ChatGPT, el ‘chatbot’ que llamó la atención de Microsoft
Responde como un humano; alcanzó 1 millón de usuarios en 5 días
Un chatbot de inteligencia artificial llamado ChatGPT está llamando la atención de los internautas por su capacidad de responder preguntas y tomar instrucciones de los usuarios de una manera conversacional, similar a la humana.
OpenAI, la compañía detrás de la herramienta, lanzó en diciembre anterior un versión demo de ChatGPT y en cuestión de cinco días alcanzó 1 millón de usuarios, según ha dicho Sam Altman, CEO de la empresa.
El auge de la plataforma captó la atención de Microsoft, empresa que ya era socia de OpenAI, pero que ahora decidió dar un paso más contundente con una fuerte inversión.
¿Qué hace?
ChatGPT no solo es conversacional, sino que también está bien entrenado en un amplio abanico de temas. Entre sus habilidades están tareas sencillas como redactar cartas o hacer publicaciones en redes sociales hasta programar pero también crear guiones para programas de televisión, explicar la física cuántica o escribir un poema a pedido.
En su publicación de blog sobre el lanzamiento, OpenAI dijo que el formato de diálogo de ChatGPT “hace posible que responda preguntas de seguimiento, admita sus errores, cuestione premisas incorrectas y rechace solicitudes inapropiadas”.
En redes sociales, decenas de usuarios publicaron sus experimentos con el chatbot. Por ejemplo, una persona le pidió hacer un ensayo de cuatro párrafos sobre las teorías del nacionalismo de Benedict Anderson y Ernest Gellner, uno politólogo irlandés y el otro un filósofo checo-británico.
El resultado de la petición resulta impactante. “Estamos presenciando la muerte del ensayo universitario en tiempo real”, escribió el usuario.
Otra persona le encargó a ChatGPT escribir una pieza para piano al estilo de Mozart, algo que el chatbot resolvió sin problemas.
En una reciente prueba hecha por este medio, ChatGPT respondió cuántas palabras hay en el diccionario de Oxford y cómo las tasas de interés reducen la inflación, con respuestas que no están copiadas de un sitio web, sino que son deducidas por la inteligencia artificial (IA) según las bases de datos de información que ha estudiado.
Esta herramienta se puso de moda entre estudiantes que encontraron fácil encargarle la realización de sus tareas, pero tiene sus limitaciones: no siempre es precisa y tiene vacíos si se le pregunta sobre acontecimientos posteriores a 2021. La
“Hoy anunciamos la tercera fase de nuestra asociación a largo plazo con OpenAI a través de una inversión plurianual y de miles de millones para acelerar los avances en inteligencia artificial y garantizar que estos beneficios se compartan ampliamente con el mundo”, escribió Microsoft en un comunicado.
Como parte del acuerdo, Microsoft desplegará los modelos de OpenAI en sus productos de consumo y empresariales e introducirá nuevas categorías de experiencias digitales basadas en la tecnología de OpenAI.
La compañía invirtió $1.000 millones en OpenAI en 2019 y volvió a inyectar dinero dos años después, pero la nueva inversión es la más cuantiosa.
IA: la era de los datos
Los chatbots como GPT aprovechan la IA que funciona con enormes cantidades de datos y técnicas informáticas con el fin de hacer predicciones sobre cómo unir palabras para formar frases con sentido.
No solo utilizan una gran cantidad de vocabulario e información, sino que también entienden palabras en contexto, lo que les ayuda a imitar los patrones del habla al tiempo que buscan transmitir conocimiento.
Las herramientas del lenguaje que usan IA están en el radar de grandes empresas tecnológicas. Google y Meta han desarrollado sus propias herramientas de modelo de lenguaje que utilizan programas que responden a indicaciones humanas y diseñan respuestas sofisticadas.
Meta anunció en octubre que desarrolló un sistema de traducción del taiwanés, que carece de escritura estandarizada, en lo que constituye el primer paso en el diseño de una herramienta de traducción de voz, automática y en tiempo real, para todas las lenguas.