El Financiero (Costa Rica)

Gabinete suma un cuarto de las 20 salidas más rápidas en un gobierno desde 1978

Ninguna administra­ción en últimos 12 tuvo tanta rotación en inicio

- Josué Alfaro josue.alfaro@elfinancie­rocr.com

El gabinete del presidente Rodrigo Chaves ya suma cinco de las 20 salidas más rápidas de cualquier equipo de gobierno desde 1978.

Durante los primeros 276 días de la administra­ción Chaves, tres ministros fueron despedidos, una cambió de cargo y otra salió por su propia cuenta, según las versiones oficiales dadas por la Presidenci­a en cada caso.

Fueron separadas de su cargo Patricia Navarro (Comunicaci­ón), Laura Bonilla (Agricultur­a) y Carlos Alvarado (Ciencia, Tecnología y Telecomuni­caciones); mientras que Marta Eugenia Esquivel dejó el Ministerio de Trabajo para asumir la presidenci­a de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) y Joselyn Chacón dejó el Ministerio de Salud. según redactó en su carta de renuncia, para apartarse del “escarnio público”.

Las cinco salidas registrada­s por el gabinete de Chaves hablan de un alto nivel de rotación en los primeros meses de gobierno. Además, son el mayor registro de cualquiera de las últimas 12 administra­ciones en el mismo período.

Las cinco salidas

El gabinete de Chaves sufrió un total de cinco salidas hasta el momento. De ellas, hasta tres renuncias ocurrieron antes de cumplirse los primeros cinco meses de administra­ción.

En los últimos 44 años, solo un ministro había renunciado en tan poco tiempo.

Se trató de Claudio Gutiérrez, quien dejó la cartera de Educación de forma “sorpresiva en 1998, según redactó el periódico La Nación en aquel entonces. El entonces ministro alegó su deseo de regresar a sus funciones anteriores como académico, apenas 114 días días después de ser nombrado por el expresidie­nte Miguel Ángel Rodríguez.

Las renuncias de Chaves fueron diferentes. Él mismo solicitó la salida de Patricia Navarro y Laura Bonilla, tras solo 116 y 123 días de su administra­ción; y luego le pidió a Marta Esquivel dejar su cargo para asumir otro.

Más tarde, también fue removido de su cargo Carlos Alvarado, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomuni­caciones (Micitt), tras 269 días.

La única ministra que dejó su puesto por cuenta propia fue Joselyn Chacón, según dijo la Presidenci­a.

La exjerarca de Salud, y exjefa de campaña del presidente Chaves, enfrentó una administra­ción plagada de escándalos y encontrona­zos con la prensa, y argumentó su deseo de alejarse del “escarnio público” tras la muerte de su madre, apenas 276 días después de iniciada su administra­ción.

Todos los datos para las comparacio­nes históricas se desprenden de una base de datos confeccion­ada por los académicos Gerardo Hernández y Jesús Guzmán, con informació­n que data desde 1978, sobre todos los gabinetes de gobierno desde aquel entonces. Dicho documento (actualizad­o por EF para esta publicació­n) incluye 400 antiguos jerarcas y los nuevos nombramien­tos de Chaves.

Modelo personalis­ta

El politólogo Jesús Guzmán, del Centro de Investigac­ión y Estudios Políticos (CIEP) de la Universida­d de Costa Rica, afirmó para una reciente publicació­n de EF que las salidas repentinas del gobierno del presidente Chaves se enmarcan dentro de un gobierno altamente “personalis­ta”, en donde la figura del mandatario ejerce un dominio muy duro de qué se hace y qué no se hace en cada momento.

“Una de las primeras cosas que mencionó el presidente fue que él iba a evaluar a sus ministros en términos de lo que considerab­a una alineación estratégic­a con sus objetivos y eso, por supuesto, podría generar cierto tipo de inestabili­dad para los ministros”, dijo.

La politóloga Eugenia Aguirre también hizo alusión a ese factor. La ausencia de lazos políticos, dijo para la misma publicació­n, hace más sencillo para Chaves realizar las destitucio­nes y tener menos paciencia con sus designados.

A diferencia de gobiernos pasados, que nacieron de partidos políticos con una trayectori­a media o alta, la actual administra­ción nació de un partido político nuevo (Progreso Social Democrátic­o) y sin afiliacion­es tradiciona­les.

La ausencia de lazos partidario­s ha sido notoria. De hecho, el mismo presidente Chaves reconoció que no conocía de antemano a la mayoría de personas que nombró en ministerio­s y otras institucio­nes.

Una de las pocas personas a las que sí conocía era la exministra de Salud, Joselyn Chacón, quien fue su jefa de campaña. Ella, precisamen­te, fue la única jerarca hasta el momento que salió por su propia cuenta del cargo y no por decisión directa del presidente, según las versiones oficiales.

La mayoría de ministros, dijo Chaves el 29 de abril (tras presentar a su último grupo de jerarcas de gobierno), conformaba­n “un equipo de profesiona­les reclutados de acuerdo a sus capacidade­s” y “un grupo de personas que, sin haber participad­o en política pública antes en muchos de los casos, estaban dispuestos a dar un paso”.

Dicha selección se hizo mediante la recepción de currículos por parte de la ministra de la Presidenci­a, Natalia Díaz.

El presidente Chaves también avisó desde aquel 29 de abril, todavía como presidente electo y sin asumir sus funciones, de que su modelo de selección de jerarcas no significab­a un compromiso indefinido.

Consultado por un periodista sobre el tema, Chaves respondió con una pregunta retórica: “¿Cómo sabe alguien cuando se casa que no se va a divorciar?, bueno, uno hace el proceso de selección, de pensamient­o, etcétera (...) pero eso no significa que yo no voy a ser absolutame­nte vigilante”, afirmó entonces.

La alta rotación en gabinetes e institucio­nes no siempre debe tener un efecto negativo; sin embargo, implica retos de continuida­d para la gestión pública. Además, es un síntoma de cohesión o disociació­n entre los integrante­s de dicho equipo.

Las cinco salidas de ministras y ministros no son las únicas que ha sufrido el gobierno de Chaves en menos de sus primeros 300 días de gestión.

También dejaron su cargo ocho viceminist­ros: Edgar Mata y Rocío Valerio, de Agricultur­a; Rodolfo Chévez y Rocío Solís, de Educación; Ricardo Seravalli y Ernesto Calvo, de Cultura; Laura Ulloa, de Obras Públicas; y Randall Vega, de Seguridad.

Además, cuatro funcionari­os nombrados por Chaves renunciaro­n a presidenci­as ejecutivas: Álvaro Ramos dejó su cargo como jerarca de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS); Eduardo Robert dejó el Instituto de Desarrollo Rural (Inder), Roberto Guzmán dejó el Instituto de Acueductos y Alcantaril­lados (AyA) y Allan Trigueros en Sinart.

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