Emprendedor financiará con su propio capital a 25 ‘startups’
Eytan Starkman planea invertir $10 millones; ya le aportó fondos a dos iniciativas ticas
Eytan Starkman fundó e impulsa su firma de capital de riesgo Ulua VC para apoyar startups de la región. En Costa Rica ya tiene dos proyectos en su portafolio.
“Hay un gran potencial”, sostiene Eytan. La meta es invertir $10 millones en 25 empresas que se encuentren en diferentes etapas de desarrollo. Una oportunidad que se genera cuando la inversión en startups en la región disminuyó entre 2021 y 2022, aunque Eytan destaca que todavía es un alto monto: alrededor de $7.500 millones.
El Ulua VC 2022 Fund Series invertirá un total de $10 millones en 25 empresas en fases tempranas pre-semilla y semilla que cumplan, además, con dos mandatos: transformación digital y promoción del crecimiento económico inclusivo y sostenible en concordancia con el octavo propósito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Deben ser también startups con soluciones locales para necesidades locales o regionales, que tengan capacidad y visión para explorar el mercado latinoamericano.
“Estamos convencidos que la transformación digital fomentará la prosperidad socioeconómica en la región”, recalca Eytan. No lo hace solo.
“Estamos cansados de que nos hablen de erradicar la pobreza”, afirma Eytan. “Creemos en la creación de prosperidad socioeconómica. Queremos invertir en startups que estén de alguna manera alineadas con el objetivo 8 de los ODS. Hablemos de reducir la brecha económica, hablemos de inclusión financiera, hablemos de reducir la brecha que existe de género”.
Por segmentos
La generación del fondo se realiza por segmentos. En el primero se cuenta con la participación de inversionistas individuales, corporativos y familiares de Chile, Costa Rica, Uruguay, Estados Unidos y Honduras con tickets desde $50.000. Eytan afirma que ya realizaron aportes de capital en cuatro startups: dos mexicanas y dos costarricenses. Pero la meta es ir más allá de la inversión.
La idea es despertar el interés dentro de la misma región para invertir capital de riesgo en proyectos locales. Hay una necesidad de financiamiento evidente.
El 94% del capital de riesgo en América Latina se dirige a Brasil, México, Colombia, Chile y Argentina. No es la única debilidad. La mayoría de recursos invertidos son externos, hay escaso capital local invirtiendo en startups y falta conocimiento de los inversionistas locales sobre los emprendimientos que surgen en la región.
Una de las startups costarricenses apoyadas es Muscle, que desarrolla y comercializa una plataforma de puntos de lealtad para entidades bancarias y financieras, así como se enfoca en mejorar y garantizar la experiencia del consumidor. La firma ya habría concretado un proyecto en Perú.
“Eso es lo lindo del mundo de startups, que uno le puede invertir capital a una startup y detonar un crecimiento que va más allá de sus fronteras geográficas”, destaca Eytan.
La otra startup es Listo, que conecta proveedores de alimentos con las industrias de hoteles, restaurantes y cafés, y catering. Su plataforma se enfoca en aumentar la eficiencia de la gestión de inventarios, facturación y entregas, al tiempo que reduce los costos y aumenta la rentabilidad.
Actualmente se evalúan iniciativas de El Salvador, Guatemala, Perú y Chile como parte de la primera etapa en la que se invertirá en emprendimientos emergentes. Posteriormente, se verán proyectos en diferentes industrias.
“La cantidad de startups levantando capital es prometedora. Existe talento. Hay potencial”, insiste Eytan.
En las últimas décadas aumentó el ecosistema de impulso y desarrollo de startups, así como el tipo de iniciativas, productos, visión y mercado, incluyendo emprendimientos con soluciones tecnológicas en el sector financiero ( fintech).
En Costa Rica también Invert Up, Caricaco y Carao gestionan fondos de inversión a startups.
Las dificultades existentes provoca, empero, que pocas sean exitosas. En Centroamérica, además, las startups tienen menos oportunidades de captar capital de riesgo de EE. UU., México o Sudamérica, desde donde los fondos que se enfocan en los grandes mercados.
Trayectoria
Eytan creció en La Lima Cortés, a media hora de San Pedro de Sula, una región que se convirtió en el centro de desarrollo de la industria bananera. Ahí creció, lo que le dio una visión proactiva de la relación de la inversión externa y el impacto que puede tener en una región. Muy cerca pasa el río Ulúa, al que afluyen otros cauces de la zona.
En 2002 concluyó sus estudios de bachillerato en la American School, en Tegucigalpa, la capital hondureña.
Su sensibilidad y la situación que conoció en La Lima le llevó a estudiar Ciencias Políticas, específicamente estudios latinoamericanos, y relaciones internacionales en la Universidad de Florida, tras concluir la secundaria. La idea al graduarse era desarrollarse profesionalmente y aportar al país, por lo que regresó a Honduras. Ahí se empezó a vincular al financiamiento de proyectos.
En 2010, trabajó en la Asociación Hondureña de Productores de Energía Eléctrica, promoviendo la transformación del tradicional modelo de electricidad basada en hidrocarburos a una matriz de energía renovable (con fuentes eólicas, solar e hidroeléctrica), lo que le dio oportunidad de mezclar acciones en los ámbitos de política pública, de economía, social y financiera.
Estando en Florida, nuevamente, Eytan concluyó el Master of Business Administration (MBA), con énfasis en finanzas, lo que le hizo abrir las puertas en la banca, donde siguió su carrera profesional especializándose en gestión patrimonial.
Ingresó a Bank Hapoalim International (BHI), un banco privado -”el más grande de Israel”- con una sede en Aventura, Florida, para atender a clientes de alto patrimonio neto de América Central, Argentina, Paraguay y Uruguay. Ahí fue asistente de vicepresidencia.
Su siguiente paso fue en Indosuez Wealth Management, donde trabajó también con clientes de la región en particular en la gestión patrimonial de capitales familiares y emprendedores de América Latina. Otra puerta se abrió.
En 2021, Eytan ingresó como director ejecutivo, primero, y luego como managing director a Vizcaya Capital, una firma asesora de inversiones con sede en los Estados Unidos para patrimonios familiares de alto nivel. Su intención, sin embargo, era ir más allá.