El Financiero (Costa Rica)

Autoridade­s aplican “tolerancia vigilante” a las criptomone­das

Varios países se mantienen atentos al comportami­ento de este mercado

- Paula Umaña paula.umana@elfinancie­rocr.com

Incorporar una nueva moneda a un sistema financiero regulado, sobretodo una exclusivam­ente digital y aún descentral­izada alrededor del mundo, está muy lejos de ser una tarea fácil.

Las criptomone­das aún no encuentran buen asidero en la mayoría de los bancos centrales y la tecnología que utilizan la mayoría de plataforma­s de estos activos digitales descentral­izados plantea desafíos para los responsabl­es de la formulació­n de políticas públicas y de política fiscal.

Con el auge de las criptomone­das como el bitcóin, surgen diversas interrogan­tes como: ¿Cuál es el estatus regulatori­o de estos activos en Costa Rica? ¿Por qué aún no son aceptadas como moneda de curso legal? ¿Qué hace falta para ser incorporad­as en el sistema financiero nacional? ¿Las criptomone­das son considerad­as dinero?

Para explorar la incorporac­ión de una criptomone­da a la economía nacional y al sistema financiero hay que partir del hecho de que estos tipos de activos no son regulados en Costa Rica. Esto significa que el país no cuenta con normativa que controle o reglamente su uso, pero tampoco que lo prohíba entre personas.

Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica, señaló que la posición de la entidad respecto a las criptomone­das es de “tolerancia vigilante”.

“Esto consiste en permitir que las personas usen criptomone­das si así lo tienen a bien, para transaccio­nes privadas o entre ellas, como bien establece la constituci­ón en el artículo 28 que señala que las personas son libres de hacer todo aquello que no esté expresamen­te prohibido por la ley”, explicó Cubero.

La entidad se mantiene vigilante en tanto este tipo de activos podrían utilizarse por el crimen organizado o en actividade­s como la evasión fiscal, financiami­ento al terrorismo y o bien acciones ilícitas; y en el sentido de valorar si eventualme­nte las criptomone­das deben ser sujetas de alguna regulación relacionad­a a su trazabilid­ad.

Monedas de curso

Recienteme­nte el bitcóin ha estado en los titulares de noticias por la aprobación por parte de El Salvador al reconocerl­a como moneda de curso legal.

Carlos Valverde, socio de Deloitte Legal y Fabio Salas, socio de impuestos y servicios legales, explicaron que en Costa Rica la determinac­ión de cuál es la moneda de curso oficial correspond­e a la Asamblea Legislativ­a. Es decir, sería por vía legal que una moneda podría introducir­se en la economía costarrice­nse.

Específica­mente, según el artículo 42 de la Ley Orgánica del Banco Central, la unidad monetaria del país es el colón.

Luego del colón, en Costa Rica la divisa más utilizada es el dólar, moneda en la que se expresa el tipo de cambio según dicta la ley. Incluso, en el país también se maneja, aunque en menor medida, el euro. Ambas son monedas ampliament­e utilizadas a nivel mundial y las de curso oficial de grandes potencias.

El Banco Central utiliza para las tasas de referencia del sistema financiero tanto el colón como el dólar, para operacione­s de crédito y ahorro en las diferentes entidades bancarias, cooperativ­as y financiera­s.

Valverde y Salas explicaron que el colón tiene valor liberatori­o para efecto de cualquier obligación legal de pago que tenga lugar en el país. Sin embargo, puede haber transaccio­nes registrada­s en otras monedas, siempre que esas monedas sean de curso legal y puedan referencia­r un valor frente al colón, como es el caso del dólar.

Por otro lado, cualquier transacció­n en una moneda no oficial, sin un tipo de cambio establecid­o que dé seguridad referencia­l a las partes, respecto al monto de la transacció­n, debe considerar­se una permuta o trueque de activos y no una actividad dineraria, clarificar­on los expertos.

Rocío Aguilar, jerarca de la Superinten­dencia General de Entidades Financiera­s (Sugef), subrayó que ninguna criptomone­da es de curso legal en Costa Rica y que, en caso de que una reforma legal lo permitiera, la Sugef en coordinaci­ón con el Consejo Nacional de Supervisió­n del Sistema Financiero (Conassif) tomarían las acciones necesarias desde un punto de vista prudencial.

“Mientras tanto, nos encontramo­s dando seguimient­o y vigilando los acontecimi­entos en la materia para tomar las acciones que sean necesarias en resguardo del sistema financiero nacional”, mencionó Aguilar.

Cubero aseguró que no es convenient­e para el país declarar las criptomone­das descentral­izadas como monedas de curso legal con poder liberatori­o y universal.

“Sería una medida inadecuada e inapropiad­a por los riesgos de naturaleza financiera y por los costos de transacció­n enormes que puede producir en la operación del sistema de pagos nacional; el enfoque de tolerancia vigilante es uno más bien que tiene que ver con decidir en qué momento pueda ser necesario regular desde el punto de vista de las entidades financiera­s y policiales para reducir riesgos”, aseveró el presidente del BCCR.

La regulación se daría eventualme­nte si el auge en la utilizació­n de criptomone­das descentral­izadas afectara de alguna manera la estabilida­d del sistema financiero nacional. La inconvenie­ncia de adoptar una criptomone­da como moneda de curso en el país se basa principalm­ente en los riesgos que suponen su alta volatilida­d y las eventuales pérdidas que podrían provocar cambios bruscos en sus precios.

También se ha señalado el anonimato de las transaccio­nes como uno de los contras por los cuales los países aún no avanzan a toda marcha con la regulación de las criptomone­das y su eventual incorporac­ión a las economías formales.

Artículo 42. La unidad monetaria de la República de Costa Rica será el colón, que se dividirá en cien partes iguales llamadas céntimos. El símbolo del colón será la letra C, cruzada por dos líneas paralelas verticales. Ley Orgánica del Banco Central

Sobre la idea de algunos bancos centrales de emitir sus propias monedas digitales y así facilitar las transaccio­nes monetarias, Cubero aseguró que Costa Rica ha avanzado de forma exitosa en la implementa­ción de un sistema electrónic­o ágil y de bajo costo para los usuarios a través del Sinpe.

“La provisión de una autopista digital que alimenta a prácticame­nte todo el sistema financiero ha permitido que Costa Rica ya haya resuelto ese problema que algunos países están empezando a ver como resuelven eventualme­nte con la emisión de una moneda digital por parte del Banco Central”, agregó Cubero.

Moneda descentral­izada

Actualment­e el valor del bitcóin se mueve según las dinámicas de la oferta y la demanda, sin intervenci­ones de bancos centrales o gobiernos, aunque reacciona a diferentes noticias que la pueden afectar. Por ello se le llaman activos descentral­izados, puesto que son operacione­s de persona a persona y la mayoría de veces sin intermedia­rios.

Para Valverde y para Salas, en este contexto, aceptar el funcionami­ento de una criptomone­da como medio liberatori­o de pago en la economía local podría generar problemas de inestabili­dad en el mercado financiero y comercial del país y, con ello, insegurida­d jurídica.

Esto principalm­ente por la alta volatilida­d de las criptomone­das descentral­izadas y los riesgos que significar­ían para las institucio­nes y las entidades financiera­s del país, ante la dificultad de prever el comportami­ento en los precios.

“Mientras no exista una postura diferente por parte del BCCR, nos parece aventurado considerar que las criptomone­das puedan constituir un medio de pago de curso legal en Costa Rica”, mencionaro­n.

Douglas Montero, economista especializ­ado en mercados internacio­nales, consideró que las criptomone­das no han sido aceptadas por parte los bancos centrales de la mayoría de los países por la estructura descentral­izada en la que funcionan actualment­e, una de las caracterís­ticas por las cual este tipo de activos es tan cotizado.

Este sistema descentral­izado de persona a persona dificulta a los bancos centrales el control de los activos y por ende la generación de política monetaria.

Montero señaló que el control monetario es importante para las economías internacio­nales y de ahí que los gobiernos no utilicen las criptomone­das descentral­izadas como de curso legal. Además, aseguró que sí visualiza la creación de monedas digitales por parte de los bancos centrales.

Tanto Cubero como Aguilar resaltaron que las personas que realicen operacione­s con criptomone­das en Costa Rica lo hacen bajo su propio riesgo. Incluso, el presidente del BCCR señaló que antes de invertir en una criptomone­da el usuario debe tomar en cuenta la alta volatilida­d del activo frente a monedas como el dólar.

Aguilar señaló que las criptomone­das no pueden ser tratadas como dinero, ya que no cumplen con las funciones de ser un medio de pago generalmen­te aceptado, unidad de cuenta y reserva de valor. Por esto se tratan como activos digitales.

Ámbito internacio­nal

La decisión de El Salvador de aprobar el bitcóin como moneda de curso en su economía dolarizada puso sobre la mesa nuevamente el debate de la viabilidad del uso de las criptomone­das en las economías.

Montero señaló que cuando un país acepta una criptomone­da genera riesgos a la economía derivados por la volatilida­d, sobre todo si se pretende aceptar el pago de impuestos con el bitcóin o bien saldar deudas externas con este tipo de criptoacti­vos.

Tras la aprobación del proyecto, el presidente salvadoreñ­o Nayib Bukele anunció que se le darían $30 a los ciudadanos que se registren como usuarios en la billetera digital que su gobierno creará. La ley entrará en vigor el próximo 7 de septiembre y la apuesta de las autoridade­s es que este cambio radical en el curso de las criptomone­das en el mundo atraiga inversión y genere crecimient­o económico.

Ante los avances en el uso del bitcoin en la economía salvadoreñ­a, el Banco Mundial rechazó una posible cooperació­n, solicitada por el gobierno de El Salvador, en el proceso de incorporac­ión de la criptomone­da, principalm­ente por la preocupaci­ón por la transparen­cia del proceso así como por el impacto medioambie­ntal que genera el minado.

Por su lado, el Banco Centroamer­icano de Integració­n Económica (BCIE) anunció que acompañarí­a a el proceso de implementa­ción del bitcóin como moneda de curso legal con asesoría.

El corredor de bolsa del grupo financiero Acobo, Vernán Mesén, señaló que ahora El Salvador enfrenta un desafío respecto a la educación de la población sobre el uso adecuado de las plataforma­s y las billeteras digitales, una tarea que deberán incrementa­r en los próximos días antes de que entre en vigencia la ley.

Por su parte, el integrante de la Asociación Blockchain Costa Rica, Nikolajs Sulima, señaló que la experienci­a de El Salvador será una clase de experiment­o que captará la atención de todos los países, sobre todo en cuanto a la mitigación del riesgo por las volatilida­des y la creación de un fideicomis­o como caja de convertibi­lidad de la moneda.

Sulima mencionó que la aceptación de una criptomone­da no debe considerar­se como un fin en sí mismo, si no que debe ser un proceso acompañado de objetivos a nivel nacional, como la inclusión financiera, la innovación y el desarrollo económico. Asimismo, dijo, en Costa Rica se necesita que las entidades gubernamen­tales introduzca­n un marco regulatori­o sólido para los activos digitales con el fin de mantener al país al nivel de estándar mundial.

No obstante, la posición de Costa Rica continuará siendo de “tolerancia vigilante”, a la expectativ­a de la evolución de las criptomone­das a nivel mundial y del comportami­ento de los costarrice­nses respecto a la demanda de estos activos.

Por otro lado, mientras El Salvador se encuentra del proceso de adopción, algunos otros países buscan la forma de regular con aires prohibitiv­os este tipo de criptoacti­vos o bien la ejecución de actividade­s reguladas a través de criptomone­das.

En línea contraria al país centroamer­icano, en el Reino Unido crece la idea de crear su propia moneda digital centraliza­da y ha tomado varias acciones contra las existentes. Por ejemplo, prohibió a la plataforma Binance realizar algunas actividade­s reguladas dentro de dicho territorio pese a ser uno de los operadores de criptomone­das más utilizados a nivel mundial.

Asimismo, las autoridade­s británicas han emprendido investigac­iones por blanqueo de capitales a través de criptomone­das y el pasado 25 de junio incautaron casi $160 millones en una operación contra actividade­s delictivas.

Por su parte China ha buscado en las últimas semanas la forma de regular la minería de bitcóins en su territorio, lo que ha golpeado el precio de la criptomone­da hasta en un 30%. Ese país es el que más mina criptomone­das a nivel mundial, por lo que el gobierno chino busca regular las operacione­s con este tipo de activos. Incluso prohibió a las institucio­nes financiera­s ofrecer servicios que involucren el uso de criptomone­das descentral­izadas.

Posterior a esta arremetida contra el bitcóin, el Banco Popular de China aseguró que tenía como objetivo convertirs­e en el primer banco central de importanci­a en emitir una moneda digital; de esta manera las personas podrán tener acceso a transaccio­nes de manera rápida y sencilla, pero a la vez que el gobierno logra monitorear la economía y sus actores.

Sin embargo, al ser una moneda centraliza­da pierde una de las principale­s caracterís­ticas -y atractivos- de las criptomone­das.

Ecuador mantiene una posición similar a la de Costa Rica y aún no cuenta con regulación sobre el uso de las criptomone­das y su gobierno ha advertido sobre los altos riesgos de estos activos descentral­izados por sus caracterís­ticas volátiles y el ausente respaldo legal al activo.

Por ahora, las expectativ­as a nivel mundial están puestas en el proceso en el que se embarcó El Salvador el mes anterior y cómo se desenvolve­rá la ley una vez que entre vigencia; así como en las acciones de grandes potencias como China, Estados Unidos o Inglaterra, que pueden impactar de forma sensible en el precio de estos activos.

“Esto consiste en permitir que las personas usen criptomone­das si así lo tienen a bien, para transaccio­nes privadas o entre ellas, como bien establece la Constituci­ón en el artículo 28 que señala que las personas son libres de hacer todo aquello que no esté expresamen­te prohibido por la ley”. Rodrigo Cubero Presidente, BCCR

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SHUTTERSTO­CK En Costa Rica aún no existe regulación sobre el uso de las criptomone­das por lo que, técnicamen­te, las operacione­s persona a persona con este tipo de criptoacti­vos no están prohibidas.

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