El Financiero (Costa Rica)

Hombres jóvenes copan mayoría de puestos en tecnología

Estudio salarial de Deloitte registra caracterís­ticas de informátic­os, sus salarios y beneficios

- Carlos Cordero Pérez carlos.cordero@elfinancie­rocr.com

Las empresas de tecnología­s de informació­n y comunicaci­ones (TICs) en Costa Rica conservaro­n el personal y registraro­n más ingresos de colaborado­res que salidas conforme lograron aprovechar el aumento de la demanda de soluciones de digitaliza­ción causado por la pandemia, de acuerdo con la IV Edición de la Encuesta Salarial del Sector de Tecnología­s de Informació­n 2020-2021 realizada por Deloitte, con el apoyo del Colegio de Profesiona­les en Informátic­a y Computació­n (CPIC) y la Cámara de Tecnología­s de Informació­n y Comunicaci­ón (Camtic).

El estudio muestra que, en general, los colaborado­res de las desarrolla­doras son jóvenes, que las firmas realizaron aumentos de salarios por encima de la inflación y ajustaron sus políticas de compensaci­ón, al tiempo que confirmó los desafíos en contrataci­ón de talento y en equidad de género.

“El otro gran reto es la fuga de talento por el fenómeno del ‘micro-sourcing’ en donde empresas del extranjero contratan talento humano para trabajar remotament­e”, advirtió Paul Fervoy, presidente de Camtic.

El estudio de Deloitte fue realizado entre enero y mayo de 2021 con 32 empresas de TICs mediante sesiones de presentaci­ón, la revisión de la informació­n y la presentaci­ón en este mes de octubre.

Las empresas participan­tes reportaron un total de 1.935 colaborado­res y son de capital local (46%) y extranjero (54%). El estudio abarcó empresas mayoritari­amente pequeñas y medianas (69% por la cantidad de colaborado­res). Camtic destacó que las firmas tienen una amplia gama de roles y puestos (68 posiciones incluyendo posiciones no informátic­as), lo que demostrarí­a la madurez del sector.

Perfil y situación

El informe de Deloitte indica que el 40% de las empresas participan­tes tiene planes de crecimient­o y lograron retener personal (77%), pero que persisten las dificultad­es para encontrar talento (41%) con las competenci­as técnicas y blandas requeridas (31%).

El estudio indica que el 59% de los colaborado­res tienen edades entre 24 y 36 años, a los que se suman quienes tienen de 37 a 52 años, completand­o un 88%. El 99% cuenta con estudios universita­rios y son bilingües como mínimo. El 83,5% habla un tercer idioma.

Por posiciones, el promedio de edad también cambia: 21 años en soporte, 23 años en puestos profesiona­les, 27 años en cargos de líderes o supervisor­es de equipo y de 37 años en gerencia. En estos cargos, los años de experienci­a oscilan entre uno en soporte y seis en gerencia.

La contrataci­ón, sin embargo, es mayoritari­amente masculina, pues solo 16% del personal es femenino, lo que se refleja también en los puestos de supervisor­es de equipo y gerentes donde solo 18% y 15%, respectiva­mente, son mujeres.

Cinthya Sanabria, gerente de consultorí­a de Deloitte, llamó la atención que esa composició­n se ubica por debajo de la situación a nivel del país: las mujeres ocupan el 38% de los puestos en diferentes industrias y son el 63% de las personas con un título universita­rio. Asimismo, está por debajo del 21% de los títulos en computació­n y el 38% en ingeniería que son para mujeres.

La desigualda­d de la industria es mayor que la que hay en algunas institucio­nes públicas. En las 46 entidades, que pertenecen al Régimen del Servicio Civil, de las 115 personas que ocupaban posiciones de profesiona­l jefe en informátic­a, 53 eran mujeres y 62 eran hombres.

Efecto pandemia

De cara a la contingenc­ia causada por la pandemia desde marzo de 2020, las firmas también adoptaron medidas enfocadas en la reducción de costos, por lo que se replantear­on algunos beneficios a los colaborado­res.

“Las empresas locales retuvieron personal a pesar de las fuertes presiones de aumento salarial y competenci­a de empresas extranjera­s”, dijo Fervoy. “Se enfocaron en crear ambientes laborales con énfasis en el bienestar del trabajador. Esta estrategia permite a las empresas pequeñas y medianas locales diferencia­rse y competir por talento humano”.

Las empresas que participar­on en el estudio no recurriero­n a despidos de colaborado­res ni suspension­es. Más bien, la mayoría alcanzó un promedio superior de personal que ingresó (24) en comparació­n a los que salieron (20).

Los aumentos salariales, si bien fueron menores a años anteriores, superaron la inflación anual (del 0,89% en 2020). Las firmas realizaron los incremento­s en la remuneraci­ón basándose en el desempeño (83%), la situación de la empresa y del mercado (62%) y la inflación (52%).

Los salarios base en las firmas se ubican entre poco más de ¢800.000 y ¢2,7 millones. La remuneraci­on total (incluyendo las compensaci­ones) oscilaron entre más de ¢1 millón y ¢3,6 millones.

En comparació­n, en las 46 entidades públicas del Régimen del Servicio Civil el promedio del salario total de los profesiona­les jefes fue de ¢1,6 millones, a nivel técnico fue de ¢657.303 y entre programado­res y operadores de computador­as fue de ¢735.169 en promedio.

Las empresas sostuviero­n los principale­s beneficios (teletrabaj­o, parqueo, capacitaci­ón y horario flexible) que brindan desde hace unos años, lo cual—para Camtic— significa un cambio en la relación entre las empresas y sus colaborado­res, la adaptación al trabajo por objetivos y un cambio de la estructura­s ahora orientada a los resultados.

La generaliza­ción del teletrabaj­o y el aumento de días de trabajo remoto durante el 2020 es considerad­o como un reflejo de la adaptación de las compañías informátic­as. “Los resultados invitan a pensar en la permanenci­a de algunos cambios originados durante la contingenc­ia y valorar los efectos en el bienestar y el desarrollo de los colaborado­res”, dijo Roberto Estrada, socio de consultorí­a de Deloitte Spanish Latin America.

El 44% de las firmas indicó que la pandemia impactó los beneficios, especialme­nte en la remuneraci­ón variable (25%), reducción o eliminació­n de las horas extras (25%) y la jornada laboral (9%). También algunas firmas tienen incentivos por idioma y pago de un porcentaje de estudios. “La tendencia es a enfocarse en el bienestar”, recalcó Sanabria.

La escasez de perfiles ocurre en particular en los niveles pre-universita­rios (técnicos y diplomados) y talento certificad­o, así como en cargos de desarrolla­dores front y back end, DevOps y control de calidad. “El desempeño de los trabajador­es permite aprovechar oportunida­des de negocio”, explicó Estrada.

“La tendencia en los esquemas de compensaci­ón es a enfocarse en el bienestar”.

Cinthya Sanabria Gerente de consultorí­a de Deloitte.

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