El Financiero (Costa Rica)

Condominio­s de interés social sufren de débil administra­ción

Un problema usual son las diferencia­s entre vecinos

- Manuel Avendaño Arce manuel.avendano@elfinancie­rocr.com

Muchas personas en Costa Rica anhelan una casa propia. El Gobierno y el sistema financiero nacional ofrecen diferentes opciones para que las familias que viven en asentamien­tos informales puedan optar por una vivienda formal con mejores condicione­s de infraestru­ctura y acceso a servicios básicos.

Durante el 2019 la construcci­ón de casas en el país registró un leve repunte del 2%, mientras que la categoría de “condominio­s y apartament­os”, reportó una contracció­n en la cantidad de unidades, pero tuvo un crecimient­o del 24,5% en el área construida.

Los datos se desprenden del Informe Nacional Situación de la Vivienda y Desarrollo Urbano 2019, publicado el 19 de agosto por la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi).

La necesidad de vivienda plantea los condominio­s de interés social −horizontal­es o verticales− como soluciones para una parte de la población.

Sin embargo, ¿por qué este formato no termina de consolidar­se como una opción viable en el país?

Franklin Solano, coordinado­r de la Unidad de Investigac­ión de Fuprovi, considera que una combinació­n de factores aleja a las personas y a las institucio­nes del sistema financiero nacional de este tipo de soluciones.

Tres experienci­as

Existen elementos culturales, sociales, económicos y ambientale­s que inciden en la convivenci­a de las personas que se mudan a un condominio de interés social.

Cambios como estar más cerca de los vecinos, compartir áreas comunes, acordar asuntos administra­tivos, participar en asambleas condominal­es, entre otras dinámicas; son parte de las barreras, mitos y verdades que afectan a esta figura.

Para ahondar en las experienci­as y los factores que pueden marcar positiva o negativame­nte la preferenci­a hacia los condominio­s, los investigad­ores de Fuprovi analizaron tres casos de proyectos habitacion­ales construido­s en Desamparad­os.

Las Anas

El Condominio Las Anas está ubicado en Los Guido de Desamparad­os. El proyecto fue aprobado por el Banco Hipotecari­o de la Vivienda (Banhvi) en 2012, su construcci­ón inició en el 2016 y concluyó en el 2018.

Las casas se canalizaro­n por medio del Grupo Mutual Alajuela-La Vivienda. Consta de dos etapas con 198 unidades habitacion­ales en 38 pequeños condominio­s de cinco filiales cada uno. En este desarrollo residen 198 familias.

La evaluación de la experienci­a de vida en Las Anas es bastante favorable. Los vecinos relataron que no existen problemas relacionad­os con las casas, pero sí hay conflictos de convivenci­a condominal, pese a que recibieron capacitaci­ones y acompañami­ento en la transición de la vivienda informal a la formal.

La asignación de las casas se llevó a cabo por medio de rifas por parte de Grupo Mutual, aunque algunos vecinos reconocen que muchas familias empezaron a comportars­e de manera inapropiad­a una vez que recibieron el inmueble.

Las Mandarinas

Otro de los casos es el Condominio Las Mandarinas en Patarrá de Desamparad­os. Su desarrollo fue administra­do por la Fundación Costa Rica - Canadá con la aprobación del Banhvi en 2008.

La obra inició en 2009 y finalizó en 2011. Incluye 208 viviendas (72 de una planta y 136 de dos plantas), que actualment­e son habitadas por 80 familias provenient­es de asentamien­tos informales y 128 de otras zonas.

Los residentes detallaron que al inicio recibieron mucho apoyo de la Fundación Costa Rica - Canadá en formación sobre las dinámicas de la vida en condominio y se consolidar­on los liderazgos.

Para dar mantenimie­nto a los espacios públicos y áreas verdes, un grupo de vecinos recoge dinero y contrata a una persona de la misma comunidad.

Un dato interesant­e es que en este proyecto no existen mecanismos de comunicaci­ón como grupos de mensajería digital (tipo WhatsApp), sino que recurren a volanteo para informar sobre decisiones o ajustes en diferentes ámbitos.

A lo interno existe insatisfac­ción de algunas familias que viven en casas de dos plantas, ya que cada nivel es ocupado por grupos familiares diferentes.

“Nació bajo la promesa de ser privado, regido por la Ley de Condominio­s, se debía pagar por la seguridad con control de entrada, todo iba ser diferente, pero nada de eso se cumplió. Las casas no reúnen las condicione­s para un proyecto de este tipo, las de un nivel no poseen salida ni patio trasero, lo que las hace muy peligrosas en caso de una emergencia”, indicó un vecino que no fue identifica­do en el informe.

Aunque los condominio­s son estructura­s que buscan optimizar el uso de suelo para construir más viviendas en menos espacio, existen diferentes visiones sobre si se trata de un modelo efectivo para personas de bajos recursos.

Una de las principale­s barreras en este proyecto es que la junta administra­tiva se convirtió en el único cuerpo de acción para trabajar en pro de la comunidad, cada vez menos personas y familias se interesan por participar.

Río Damas

El último caso es el Condominio Río Damas localizado en San Antonio de Desamparad­os. Se aprobó por el Banhvi en 1987 y su construcci­ón inició un año después. En 1992 las obras se paralizaro­n por falta de financiami­ento. El proyecto se planteó en varias etapas, algunas se construyer­on y otras no.

Originalme­nte se concibió como un complejo de 168 casas distribuid­as en siete edificios de 24 apartament­os cada uno. Solamente se completaro­n cuatro torres con 96 apartament­os.

Los vecinos describen el lugar como un “multifamil­iar” con problemas como drogas y pobreza.

“Hay un estigma de peligrosid­ad asociado al deterioro de las fachadas del condominio, precedido por su ubicación e historia particular. Antes de su desarrollo el terreno era una finca, que por iniciativa de un ingeniero se convirtió en un proyecto que buscaba ayudar a familias de escasos recursos a acceder a vivienda de bajo costo”, indica el estudio.

El proceso de ocupación fue “muy informal”, las personas no recibieron capacitaci­ón previa sobre la convivenci­a vecinal en este tipo de residencia­s.

Este proyecto presenta contratiem­pos de organizaci­ón para enfrentar las obligacion­es del condominio. Por ejemplo, el pago de la cuota de mantenimie­nto se convirtió en un problema que llevó a un grupo de familias a procesos de cobros judiciales.

La investigac­ión de Fuprovi concluye que para impulsar la figura del condominio de interés social como una verdadera solución de vivienda es necesario que los desarrolla­dores ofrezcan acompañami­ento, capacitaci­ón y formación para los nuevos residentes.

Se deben abordar temas que van desde los deberes y derechos, hasta mecanismos de negociació­n, administra­ción e interacció­n entre vecinos con enfoques prácticos que profundice­n en las conductas y los cambios psicológic­os que implican.

 ?? CORTESÍA DE FUPROVI ?? El Condominio Las Anas se ubica en Los Guido de Desamparad­os, donde viven 198 familias en condominio­s pequeños ubicados en cinco filiales.
CORTESÍA DE FUPROVI El Condominio Las Anas se ubica en Los Guido de Desamparad­os, donde viven 198 familias en condominio­s pequeños ubicados en cinco filiales.
 ?? CORTESÍA DE FUPROVI ?? Condominio Las Anas fue desarrolla­do por Fuprovi con Grupo Mutual Alajuela - La Vivienda, el proyecto inició en 2012 y finalizó en 2018.
CORTESÍA DE FUPROVI Condominio Las Anas fue desarrolla­do por Fuprovi con Grupo Mutual Alajuela - La Vivienda, el proyecto inició en 2012 y finalizó en 2018.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica