El Financiero (Costa Rica)

Gobierno busca aflojar las amarras de la regla fiscal

Administra­ción ha planteado varias reformas a norma de gasto

- Josué Alfaro josue.alfaro@elfinancie­rocr.com

Se espera que Costa Rica cierre 2022 con un superávit primario (un balance positivo entre ingresos y gastos sin contar el pago de intereses de la deuda) por primera vez en 13 años. En gran medida, eso ocurrirá gracias a las amarras sobre el crecimient­o al gasto público que impuso la regla fiscal, la cual se incluyó en la Ley de Fortalecim­iento de las Finanzas Públicas (9.635) aprobada en 2019.

Sin embargo, las amarras de este mecanismo de control de gasto se han hecho asfixiante­s para la administra­ción pública, siempre marcada por un gasto mayoritari­amente comprometi­do e inflexible.

Ante esa situación, el gobierno del presidente Rodrigo Chaves ya ha realizado cambios para reducir la presión de los controles de cumplimien­to de la norma de gasto. Además, envió una propuesta de enmienda legal al Congreso –la cual aún no empieza su discusión formal– que aumentaría las excepcione­s.

A aquella Ley 9.635 se le conoció popularmen­te como un plan de impuestos y poco más que eso; sin embargo, su capítulo de responsabi­lidad de las finanzas públicas, que incluyó la regla fiscal, es del que siempre se esperó un mayor rendimient­o financiero en el futuro.

La entonces ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, lo resumía de la siguiente manera: los nuevos impuestos pretendían una tercera parte del rendimient­o fiscal de aquel proyecto en el mediano plazo, pero las restriccio­nes al gasto público –incluida la regla– iban a aportar las dos partes restantes.

¿Qué es la regla fiscal y cómo se fija?

La regla fiscal es un techo al crecimient­o del gasto público, con cuatro escalones de fuerza, dependiend­o de los niveles de endeudamie­nto del país y de crecimient­o del Producto Interno Bruto (PIB).

Este techo se define a partir de los siguientes parámetros:

1. Cuando la deuda del Gobierno Central no supere el 30% del PIB al cierre del ejercicio presupuest­ario anterior, entonces el crecimient­o del gasto corriente no debería sobrepasar el crecimient­o promedio de la producción nominal en los últimos cuatro años.

2. Cuando la deuda del Gobierno Central llegue a ubicarse entre el 30% y el 45% del PIB, entonces el crecimient­o del gasto corriente no debería sobrepasar el 85% del crecimient­o promedio.

3. Cuando la deuda del Gobierno Central se ubique entre el 45% y el 60% de la producción, entonces el crecimient­o del gasto corriente no debería sobrepasar el 75% del crecimient­o promedio.

4. Cuando la deuda del Gobierno Central se ubique por encima del 60% del PIB (como ocurre actualment­e), entonces el crecimient­o del gasto total (corriente y de capital) no debería sobrepasar el 65% del crecimient­o promedio de la producción.

Ese último escalón es el que aplica actualment­e y definió un crecimient­o máximo del 2,56% para el presupuest­o de 2023. Es decir, de unos ¢207.000 millones.

Las reformas propuestas

El Gobierno de la República envió un proyecto a la Asamblea Legislativ­a para modificar tres elementos esenciales de la regla fiscal: excluiría a los gastos de capital incluso en el último escalón de restriccio­nes, también sacaría de la ecuación el pago de intereses de la deuda pública y apartaría del ámbito de cobertura a algunas institucio­nes. Todo ello, permitiría aumentar los niveles de gasto en los presupuest­os si las autoridade­s así lo quisieran.

Gastos de capital

La propuesta del Ejecutivo propone eliminar cualquier restricció­n de la regla fiscal al crecimient­o del gasto en inversione­s de capital.

Actualment­e este tipo de inversione­s deben sujetarse al crecimient­o máximo permitido cuando la deuda pública del Gobierno Central supera el 60% del PIB, lo cual aplica desde el 2021.

La exclusión que propone el Gobierno permitiría realizar mayores inversione­s, por ejemplo, en la construcci­ón de infraestru­ctura.

Como es más difícil recortar presupuest­os institucio­nales y el pago de intereses de la deuda es ineludible, el espacio para invertir en gastos de capital se acorta más con la regla fiscal conforme aumenta su restricció­n de gasto. La modificaci­ón permitiría revertir, frenar o al menos desacelera­r esa tendencia.

Intereses de la deuda

La propuesta de enmienda también excluiría del cálculo de la regla fiscal a los intereses de la deuda pública.

Este movimiento aumentaría la capacidad de gasto de las institucio­nes del Estado. El pago de intereses es un rubro que crece a un ritmo mucho más acelerado que el resto de las partidas del presupuest­o, entonces quitarlo de la regla fiscal abriría más espacio para otros gastos.

En el proyecto de presupuest­o para 2023, por ejemplo, el pago de intereses y comisiones crece un 11,6% (¢261.000 millones); mientras que la regla fiscal imponía el límite de crecimient­o de ¢207.000 millones antes mencionado.

Varias institucio­nes

La propuesta de enmienda también excluiría a las empresas públicas o institucio­nes autónomas con actividade­s comerciale­s que no están en competenci­a, como el Consejo Nacional de Producción (CNP), la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) o el Instituto Costarrice­nse de Acueductos y Alcantaril­lados (AyA), entre otros. También sacaría a los entes públicos no estatales, como los colegios profesiona­les.

No se contempla en esa exclusión los recursos que las entidades reciban a través de transferen­cias del Gobierno Central; sin embargo, un desajuste en sus finanzas podría implicar necesidade­s de transferen­cias estatales, como ha ocurrido en el pasado.

Reformas hechas: un control más laxo

El gobierno de Rodrigo Chaves ya aplicó un cambio reglamenta­rio a la regla fiscal que amplió el margen de gasto público, en junio pasado.

El cambio permitiría que el control de cumplimien­to de la regla fiscal –que se hace conforme se ejecuta cada presupuest­o– se realice entre el presupuest­o final de cada año y el presupuest­o inicial del año anterior, y ya no entre los presupuest­os ejecutados realmente.

Esto quiere decir que no se contemplar­ían las subejecuci­ones de cada año para definir el techo de los nuevos presupuest­os, entonces la acumulació­n de ahorros sería menor en cada período.

“Flexibiliz­ación” y argumentos

El presidente Rodrigo Chaves aseguró que los cambios que ya se realizaron sobre el método de control buscan evitar una desacelera­ción más intensa de la cuenta en el gasto público. Aseguró que contabiliz­ar las subejecuci­ones de cada año y los ahorros como base para los presupuest­os de años siguientes implicaba un desincenti­vo grande para la realizació­n de ahorros extraordin­arios y más bien podía afectar al desarrollo de las funciones institucio­nales.

“Si el cumplimien­to de la regla fiscal lo medíamos por lo ejecutado contra lo ejecutado, lo que estamos haciendo es metiendo el acelerador cuando vamos cuesta abajo en una recesión, sin capacidad de frenar”, afirmó.

Sin embargo, dicha medida fue calificada como “riesgosa” por la Contralorí­a General de la República (CGR), pues dijo que “se daría un mayor margen de crecimient­o para el gasto devengado”.

Chaves rechazó ese argumento y también dijo que su intención no es “flexibiliz­ar” la regla fiscal.

“No estamos flexibiliz­ando el gasto público y mucho menos tratando de aumentarlo. Lo que estamos es corrigiend­o las distorsion­es que, en una ley que se pasó en un momento de urgencia, había que esperar que tuviera problemas”, aseguró, el 7 de septiembre.

A pesar de todo esto y del impacto que podría tener sobre los balances financiero­s del gobierno central, tanto el presidente como su ministro de Hacienda, Nogui Acosta, aseguran que la administra­ción desea mantener una senda responsabl­e en el gasto público, a pesar de los cambios. En una entrevista con EF, en julio pasado, el jerarca de Hacienda aseguró el gobierno aún tiene compromiso­s de gasto con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) con los que está totalmente comprometi­do.

La regla fiscal, sin embargo, es un mecanismo de largo plazo que se pensó para trascender administra­ciones y fijar una red de contención en momentos de asfixia fiscal. El compromiso con el FMI, por otra parte, está pactado para extenderse apenas por tres semestres más, al menos hasta el momento.

Además de la ampliación de los 107 km, este proyecto incluye 33 puentes nuevos, 13 pasos a desnivel y 11 retornos.

El segundo proyecto más costoso es la nueva carretera a San Carlos, que tiene décadas inconclusa. Aquí está pendiente concluir el tramo central y actualment­e se hacen estudios técnicos, ambientale­s, sociales y otros. Es costo e estimado es de $300 millones (En el siguiente infográfic­o puede ver los siete proyectos, a detalle).

En San José se concluye el arco norte de la carretera de Circunvala­ción, la tercera inversión más grande del país en este momento. Las primeras cuatro unidades funcionale­s costaron $163 millones, desde La Uruca hasta el intercambi­o sobre la ruta 32. Se tramita, además, una adenda de $70,5 millones para concluir la última fase desde ese punto hasta Calle Blancos.

La parte del viaducto está lista desde hace un año aproximada­mente, pero su puesta en funcionami­ento se ha aplazado varias veces.

La promesa del Gobierno anterior era habilitar las primeras cuatro etapas entre noviembre y diciembre del 2021; sin embargo, luego se indicó que la fecha de apertura sería en marzo del 2022 y luego hasta junio.

El actual jerarca del MOPT, Luis Amador, había indicado que la apertura de las unidades funcionale­s podría darse

El pulso entre Estados Unidos y China por dominar el despliegue de la tecnología 5G en el mundo se deja sentir también en Costa Rica.

José Fernández, subsecreta­rio para Crecimient­o Económico, Energía y Medio Ambiente de EE.UU., llegó a Costa Rica para reunirse con autoridade­s de gobierno y del Instituto Costarrice­nse de Electricid­ad (ICE) para hablar sobre el despliegue de esta red, pero también sobre la Ley de Chips de Estados Unidos y la Asociación de las Américas para la Prosperida­d Económica, entre otros temas.

Fernández es el segundo representa­nte de alto rango del gobierno norteameri­cano en reunirse con autoridade­s de gobierno y el ICE en cuestión de semanas. Anteriorme­nte, Marisa Lago, subsecreta­ria de Comercio de EE. UU. visitó el país con motivo de la más reciente Conferenci­a Centroamer­icana de Comercio.

La administra­ción del expresiden­te Donald Trump impuso una serie de restriccio­nes al uso de tecnología de Huawei en Estados Unidos aduciendo, entre otros motivos, preocupaci­ones de seguridad. Washington incluso ha instado a sus aliados como Reino Unido a reconsider­ar la compra de equipo al fabricante chino.

En este contexto, Fernández conversó con EF sobre 5G, pero también sobre las posibilida­des de sacar provecho de la nueva legislació­n para incentivar la producción de semiconduc­tores en EE. UU. y otros países.

– ¿Por qué a EE. UU. le interesa el tema 5G de Costa Rica?

–El tema de las telecomuni­caciones es fundamenta­l. Si se mira el efecto de las telecomuni­caciones en un país, el hecho de tener más conexión multiplica de una manera exponencia­l el producto interno bruto.

”Si se quiere trabajar con un país y ayudar económicam­ente, se le quiere ayudar en el tema de telecomuni­caciones. Entonces en muchos países es algo que nos interesa.

”El tema de telecomuni­caciones muchas veces se junta con el tema de China y lo primero que digo es que China es un socio comercial de nosotros muy importante y muchas veces el primero. Lo que sí hablamos es de tener proveedore­s de telecomuni­caciones confiables que respondan a intereses comerciale­s y no políticos. El tema de diversific­ar la red de proveedore­s es algo muy importante.

”Abogamos, ya sea en telecomuni­caciones o semiconduc­tores, por diversidad de proveedore­s y también pensamos que deberíamos todos competir bajo un sistema igual.

– ¿Cómo percibe el proceso de devolución de las frecuencia­s por parte del ICE?

–No estoy al tanto de eso. Lo he leído, pero lo que he leído es lo que sabes tú.

Es un tema de Costa Rica. No nos vamos a involucrar en esa decisión; vamos a presentar opciones, vamos a abogar por las empresas que pensamos que serían mejores para el proyecto.

– ¿Considera que Costa Rica debería tener algún tipo de restricció­n con China, en el tema 5G, por temas de seguridad?

–Estas son decisiones de Costa Rica. Nosotros somos el primer socio comercial de Costa Rica; las últimas cifras que miré decían que el 38% de las importacio­nes costarrice­nses son de Estados Unidos y 42% de las exportacio­nes van a Estados Unidos. Tenemos muchas compañías incluyendo Intel, empleamos más de 100.000 costarrice­nses acá.

”Nuestro modelo es hablar de las ventajas que ofrecemos y no de las desventaja­s de otros”.

– Huawei es uno de los principale­s proveedore­s del ICE y EE. UU. tiene conflictos con esa empresa de origen chino…

–Los conflictos que tenemos o las críticas que hacemos es sobre las subvencion­es que reciben, su relación con el gobierno chino.

”Y hay otro tema técnico y es que la oferta de Huawei es: compras un equipo entero, no te da diversidad en la cadena de suministro. Lo que siempre hablamos es de diversific­ar y lo vemos en el tema de semiconduc­tores que es algo que nos interesa mucho y que Costa Rica tiene mucha promesa con su nivel de educación, el estado de derecho y la seguridad jurídica que hay acá”.

– ¿A EE. UU. le molesta que Costa Rica tenga tanta cercanía en telecomuni­caciones con Huawei?

–No. Cada país tiene que decidir.

”El tema del 5G es diversific­ación, seguridad y un campo igual de competenci­a”.

– ¿Qué ventajas traerá para empresas la implementa­ción de la red 5G?

–5G es el concepto de Internet of Things. Es algo que fundamenta­lmente puede aumentar la capacidad de un negocio y un país; las soluciones que da la 5G en muchas ocasiones ni se pueden imaginar.

”Por ejemplo, las empresas de energía usan smart meters para saber cuándo tú usas energía, a qué horas y eso lo usan para recibir mucha informació­n y es algo que con 4G no se puede hacer.

”Es un salto de capacidad muy importante”.

– ¿Costa Rica está quedando rezagada en el tema de tecnología junto a las telecomuni­caciones?

–No, es una tecnología nueva. Costa Rica sabe cómo competir; es un país que en el concepto de valor añadido ha saltado. En Estados Unidos todavía hay lugares donde no hemos incorporad­o el 5G.

– ¿Se reunió con el ICE para hablar del tema 5G?

–Hablamos mucho con el ICE de una oportunida­d que creo que es fundamenta­l y que hasta cierto punto es importante y vengo a resaltar y es la legislació­n de chips que promulgó el Congreso hace menos de un mes.

”Esa ley contempla $52.000 millones para fomentar la producción de semiconduc­tores y la seguridad de cadenas de producción. De ese monto, hay una porción que equivale a $500 millones que se otorgan para proyectos internacio­nales en cuanto a semiconduc­tores y es una oportunida­d para Costa Rica porque es un incentivo que el Congreso ha promulgado para buscar la manera de establecer otras fuentes de producción de semiconduc­tores alrededor del mundo.

”Hemos recibido planes por parte de muchas empresas japonesas y coreanas para establecer fábricas en Estados Unidos de chips y semiconduc­tores. Y estos $500 millones los queremos utilizar para fomentar e incentivar este tipo de producción fuera y Costa Rica sería un candidato por los temas que ya hablamos.

”Es una oportunida­d para que Costa Rica siga subiendo la cadena de producción. En mi opinión es una oportunida­d y lo que hemos dejado claro al gobierno es que estamos interesado­s en que ellos miren esta legislació­n para que analicen si se pueden aprovechar de ella”.

“Lo que estamos haciendo alrededor del mundo es buscar la manera de diversific­ar nuestros proveedore­s”.

 ?? RAFAEL PACHECO ?? El presidente de la República, Rodrigo Chaves, asegura que no se busca “flexibiliz­ar” la regla fiscal. Sin embargo, las medidas que impulsa sí parecen tener esa implicació­n.
RAFAEL PACHECO El presidente de la República, Rodrigo Chaves, asegura que no se busca “flexibiliz­ar” la regla fiscal. Sin embargo, las medidas que impulsa sí parecen tener esa implicació­n.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica