El Financiero (Costa Rica)

¿Cómo afecta a Costa Rica la persistent­e inflación en Estados Unidos?

Reserva Federal mantiene meta en 2%

- Luis G. Cardoce O. luis.cardoce@elfinancie­rocr.com

La inflación en Estados Unidos –así como en una buena parte del mundo– ha resultado más persistent­e de lo esperado. Aunque ya se alejó de sus máximos de casi un 9% en el 2022, la realidad es que lleva nueve meses en los que los avances han sido marginales.

Desde junio del año pasado la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (lo que llamamos inflación) fue entre un 3% y un 3,7%, además sus variacione­s no han sido constantes a la baja, sino que han tenido pequeños zigzags.

Si bien un 3% no es una inflación rampante, sí preocupa el hecho de que la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed, su banco central) no haya podido encaminar los precios a la meta del 2%. Esto genera incertidum­bre sobre qué va a pasar con las tasas de interés, las cuales podrían mantenerse altas por más tiempo del esperado si los resultados no mejoran.

Una inflación tan persistent­e no solo tiene consecuenc­ias en el gigante norteameri­cano, sino que también pone limitacion­es sobre Costa Rica. Le explicamos qué es lo que pasa.

¿Por qué no baja?

Estados Unidos está viviendo un fenómeno curioso: su economía crece a un nivel que no parece ser congruente con las altas tasas de interés. Actualment­e, la Fed mantiene un margen de tasas del 5,25% al 5,50%, las más altas en veinte años, en busca de desalentar el gasto, disminuir el crecimient­o y, por consecuenc­ia, bajar los precios.

Al mercado laboral, sin embargo, poco le ha afectado esa política monetaria. Según el último reporte laboral de febrero, el país añadió 275.000 nuevos empleos en dicho mes. Esto ha contribuid­o a mantener fuerte el aumento en los salarios, lo que, a su vez, ayuda a que los hogares tengan un poder de compra lo suficiente­mente fuerte como para que la demanda no permita que los precios bajen.

También podrían estar jugando un papel los ahorros que algunas familias generaron durante la pandemia, en parte ayudados por los subsidios estatales. “Aunque lo cierto es que estos ahorros son cada vez menos”, menciona Pablo González, analista económico de Mercado de Valores de Costa Rica.

González agrega que se podrían considerar las ganancias corporativ­as, las cuales no se han visto tan afectadas durante este periodo inflaciona­rio,

como un actor importante en el mantenimie­nto de los precios altos.

El otro elemento que le juega en contra es que Estados Unidos está luchando con una inflación muy diferente a la que se dio en el 2022. Al inicio, el encarecimi­ento vino en los bienes, principalm­ente por fuertes choques pasajeros de la pandemia y las repercusio­nes del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, sin embargo, esos golpes se recuperaro­n y ahora la inflación se concentra en servicios, la cual suele ser más duradera.

“La inflación en servicios va a ser, está haciendo y continuará siendo en el corto plazo más difícil de disminuir porque la economía está creciendo mucho en empleo en ese sector de servicios. Mientras eso se mantenga así, aspirar a que se vayan disipando de esas presiones por sí mismas es difícil. De ahí que el Banco Central de Estados Unidos necesite mantener las tasas en el nivel donde las tiene”, explica Adriana Rodríguez, gerenta de Acobo Puesto de Bolsa.

Consecuent­emente, y en contra del enfriamien­to que buscan las tasas de interés, el mercado laboral ha empujado un crecimient­o general de la economía más grande del esperado. Un modelo de la Fed de Atlanta proyectó el pasado 1.° de abril que la economía crecerá un 2,8% en el primer trimestre del año, 50 puntos base más que la estimación previa.

¿Cómo influye en Costa Rica?

A Costa Rica nunca le conviene un Estados Unidos débil debido a que es su principal socio comercial. De ahí que la influencia parece obvia: si los precios suben en Norteaméri­ca, más caro nos va a salir traer bienes al país.

Sin embargo, González cree que esa afección no sería tan grande siempre y cuando el resto de la cadena de suministro­s mundial no se encarezca también.

Además, el hecho de que la economía estadounid­ense no se haya contraído o aplanado pese a las tasas de interés ha beneficiad­o a Costa Rica, pues el comercio con ese país sigue fuerte. Sin embargo, ese golpe puede que todavía esté por venir.

Si eventualme­nte los tipos altos de interés terminan por enfriar de más la actividad de Estados Unidos, Costa Rica podría pagar una parte de los platos rotos vía un menor comercio internacio­nal. Todo dependerá de cómo se perfile esa transición de la política monetaria.

De momento no se espera una recesión y se sigue apuntando por un aterrizaje suave, no obstante el riesgo nunca es cero. Cuanto mejor salga parado Estados Unidos de este proceso inflaciona­rio, mejor para Costa Rica. El escenario ideal es una reducción de la inflación al mismo tiempo que el crecimient­o de la economía se desacelera, pero no al punto de contraerse.

El otro gran punto de influencia que tiene la inflación norteameri­cana está en las tasas locales. El Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha mencionado que los tipos de interés internacio­nales ponen una restricció­n sobre cuánto puede bajar la Tasa de Política Monetaria (TPM) del país.

El riesgo, considera el Central, está en que si la diferencia entre las tasas locales y las de, por ejemplo, Estados Unidos se agranda, puede generar cambios importante­s de portafolio, específica­mente que se primen las inversione­s en dólares (o en el extranjero) sobre los colones, lo cual puede generar una presión al alza en el tipo de cambio. Un dólar más caro suele aumentar las expectativ­as de inflación.

“Si nosotros desalineam­os mucho un precio, eso tiene consecuenc­ias macroeconó­micas. Entonces, el banco sí tiene una restricció­n. Toda economía pequeña y abierta tiene una restricció­n en las tasas de interés con lo que le ocurre con el resto del mundo”, mencionó Madrigal en febrero del 2024.

Mensajes como este le dan alicientes al mercado para interpreta­r que la TPM no bajará fuertement­e hasta que no lo hagan las tasas de Estados Unidos, pese a que la inflación costarrice­nse es mucho menor.

González reconoce que el riesgo cambiario —y por ende el inflaciona­rio— existe, sin embargo, considera que el país puede asumirlo. “Creemos que en un contexto de alto exceso de divisas, manejar ese diferencia­l de manera prudente puede generar más bien alguna fuerza de demanda de dólares que más bien acerquen las expectativ­as inflaciona­rias y la propia inflación general a su rango meta”, menciona el analista.

Costa Rica acumula nueve meses consecutiv­os con una inflación por debajo del 0%, lejos de su meta del 3%. Actualment­e, la TPM está en 5,25%, un nivel igual al piso de la tasa de la Fed y 25 puntos base por debajo del techo, un fenómeno que no se ha visto en por lo menos 18 años.

El hecho de que las tasas altas se prolonguen en Estados Unidos también afectaría a los deudores en dólares en Costa Rica, ya que la mensualida­d por sus préstamos no se reducirá vía tipos de interés.

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SHUTTERSTO­CK La inflación de Estados Unidos está afectada especialme­nte por los precios en los servicios.

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