Las 10 coaliciones
de la democracia costarricense, que ya suma 10 años fuera de la Poder Ejecutivo y tres derrotas consecutivas en comicios presidenciales.
“Si pensamos como partido político individual, no hay nada que hacer”, diagnosticó Álvarez.
Fracasos del pasado
En términos prácticos, formar una coalición es bastante sencillo para los partidos políticos.
“Tiene que celebrarse un pacto entre las dos o más agrupaciones, con el fin de celebrar candidaturas en común. Ese pacto debe celebrarse entre los representantes de las agrupaciones políticas que tengan interés de coaligarse y debe ser aprobado por parte de las asambleas superiores de esos partidos, con un programa de gobierno común y los puestos reservados para cada agrupación política y sus encabezamientos“, explicó a EF Gerardo Abarca, secretario general del Registro Electoral.
El plazo límite para inscribir una coalición es de seis meses antes de la elección correspondiente; y el acuerdo también debe establecer pautas sobre resolución de conflictos internos y la repartición de los eventuales recursos a los que se logre acceso de la deuda política, entre otras cuestiones.
Concretar una coalición en términos políticos es más complicado, tal como recordó el propio liberacionista Álvarez.
“Aquí lo que puede prevalecer es el egoísmo personal y que cada uno crea que puede ganar solo”, afirmó. Además, están los puestos: una alianza entre varias vertientes, implica menos cargos de elección y de designación para repartir entre un grupo más grande de aspirantes.
Por otra parte, también está el cálculo político. Una alianza solo es factible cuando todas las partes lo estiman conveniente y desde este 13 de enero quedó claro que, al menos en el caso del PLN, no parece factible en los términos planteados por el excandidato.
Por ejemplo, tan pronto se publicaron las palabras de Álvarez, Fabricio Alvarado y Eliécer Feinzaig descartaron cualquier ligamen con el PLN.
“No digo que descartamos una coalición, eso lo dirán los tiempos, pero sí puedo decir que no contemplamos una coalición con el PLN”, afirmó
ELECCIÓN 1966 1978 1978 1982 1982 1986 1986 1990 2002 2006
NOMBRE DE LA COALICIÓN
“No digo que descartamos una coalición, eso lo dirán los tiempos, pero sí puedo decir que no contemplamos una coalición con el PLN”.
Fabricio Alvarado Partido Nueva República
Luis Amador es
Alvarado.
“No he participado en ninguna conversación para conformar una coalición de cara al 2026 y, ciertamente, ni los partidarios del PLP ni yo tenemos ningún interés en formar una coalición con el PLN”, añadió Feinzaig.
La idea de Álvarez incluso fue rechazada a lo interno del PLN, por los actuales presidente y secretario general de la agrupación, Ricardo Sancho y Miguel Guillén.
Históricamente, existen pocas experiencias de éxito electoral de coaliciones políticas en Costa Rica, aunque se pueden contar experiencias en elecciones municipales y otras 10 en elecciones nacionales, entre 1966 y 2006.
Solo dos de las 10 alianzas mencionadas para elecciones generales lograron alcanzar la Presidencia: Unificación Nacional, a José Joaquín Trejos, en 1966; y la Coalición Unidad,
PARTIDOS INTEGRANTES a través de Rodrigo Carazo, en 1978. Este último grupo participó en dos elecciones, fue una amalgama de varias agrupaciones opositoras a Liberación Nacional y abrió las puertas para la creación de la Unidad.
Para las elecciones del 2022, figuras como Feinzaig, Mario Redondo (de Alianza Demócrata Cristiana), el PRSC y hasta el actual presidente Rodrigo Chaves informaron sobre pláticas para explorar posibles coaliciones entre ellos. Sin embargo, finalmente no se fraguaron iniciativas concretas. Feinzaig y Redondo sí presentaron una alianza llamada Coalición por el Cambio, pero finalmente desistieron de llevarla a las papeletas. El intento se vino abajo luego de que el alcalde de Cartago se vio implicado e incluso fue detenido en el marco del caso judicial sobre presuntos sobornos para la gestión de infraestructura municipal conocido como “Cochinilla”.
“Uno nunca sabe adónde el destino lo va a llevar y, habiendo sido un crítico tan feroz de la inacción y el estado en el que estábamos, la vida me dio el reto de tratar de paliar y si la vida me vuelve a dar el reto de
¿Y la continuidad del gobierno?
Además de los llamados a coalición, está la interrogante de cómo y quién buscará la continuidad del actual gobierno. El movimiento que colocó al presidente Chaves enfrenta a la vez una gran oportunidad y un gran reto.
Si bien el presidente ha sufrido el típico desgaste de imagen de cualquier jefe de gobierno, sus índices de aprobación siguen por encima del 50% después de dos años de mandato: una cifra inusualmente alta si se toma en cuenta la experiencia de gobernantes pasados.
No obstante, la ausencia de una estructura partidaria detrás de Chaves y su administración abre el espacio para las dudas sobre la transición del poder.
Los problemas ya se evidenciaron en las elecciones municipales de este mes de febrero, en las cuales no participó ningún partido político directamente ligado con Chaves, aunque sí lo hizo el partido que le llevó al poder: Progreso Social Democrático (PPSD). Esta agrupación logró dejarse dos alcaldías (Atenas y Carrillo), a pesar del divorcio público de su cúpula con el presidente Chaves desde el 2023.
Hay un segmento de la población que podría desear una nueva versión del oficialismo, pero no se sabe todavía cuál sería su presentación.
A pesar de la falta estructuras partidarias, sí existe un jerarca que levantó la mano para asumir el relevo —al menos tímidamente, por el momento.
Fue el actual ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, quien dejó clara su postura en una entrevista para el programa Matices de Radio Monumental.
Consultado sobre su eventual aspiración presidencial dijo: “Uno nunca sabe en dónde el destino lo va a llevar y, habiendo sido un crítico tan feroz de la inacción y el estado en el que estábamos, la vida me dio el reto de tratar de paliar y si la vida me vuelve a dar el reto de seguir paliando y tratando de arreglar, créame que lo voy a asumir”.
Hasta el momento, Amador es una figura fuerte del Poder Ejecutivo. Según una encuesta publicada por el Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo), con datos recolectados entre el 10 y el 18 de noviembre del año pasado (y un margen de error de 2,7 puntos porcentuales), solo un 8,6% de la población dice desconocer cuál es la labor de este jerarca y su calificación de desempeño es cercana a un 7 en una escala de 1 de 10. La cifra del jerarca incluso es más alta que la del propio presidente Chaves, lo cual es un dato no menor.
La carrera presidencial seguramente será larga y falta la gran mayoría de su trayecto. Pero algunos ya dan sus primeros pasos.
Ministro del MOPT