‘Bitcoiners’ ven potencial en hidroenergía local para minado de criptos
Impulsores de la criptomoneda estuvieron en el país
El pasado 23 de marzo los diputados de la Asamblea Legislativa recibieron en Costa Rica al canadiense Samson Mow y al príncipe heredero de Serbia, Filip Karageorgevich. A esta inusual dupla la une una cruzada en común: la creencia en bitcoin como la forma más pura de poseer dinero.
Mow y Karageorgevich son el CEO y el director de estrategia, respectivamente, de JAN3, una empresa de tecnología enfocada en acelerar la “hiperbitcoinización global”. Su objetivo, a grandes rasgos, es evangelizar a los gobiernos sobre las ventajas de adoptar temprano el bitcoin dentro de sus planes a futuro.
¿Cuántos devotos han ganado? Su currículum lo encabeza el caso de El Salvador. JAN3 fue la compañía que asesoró al gobierno de Nayib Bukele en la adopción de bitcoin como moneda legal en setiembre de 2021, además de idear los “bonos volcán”, una emisión de deuda salvadoreña respaldada en bitcoin que se esperaba que saliera en 2022 pero de momento sigue en pausa.
Como evangelizadores creen, también, en un apocalipsis. Ambos consideran que el sistema financiero como lo conocemos en la actualidad está por colapsar y que el bitcoin será el único refugio en pie.
“Con la crisis bancaria que está ocurriendo en los Estados Unidos, las empresas, las personas, los capitalistas de riesgo, se rompen los sesos tratando de pensar: ¿dónde puedo guardar mi dinero? ¿Qué banco es seguro? Y la realidad es que ninguno de los bancos está a salvo porque todos son fraccionarios”, dice Mow.
Bajo ese supuesto, ambos consideran que es cuestión de tiempo antes de que la mayoría de usuarios adopten bitcoin en lugar del dinero tradicional. ¿Cuánto tiempo? Cinco años, calculan.
El Financiero se sentó a conversar con Mow y Karageorgevich sobre el potencial que ven en Costa Rica.
Hidrobonos bitcoin
“Sería estúpido no aprovecharlo”, dijo Karageorgevich cuando se dio cuenta del potencial energético que tiene el país.
Si bien advirtieron que todavía le faltan más visitas para
– Dado que El Salvador sería el primer país en emitir un bono bitcoin, ¿cuánta presión hay para que los bonos volcán sean un éxito?
–Mow: Pero puede ser que Costa Rica lance hidrobonos antes de que El Salvador lance los suyos. Aún no lo han hecho, así que todavía hay oportunidad de ser el primero.
– Sí, pero otros países probablemente quieran esperar a ver los resultados en El Salvador.
–Mow: También es una oportunidad, El Salvador ha tardado en emitir los bonos volcán, pero espero que aún lo hagan. Existe la oportunidad de que otros países vayan primero ahora y es por eso que estamos explorando posibilidades. Tuvimos una llamada con un grupo en Ecuador, ellos también quieren hacer bonos hidroeléctricos. –No creo que haya que esperar a que El Salvador lo haga. Considero que la oportunidad es solamente para quien quiera ser audaz e intentar hacer algo nuevo, pero creo que lo más importante es cambiar la forma en que la gente piensa sobre el dinero en términos generales.
– ¿Consideran que El Salvador le ha dado una buena imagen al bitcoin?
–Karageorgevich: Sí, pero es un país, una estrategia, y hay cientos de países y millones de estrategias que se pueden abordar. No hay una estrategia que sirva para todos. Y creo que Costa Rica lo tiene más fácil en términos de producción de energía. Lo único que los frena es que en su democracia puede ser difícil aprobar leyes. conocer la realidad costarricense, lo que más les llamó la atención es la posibilidad de convertir la energía hidroeléctrica de Costa Rica en minado de bitcoin.
La minería de criptomonedas suele ser criticada por su importante factura energética y ambiental. Costa Rica, en cambio, tiene la posibilidad de minar con energía más amigable con el ambiente.
De hecho ya hay un proyecto que proporciona energía renovable a mineros en el país: Data Center, una planta hidroeléctrica que le suministraba energía al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y que, después de que el ICE no les renovara el contrato, se dedicaron a darle sus servicios a mineros.
“Tal vez la adopción aquí sea a través de una iniciativa del ICE para minar bitcoin, tal vez en una asociación público-privada. O también podrían ser los hidrobonos”, dijo Mow.
Los “hidrobonos” serían la versión costarricense de los bonos volcán de El Salvador.
“Parte de las ventas del bono se destinarían a mejorar la infraestructura de la hidroelectricidad, tal vez creando más represas, respetando también la naturaleza ecológica de Costa Rica”, comentó Karageorgevich.
Para ambos bitcoin es la única criptomoneda que es realmente descentralizada y sobre ella es donde se debe construir la adquisición gubernamental de criptoactivos.
Mow considera que este es un buen momento para que gobiernos como el de Costa Rica empiecen a llenar sus reservas de bitcoin para que cuando el sistema de dinero fíat falle, como predice que sucederá, el país sienta menos el golpe.
Sobre el caso de El Salvador
Tanto Mow como Karageorgevich consideran que, a nivel general, la adopción de El Salvador ha tenido más aciertos que fallos. Aun así, admiten que hay ciertos elementos que pudieron tratarse mejor. El primero que menciona Karageorgevich es la implementación del Chivo Wallet, la cual dijo que “quizás se apresuró”.
La Chivo Wallet fue el principal intento que hizo el gobierno salvadoreño para acelerar la adopción del bitcoin en la población. Era una billetera digital en donde se podían almacenar las criptomonedas y que venía con un subsidio estatal del equivalente a $30 en bitcoin.
Un estudio realizado por el Buró Nacional de Investigación Económica de los Estados Unidos (NBER, por sus siglas en inglés) encontró que solo un 9% de la población utilizó la billetera digital tras haber gastado los $30 subsidiados.
Otro problema es la opacidad con la que ha operado Bukele en la compra de bitcoin. No hay datos oficiales sobre cuántas criptomonedas se han comprado, a qué precio ni bajo qué estudio.
lotería productos a precio oficial y ser vigilantes en el combate contra el sobre precio. Les instamos a comprar solamente a precio oficial con los vendedores autorizados (quienes portan un carnet que los acredita como tales) y en el sitio web jpsenlinea.com”, indicó la entidad.
El premio más alto que se ha registrado desde que existe el acumulado en 2017, fue el de ¢1.517 millones en febrero del 2020, según datos de la JPS.
¿Cómo funciona el acumulado?
El premio acumulado de la JPS se sortea los martes, viernes y domingos de cada semana, a partir de los números de lotería que las personas compran para chances y lotería nacional. Pero no siempre se declara un ganador en cada fecha.
Para el proceso de sorteo en cada día respectivo se utiliza una tómbola con 50 bolitas. De ellas, solo una tiene la palabra “acumulado” y las otras solo se refieren a premios menores, que van desde los ¢2 millones y hasta los ¢15 millones.
El premio del acumulado empieza en ¢100 millones, pero aumenta cada vez que “sale” un premio menor y no la bolita del premio máximo.
Si no hay un ganador del acumulado porque la bolita no sale, se suman ¢20 millones por cada uno de los primeros 10 sorteos fallidos y ¢30 millones en adelante.
Cada vez que sale una bolita con un premio menor, esta es retirada para el siguiente sorteo del acumulado.
En los casos en los que sale la bolita con la palabra acumulado, pero nadie compró la combinación ganadora de número y serie, el monto del premio se mantiene y se le suman ¢100 millones adicionales para el siguiente sorteo, pero también se reintegran todas las bolitas con premios menores que habían sido retiradas hasta entonces.
Es decir, aumenta el premio, pero también se reducen las probabilidades de que este salga en la siguiente ocasión.