320.000 personas en 25 cantones votarán de forma electrónica
30 centros de votación dispondrán solo de máquinas para las elecciones municipales.
Si usted va a votar el próximo domingo 4 de febrero para elegir las autoridades de su cantón, puede que en vez de usar una papeleta tradicional en la que se vota con lapicero o crayón, se encuentre una máquina similar a una pantalla táctil.
Esto se debe a que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) desplegará ese domingo el mayor plan piloto de voto electrónico o lo que la institución denomina “papeleta única electrónica” (PUE).
La situación es aún novedosa y puede que confusa para muchas personas. Aquí explicamos algunas claves para entender el proceso.
En total, 320.000 electores de 30 centros de votación ubicados en 25 cantones del país serán los primeros en votar en unas elecciones mediante el plan piloto de la PUE.
Entre los centros que tendrán este mecanismo están el Liceo de Puriscal, el Liceo de Moravia o el Colegio Académico de Guácimo. De estos, el centro con más población electoral es el Liceo de Moravia, con casi 17.800 inscritos. Muy cerca está el Liceo de Paraíso, con poco más de 16.600 electores.
La escogencia de estos centros se basó en diferentes criterios, según Héctor Fernández, director general del Registro Electoral. En primer lugar, el TSE realizó un estudio de mercado para identificar las juntas receptoras de votos (JRV) ideales, pues el presupuesto disponible alcanzaba para un máximo de 500 mesas.
La entidad estableció dos parámetros básicos: que el voto con la PUE estuviera presente en las siete provincias y que participara tanto población rural como urbana.
El siguiente filtro consistió en escoger los centros que tuvieron la mayor participación en las elecciones municipales del 2016 y el 2020, y que la implementación de la PUE abarcara a todas las mesas del centro de votación, para evitar “sorpresas” en los electores sobre a quién le tocaba y a quién no. Así, la lista se acortó a los 30 centros designados (ver tabla).
¿Cómo funciona el voto?
Aunque se le denomina voto electrónico, en esencia el voto sigue siendo en papel. La máquina no es más que una impresora con pantalla táctil. Es decir, no cuenta los votos.
El votante llegará como de costumbre ante los miembros de mesa, mostrará su cédula y recibirá una papeleta firmada por cada miembro por un lado y en blanco por el otro.
Luego, se dirigirá a la máquina, donde introducirá esa papeleta por una ranura, ubicada en la parte superior derecha. De inmediato se mostrará en la pantalla la oferta electoral del cantón correspondiente.
El voto será en tres pasos y el fondo de la pantalla cambiará de color: blanco para alcaldes, celeste para regidores y rosado para síndicos. En cada paso la persona debe escoger la opción de su preferencia tocando sobre la bandera del partido que apoya. También tiene la posibilidad de votar en blanco.
Al finalizar con las tres votaciones, aparecerá el resumen de las tres opciones escogidas en cada paso. El votante puede modificar cualquiera de los tres votos o reiniciar todo el proceso. Sin embargo, al igual que la votación en papel, el tiempo máximo para ejercer el voto es de dos minutos.
Si la votación es definitiva, la persona debe presionar “imprimir”. Así, en la cara de la papeleta que originalmente estaba vacía se imprimirán las tres opciones elegidas. En ese momento ya el votante no puede devolver el proceso.
Esa papeleta impresa es el voto. Debe doblarse dentro de la mampara y depositarse en la caja, como sucede siempre.
Si la persona muestra su voto antes de doblarlo o escribe o dibuja sobre la papeleta, el voto pasa a ser nulo.
Lo que contarán los miembros de mesa al cierre de la elección son esas papeletas. La máquina no cuenta y no tiene memoria, tampoco muestra la hora, no trabaja en red y tiene puertos deshabilitados. El TSE garantiza que no hay posibilidad de hackeo.
Para preservar la legitimidad, cada papeleta guarda la elección del votante en un chip encriptado con el que puede comprobarse que lo impreso en el cartón corresponde a lo que la persona seleccionó digitalmente. La máquina lee el chip solo si se acerca a 1,5 centímetros o menos.
El paso a paso es simple, pero si este proceso se torna difícil el votante puede pedir ayuda a los miembros de mesa. No obstante, estos deben hacerlo sin ver directamente la pantalla y la escogencia del elector.
¿Puede una persona negarse a votar así?
En los centros de votación seleccionados, este mecanismo será la única forma disponible para votar, no habrá papeletas tradicionales. Si alguna persona no desea usar la máquina, la única alternativa que tiene es no votar.
En estas semanas previas a la elección municipal, el TSE está visitando las comunidades donde votarán de forma electrónica y llevando una máquina de prueba para que los votantes puedan conocerla y practicar. Además, el Tribunal creó un simulador de votación en la máquina, disponible en su sitio web.
El mismo día de la elección también habrá máquinas de práctica en las afueras de los centros de votación escogidos para el plan piloto.
¿Para qué hacer el cambio?
Desde 1996, luego de una reforma, el TSE está habilitado a implementar medios de votación electrónicos.
Esto responde a una situación que se viene presentando 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 desde los años 90 pero que se ha agravado en las últimas elecciones: menos personas se inscriben para ser miembros de mesa. Al cierre de la elección, eso se traduce en menos manos contando votos, lo que genera un proceso más lento.
La rapidez del conteo es una preocupación del TSE, pues quiere que el tradicional corte de las 8:00 p.m. de todas las elecciones abarque la mayor cantidad de mesas posibles para dar un resultado más contundente.
En el caso de las elecciones municipales, debido a que la máquina resume en una sola papeleta los resultados de lo que en papel serían tres diferentes, la expectativa es que el conteo por parte de los miembros sea más ágil.
“Nuestro objetivo es ver cómo esto ayuda o no al trabajo de los miembros de mesa. Sabemos que tiene que reducirse el tiempo porque pasará de tres escrutinios a uno, pero además en el tiempo de emisión de actas”, indicó Hernández.