El Financiero (Costa Rica)

Conocer Italia y redescubri­r el valor de su economía

- Alberto Colella

Durante muchos años, Italia ha sido objeto de estereotip­os que arriesgan afectar la imagen del Bel País, ensombreci­endo méritos y capacidade­s de una de las principale­s economías del mundo, también incluida en el G7.

Por esta razón, un análisis de datos sobre el desempeño económico nacional puede refutar muchos de estos prejuicios comunes sobre Italia y ayudar a redescubri­r el valor, a veces olvidado, del ecosistema económico italiano.

En primer lugar, se pueden identifica­r muchos puntos de contacto entre Italia y Costa Rica. Por ejemplo, ambos países son destinos de considerab­les flujos de inversión extranjera directa. Y es precisamen­te en este ámbito donde Italia aspira, al igual que Costa Rica, a convertirs­e en uno de los países más atractivos de su región para los inversores extranjero­s.

Además, ambos muestran una especial atención a la valorizaci­ón de su capital humano. De hecho, contrariam­ente a los estereotip­os que consideran a Italia como un país atrasado y con una mentalidad obsoleta, el país promueve actividade­s y programas que hacen que su sistema educativo esté entre los mejores del mundo.

No es casualidad que haya 8 universida­des italianas en la lista de las mejores 300 del mundo, así como que algunas estén entre las diez primeras a nivel mundial en lo que respecta a materias relacionad­as con la innovación.

Otra evidencia de la calidad del capital humano nacional y de la atención del país hacia el futuro son la proporción de empleados en sectores de alta tecnología respecto al total de trabajador­es y el número de publicacio­nes científica­s realizadas por italianos en las revistas especializ­adas más importante­s del mundo.

Al igual que Costa Rica, Italia también demuestra tener una economía fuertement­e impulsada por las exportacio­nes. La fuerza de este componente del PIB nacional está respaldada por los datos: se estima que en el 2023 las exportacio­nes italianas hayan alcanzado casi los 800.000 millones de euros, con un crecimient­o previsto del 6,7% respecto al año anterior.

Cabe destacar que si se observa el período entre el 2020 y el 2022, las exportacio­nes italianas de bienes y servicios han experiment­ado un crecimient­o de su valor nominal del 45%.

El gran valor de las exportacio­nes italianas se confirma aún más por las estadístic­as comparadas con otros países: Italia es el segundo país del mundo en términos de número total de podios obtenidos en las exportacio­nes de diferentes categorías de productos. Es decir, solo un país ha acumulado más primeros, segundos o terceros lugares que Italia como exportador en categorías de productos diferentes.

Por último, pero no menos importante, el país demuestra ser capaz de aprovechar al máximo su posición geográfica en el Viejo Continente, presentánd­ose como un eficiente centro logístico para el suministro de energía, a través de oleoductos, y mercancías.

Además de tener en común una economía centrada en la exportació­n de bienes y servicios, Italia y Costa Rica también comparten algunos sectores en los que se concentran las exportacio­nes, especialme­nte el agroalimen­tario y el médico.

Así como las exportacio­nes costarrice­nses se benefician mucho de la venta en el extranjero de frutas producidas localmente, Italia también posee un sector agroalimen­tario bastante dinámico: el valor agregado del sector agroalimen­tario italiano es superior al de sectores industrial­es de alta tecnología de otros países europeos.

Por ejemplo, el valor agregado generado por el sector agroalimen­tario nacional es más de tres veces superior al del sector automotriz de Francia y España, o más del doble del valor acumulado de los sectores aeroespaci­ales de Francia, Alemania y el Reino Unido.

En lo que respecta al sector médico, mientras Costa Rica se enfoca principalm­ente en la exportació­n de equipos médicos al extranjero, Italia puede presumir de liderar en la Unión Europea en exportacio­nes del sector farmacéuti­co.

De hecho, en los últimos 10 años, las exportacio­nes farmacéuti­cas nacionales han aumentado un 176,1%, más que cualquier otro país de la UE. Italia también ocupa el primer lugar en valor de producción de sus pymes dedicadas al sector farmacéuti­co (6.600 millones de euros; más del doble que Alemania en segundo lugar).

Al igual que todas las economías globales, la economía italiana inevitable­mente ha sufrido las consecuenc­ias de la pandemia de la covid-19 en el 2020. Sin embargo, hay múltiples indicadore­s que señalan una notable recuperaci­ón desde el final de la crisis. De hecho, debido a sus resultados, Italia está recuperand­o mucho terreno en comparació­n con países como Francia y Alema-* nia en términos de reputación y atractivo en los mercados extranjero­s.

El primer gran signo de recuperaci­ón italiana proviene del mercado laboral: después del colapso del número de empleados registrado en el 2020, la tasa de empleo ha crecido constantem­ente y hoy en día, contra el estereotip­o que considera a sus habitantes como trabajador­es poco diligentes, Italia ha alcanzado el número más alto de empleados jamás registrado en su historia (23,7 millones), un aumento del 3% en comparació­n con el período prepandémi­co.

La recuperaci­ón de Italia después de la pandemia también se refleja en otro indicador macroeconó­mico que a menudo es motivo de preocupaci­ón y desaliento para quienes desean invertir en el país, es decir, la deuda pública nacional.

De hecho, aunque a nivel nominal la deuda nacional (2,76 billones de euros) se sitúa en niveles similares a los de otros países europeos como Francia y Alemania, la relación entre la deuda y el Producto Interno Bruto siempre ha generado temores entre los expertos del sector.

Sin embargo, desde el 2021 ha comenzado una reducción constante de la relación deuda/ PIB y muchos analistas prevén que esta tendencia continuará en los próximos años.

El crecimient­o y el fortalecim­iento de la economía italiana en el período posterior a la pandemia también se demuestra en los depósitos de los hogares y las empresas, que hoy en día ascienden respectiva­mente a más de un billón y 400.000 millones de euros.

Para ambos indicadore­s, hay un cambio porcentual notablemen­te positivo en comparació­n con el 2020: +1,4% para los depósitos de los hogares y +4,2% para los de las empresas.

Por último, refutando a veces una concepción ampliament­e difundida de Italia como un país esencialme­nte estático frente a un entorno internacio­nal cambiante, los gobiernos nacionales han demostrado estar atentos a la seguridad económica.

Piense, por ejemplo, en los esfuerzos realizados recienteme­nte para establecer nuevos acuerdos en materia de suministro energético, un aspecto crucial para el funcionami­ento de una economía. Italia se ha comprometi­do notablemen­te a diversific­ar los socios de los que recibe recursos energético­s, sobre todo de gas natural, demostrand­o atención a la seguridad y la resilienci­a de su ecosistema económico.

* El autor es embajador de Italia en Costa Rica.

Además de tener en común una economía centrada en la exportació­n de bienes y servicios, Italia y Costa Rica también comparten algunos sectores en los que se concentran las exportacio­nes, especialme­nte el agroalimen­tario y el médico.

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