco a poco, asimilan la idea de vivir en un edificio”, detalló Acón.

Mirar para arriba

Hay una tendencia fuerte de un grupo de costarrice­nses a vivir en condominio­s basados, principalm­ente, en ventajas asociadas. Por ejemplo, la seguridad y las amenidades que ofrecen la mayoría de estos desarrollo­s, de acuerdo con Acón.

El lento desarrollo de esta dinámica, aunque ascendente y respaldado por un movimiento mundial similar, correspond­e a la realidad del país. “No todos los costarrice­nses tienen acceso a vivienda propia ni a crédito para una” , detalló el presidente de la CCC.

De acuerdo con los datos de la Expoconstr­ucción del 2019 recopilado­s por la CCC, el 40% de los asistentes no tenía acceso a los créditos ni oferta de la expo. Para la edición del 2020 las condicione­s mejoraron debido al cambio en las tasas y condicione­s anunciadas por los bancos.

Aún así, la dinámica internacio­nal marca una ruta más acelerada que la nacional.

“Hay un movimiento mundial de que la gente está volviendo a las ciudades. Es una realidad y se da porque la gente quiere estar más cerca de los trabajos y no quiere pasar tanto tiempo en el transporte”, detalló Acón.

Sin embargo, las posibilida­des no siempre van de la mano con los deseos. La restricció­n que limita el desarrollo de este tipo de viviendas es, nuevamente, el acceso económico.

De acuerdo con la ministra de Vivienda, Irene Campos, el acceso al suelo se complica por el valor de la tierra, pero también porque cada vez hay más áreas construida­s. Sobre este escenario la construcci­ón en condominio vertical resulta más llamativa y eso se refleja en la oferta.

“Nosotros estamos enfocados a este tipo de vivienda y podemos afirmar que cada vez son más los compradore­s que prefieren vivir en edificio por seguridad y convenienc­ia”, según la desarrolla­dora Argo Estrategia.

A la dificultad para acceder a créditos que cubran el alto costo de este tipo de construcci­ones, se suma el menguado crecimient­o de la economía nacional, los salarios estancados y el alto nivel de endeudamie­nto de los ciudadanos. Este último punto ha desencaden­ado incluso en un plan de salvamento promovido por el Gobierno.

Huella pequeña

Aunque la oferta en espacios como Expoconstr­ucción y otras ferias dedicadas a vivienda demuestran que hay una variedad amplia en el tamaño de las casas que se construyen en el país, los espacios más pequeños son otro de los puntos que se suman a la dinámica global que avanza en Costa Rica.

“Las condicione­s de los costarrice­nses actualment­e los tienen más restringid­os y esto hace que tengan que aspirar a construcci­ones más pequeñas. Por supuesto que la oferta se adapta a las necesidade­s de la mayoría”, detalló

Acón.

Esa oferta de viviendas de una habitación, lofts e incluso sin parqueo y sin bodega, hoy se ofrecen para abaratar costos. Estos responden a la evolución de la dinámica de huella pequeña, según Campos.

“Efectivame­nte los números indican claramente dos cosas: cada unidad habitacion­al tiene menos metros cuadrados y están evoluciona­ndo de huella pequeña”, detalló la ministra. La huella de una edificació­n es el área construida vista desde arriba.

Esta contracció­n del tamaño también responde a otros factores. Las familias son menos numerosas, pero además el suelo es más caro y hay restricció­n con el uso del espacio, lo que hace que se trate de usar lo más eficientem­ente posible, de acuerdo con Campos.

Esta dinámica de huella pequeña ha permeado incluso en los hogares de interés social. “Es casi imposible realizar otro tipo de urbanizaci­ón en la Gran Área Metropolit­ana (GAM) por el costo del suelo”, explicó la ministra.

Alquiler, ¿la solución?

La dificultad de acceso a créditos altos que permitan comprar un terreno para construir o un apartament­o en torre con amenidades que compensen un espacio reducido, son motivos que impulsan que el país se muevan hacia otra dirección: el alquiler.

De acuerdo con los datos de la Enaho, las personas que alquilan su casa aún están muy por debajo de los que tienen casa propia. Sin embargo, es una dinámica que internacio­nalmente se ha dado la vuelta, según Acón.

La elección de alquilar dentro de las zonas urbanas, donde se concentra la mayor parte de la población del país, está marcada por ciertas caracterís­ticas, de acuerdo con Campos. Son edificacio­nes pequeñas, pero con mucho espacio público y bien localizada­s.

“Es la tendencia urbana, huellas pequeñas para dejar espacios grandes alrededor”, detalló la ministra.

Apurada por las condicione­s económicas, la dinámica del alquiler se divide de dos maneras.

Están las personas que quisieran optar por casa propia pero no pueden costearla y los que prefieren el alquiler sobre invertir en un préstamo para vivienda.

“Antes no se oía de proyectos que estaban concebidos para alquiler, hoy sí”, explicó Acón. Con base en esto varios desarrolla­dores ya apuntan a este tipo de mercado de manera directa. Por ejemplo, en la Expoconstr­ucción 2020 hubo oferta específica para este público.

La Lillyana Urbanismo fue una de estas. La desarrolla­dora ofrece tres opciones distintas para los diversos públicos: venta, alquiler y alquiler con opción a compra en el Condominio Torres de Velarde ubicado en Heredia.

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RAFAEL PACHECO GRANADOS El tipo de vivienda en Costa Rica está en período de cambio. La última década significó pequeños avances en tendencias que se desarrolla­n a nivel mundial.
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