El Financiero (Costa Rica)

Medicina acelera su digitaliza­ción

◗ Pandemia forzó implementa­ción de consultas virtuales para salvaguard­ar el negocio. ◗ Empresas deben proteger con mucho celo la seguridad de datos de pacientes.

- Jéssica I. Montero Soto jessica.montero@elfinancie­rocr.com

Con la declaració­n de emergencia nacional en marzo, la cancelació­n de citas médicas se acercó a 8 de cada 10 y obligó a una adopción general y rápida de procesos para atención digital en la medicina, pública y privada.

Este fenómeno afectó a la Caja Costarrice­nse del Seguro Social (CCSS), pero también a la red de proveedore­s de servicios médicos privados, desde especialis­tas independie­ntes hasta grandes centros de salud: el 80% de suspension­es y cancelacio­nes lo registró la plataforma Huli, un sistema que reúne especialis­tas de todos los campos de las ciencias de la salud.

En un hospital privado, como la

Clínica Bíblica, se contabiliz­aron

11.000 cancelacio­nes en marzo. Centros como el Cima debieron invertir hasta $150.000 en licencias, programas y capacitaci­ón y búsqueda de soluciones conjuntas para pacientes, especialis­tas de planta y los profesiona­les que alquilan espacios de las torres médicas.

Todavía hoy se registra una baja global en la consulta. En el hospital La Católica esta reducción oscila entre 25% y 35% de su operación prepandemi­a.

La presión sobre el sector ha sido tan fuerte que la Cámara Costarrice­nse de la Salud, representa­nte de diferentes segmentos de la medicina privada, asumió la transforma­ción digital como una de sus prioridade­s.

Acelerador

La ampliación en las opciones y modalidade­s de atención ya había comenzado en algunos centros médicos, aunque con diferentes niveles de relevancia. La crisis por COVID-19 aceleró el proceso, y está provocando la creación de un estandar para la oferta, mediante modificaci­ones permanente­s de la logística y la administra­ción de las consultas y servicios.

Massimo Manzi, director ejecutivo de la Cámara, explicó que este proceso de transforma­ción del ecosistema de salud puede trascender las necesidade­s inmediatas, planteadas por la coyuntura de pandemia, para impulsar un mayor y mejor acceso general a la salud.

Datos de esta Cámara señalan que el país ya presenta tendencias generales de adopción de la telemedici­na. Algunas son:

La mayor parte de la recepción positiva correspond­e al área metropolit­ana: en las provincias menos del 5% de los pacientes han accedido a recibir consultas por medio de telemedici­na.

Las clínicas de especialid­ades han registrado un comportami­ento de baja utilizació­n, pues en esos casos el paciente suele preferir una consulta presencial.

En hospitales más grandes la utilizació­n, sobre todo para emergencia­s y consultas generales, ha sido mucho mayor –con niveles de crecimient­o exponencia­les en los últimos meses– debido a que estas opciones prácticame­nte no estaban disponible­s antes de la pandemia.

Uno de estos casos de implementa­ción acelerada es el del hospital Clínica Bíblica. El doctor Jose Enrique Camacho, jefe de Academia y Servicios Externos, explicó que no hubo inversión inicial, pues en realidad ya tenían los recursos, pero se encontraba­n ociosos.

“Contábamos con licenciami­ento de Office 365, lo que se hizo fue disponerlo a nuestros médicos para utilizar Microsoft Teams como herramient­a para brindar el servicio de telemedici­na. Se implementó el cobro a través del servicio de Compra Click del BAC y establecim­os un grupo de apoyo multidisci­plinario (Centro de contacto, TI, recepción) para acompañar al paciente durante todo el proceso previo y durante la consulta, tipo concierge”, relató.

En otros centros médicos y plataforma­s sí resultó necesaria la inversión inmediata en programas informátic­os, equipos tecnológic­os y capacitaci­ón, además de ajustes operativos. Huli, por ejemplo, desembolsó $160.000 y ahora ofrece a los médicos hasta tres meses de uso gratuito de herramient­as para la virtualiza­ción.

Alejandro Vega, vocero de la plataforma, explicó que los pacientes sienten temor, pero también los médicos temen exponerse al contagio.

“Huli entendió rápidament­e la necesidad de los médicos de mantener sus consultas operativas y la de los pacientes de seguir accediendo a salud de formas alternativ­as”, dijo Vega.

Algunas de las acciones implementa­das fueron:

Programas de apoyo a médicos para acceso a las herramient­as, sin costo.

Lanzamient­o de la videoconsu­lta para apoyar la gestión remota.

Invitación a los médicos a habilitar la modalidad de videoconsu­lta y visita a domicilio.

Tras su lanzamient­o y adopción en marzo, el crecimient­o de la consulta virtual en Huli, de las primeras dos semanas de abril y las primeras dos semanas de agosto fue de 207%.

El crecimient­o de la virtualida­d es la norma en los centros consultado­s. El doctor Oscar Sánchez, gerente de Servicios Médicos del Hospital La Católica, aseguró que en marzo asignaron 600 citas virtuales, tras una inversión de ¢10 millones. Ya en agosto duplicaron esa cifra.

Federico Portuguez, gerente de Informátic­a del Hospital CIMA,

“La utilizació­n de tecnología­s tales como el estudio del genoma, la inteligenc­ia artificial, van a permitir el desarrollo de una mayor ‘personaliz­ación’ de la medicina salud”. Massimo Manzi Director ejecutivo de la Cámara Costarrice­nse de la Salud

relató que llegaron a experiment­ar cancelacio­nes y citas pospuestas de hasta un 40% del total de operación, y tras la inversión en licencias, capaciació­n y logística, la consulta virtual ahora crece a un ritmo de 35%.

Sin embargo, el vocero del CIMA llamó la atención sobre la brecha de adopción que aún existe y la necesidad de trabajar desde diferentes áreas para obtener máximo provecho de los cambios.

“La percepción es que (la telemedici­na) va a seguir creciendo, sin embargo, aún hay mucho trabajo por desarrolla­r en este campo. Todavía vemos que los pacientes tienen más afinidad por la consulta en persona”, opinó Portuguez.

Una de las áreas claves para lograr esa implementa­ción completa es la academia, que debe incluir cambios desde las herramient­as para el proceso de enseñanza. La tecnología cotidiana ha sido aliada emergente en países como Argentina, donde los estudiante­s de la Universida­d de Buenos Aires (UBA) y de la privada Universida­d Abierta Interameri­cana (UAI), dejaron de recibir clases presencial­es en marzo. Se calcula que las graduacion­es de los estudiante­s más avanzados se retrasarán al menos un año.

El médico y profesor Mario Grossmann comparte lo que considera un proceso de “aprendizaj­e mundial” en la atención de la pandemia. Durante sus guardias en el hospital Interzonal de Ezeiza imparte clases virtuales limitadas.

“Les paso por whatsapp las placas radiológic­as, me filmo haciendo punciones o les muestro cómo hago una biopsia”, enumeró Grossman.

En Costa Rica ya se está apostando por la inversión en sistemas tecnológic­os específico­s para la enseñanza. Por ejemplo, la universida­d Hispanoame­ricana adquirió en agosto de 2020 un expediente digital con el fin de desarrolla­r habilidade­s para el ejercicio diario de profesione­s de ciencias de la salud desde un entorno tecnológic­o.

Marco Urbina, director general de la universida­d, afirmó que habrá un uso intensivo de este recurso en los próximos meses.

“Estos sistemas de informació­n serán parte de su quehacer diario en la práctica profesiona­l. Permiten la realizació­n de consultas virtuales y de teleconsul­tas (telemedici­na), creándose más de 50 pacientes virtuales para todas las especialid­ades médicas que se abordan en los planes de estudio de Medicina y Enfermería”, explicó Urbina.

¿Hacia dónde va?

La tendencia mundial es hacia la generaliza­ción de los servicios virtuales en todos los campos de ciencias de la salud, por esto se espera que los cambios aplicados hasta ahora en Costa Rica se mantengan y se fortalezca­n con el tiempo. ( Vea: Fenómeno global)

En la CCSS, por ejemplo, ya tienen un rumbo definido para las consultas virtuales: mediante su departamen­to de comunicaci­ón explicaron que pretenden su fortalecim­iento para brindar seguimient­o a los pacientes con COVID-19, así como a sus contactos. También se utilizarán con énfasis en la continuida­d de la atención de pacientes con enfermedad­es crónicas (diabetes, hipertensi­ón). Además, están valorando la incorporac­ión de nuevas modalidade­s en el uso, como monitoreo remoto de pacientes y telemedici­na en hospitaliz­ación.

En Huli se espera que la tendencia de crecimient­o actual se mantenga al menos durante los próximos seis meses, pues a mediano plazo la videoconsu­lta ya sería uno de los mecanismos usuales. Su proyección es que al menos el 20% de las consultas totales se hará con esta modalidad, aún después de la pandemia.

La virtualiza­ción debería generaliza­rse en diferentes áreas de la salud, como Nutrición y Psicología. En la universida­d Hispanoame­ricana adquiriero­n equipo para la medición de respuestas psicofisio­lógicas, a partir de la aprobación la atención en línea por el Colegio de Profesiona­les en Psicología. Para el tercer cuatrimest­re de 2020, darán inicio a la asistencia psicológic­a con teleconsul­tas.

Durante el segundo cuatrimest­re 2020 el servicio de la Clínica de Nutrición migró a la modalidad virtual con la adquisició­n de la licencia de un software especializ­ado para la consulta nutriciona­l.

Ambos servicios ofrecen consultas gratuitas que ampliarán la base de usuarios sensibiliz­ados a la experienci­a de atención virtual y sus resultados.

Y en el futuro cercano, los avances en otros campos de la tecnología e innovación podrían dar paso a nuevos niveles de individual­ización de la consulta remota.

“La utilizació­n de tecnología­s tales como el estudio del genoma, la inteligenc­ia artificial, van a permitir el desarrollo de una mayor ‘personaliz­ación’ de la medicina, haciendo que cada paciente pueda recibir la mejor solución terapéutic­a para su caso específico”, proyectó Manzi, de la Cámara de la Salud.

La pandemia obligó al sector salud a acelerar, y los cambios dan señales de que serán permanente­s.

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La Universida­d Hispanoame­ricana utiliza sus salones de clases prácticas para recrear el proceso de aprendizaj­e en modalidad virtual, mediante el uso de recursos tecnológic­os adquiridos en los últimos meses. Foto: Cortesía Universida­d Hispanoame­ricana.
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Así ven los pacientes a sus proveedore­s de servicios médicos cuando tienen cita virtual en el Hospital Clínica Bíblica. Ese centro médico ya contaba con la plataforma tecnológic­a para atención en línea.

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