Horneaban pan libre de gluten en sus cocinas, hoy venden en Automercado
True Food surgió por la necesidad de brindar pan sin gluten a uno de los hijos de las fundadoras
Andrea Fernández y Lorena Madrid empezaron a producir pan sin gluten, natural y sin químicos en las cocinas de sus casas. No imaginaban que pronto estarían vendiendo en supermercados y restaurantes de comidas rápidas.
Las dos amigas crearon True Food, que actualmente ofrece cinco productos para todo tipo de personas: dos panes cuadrados —blanco y de semillas o vegano—, un pan de hamburguesas y el pan francés.
Y el quinto producto, el más nuevo, en desarrollo y pronto a salir al mercado: las bases o crust de pizza, prehorneadas y libres de gluten.
Los consumidores lo pueden comprar en Automercado, Compre Bien, Saretto y BM, una cadena de supermercados del Pacífico Sur. Están por ingresar en 18 establecimientos Más X Menos y en los Walmart. Además, están en conversaciones con Pricesmart.
La cadena Quiznos ofrece una opción de emparedado o sándwich de pan de avena, que es el pan francés de True Food.
Las bases de pizza van dos por caja. Se saca del congelador, la coloca de 10 a 15 minutos en el horno, le agrega los toppings o ingredientes y la vuelve a hornear cinco minutos más. Por ahora solo se ofrecen en redes sociales.
Los planes incluyen llegar a exportar.
Buscando un futuro
Lorena y Andrea migraron de su país de origen, Venezuela, a Miami —donde se conocieron— y finalmente a Costa Rica.
Lorena estudió Administración de Negocios en la Universidad Metropolitana, en Caracas. Trabajó en la tabacalera Philip Morris International en organización de eventos. En Miami, adonde llegó en el 2007, siguió con estudios de administración de empresas de turismo, eventos y hotelería en la Florida International University.
Estuvo también en el lanzamiento de una escuela de gastronomía de la universidad.
Estando en Miami conoció a Andrea, que iba de vacaciones a visitar a su novio Alfonso González, quien actualmente es parte de la gerencia de Concasa en Costa Rica.
La amistad prosiguió cuando, en 2011, Andrea se fue a vivir a Miami.
Por coincidencia, Lorena y su actual esposo, Andrés Lafont —que tenía una firma de energía solar— decidieron mudarse juntos en el mismo momento que también lo hicieron Andrea y Alfonso en 2014.
Andrea estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Santa María, también de Caracas, y trabajó en el área médica de 3M.
Cuando se trasladó definitivamente a Miami, estudió inglés y trabajó en la casa cuando nacieron sus dos hijos. Los planes cambiarían pronto.
Antes del final de esa década surgió la opción de venir a Costa Rica. Aquí el suegro de Andrea es uno de los fundadores de Concasa, una firma inmobiliaria con varios proyectos residenciales en el Área Metropolitana. En la familia ocurrió una situación.
Al menor le diagnostican varias alergias alimentarias, lo que implicó un cambio en la alimentación para evitar el gluten, y dio la oportunidad a toda la familia de pasar a una alimentación más natural y sana. El problema era encontrar productos en el mercado.
Andrea halló recetas en Internet, probó y contactó a Lorena, que permanecía en Miami, para intercambiar ideas.
Lorena, tras un paréntesis de dos años en España por varios proyectos de la empresa de Andrés, empezó un negocio en Miami de producción y venta de pan keto durante la pandemia. Le iba bien.
Andrea y Lorena compartieron entonces sus experiencias.
Primera venta
La idea de Andrea era hacer el pan que se necesitaba en la casa, aquí en Escazú. Sus dos hijos, ya en edad escolar, lo llevaban como merienda.
Del centro educativo la contactaron. Otros menores de edad no podían comer alimentos con gluten. Fue cuando Andrea y Lorena se plantearon fundar el negocio.
Lorena y su esposo Andrés ya habían visitado, con el primero de sus dos hijos, a Andrea y a Alfonso en Costa Rica. La opción de venirse definitivamente les resultó atractiva.
A Andrés, el esposo de Lorena, le surgió la posibilidad de un proyecto de alquiler de espacios de almacenamiento. Se trasladaron a Costa Rica en febrero del 2021.
Mientras Andrés cambiaba de proyecto para dedicarse a la firma Kamalio, un centro de
diseño para hogares, y Alfonso continuaba en Concasa, Lorena y Andrea fundaron True Food.
A partir de ahí la idea empezó a concretarse, a desarrollarse y a ajustarse.
Alfonso y Andrés desarrollaron la página web de True Food, así como la de Instagram, y colaboran en el mercadeo, la administración y la contabilidad. Para Andrea y Lorena tener una empresa era un proyecto nuevo.
Escuchar
Así como recibieron a bien el apoyo de sus esposos, ellas tenían la convicción de que hay que rodearse de personas con conocimientos en diferentes áreas. También con la tecnóloga en alimentos Erika Amador, de la firma Qualität. Y con Erika vendrían varios cambios importantes.
Andrea y Lorena utilizaban los hornos de sus casas. La postproducción la hacían en un espacio en la casa de Andrea. Visitaban restaurantes y otros negocios. Algunos les decían que sí, otros que no. Se dieron cuenta de que tenían que darle una mejor presentación al producto.
Los empaques eran bolsas compradas en un supermercado y las etiquetas eran unos stickers impresos en Office Depot. Contrataron a Erika.
La primera tarea que Erika les dejó era obtener los permisos sanitarios y municipales. Eso exigía sacar la producción de las casas, empezando porque los planes reguladores eran muy claros en el uso del suelo. Andrea y Lorena fueron con todo.
En mayo del 2022 abrieron en Plaza Rubí, en Escazú. El local las mantenía en contacto con sus clientes y les permitía desarrollar nuevos productos.
Andrea y Lorena, por sugerencia de Erika, se inscribieron en el programa “Pasión por el sabor” de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia). La iniciativa impulsa la formalización y que se presenten en una feria ante los supermercados.
La exposición fue en mayo de 2023. Tres meses después, Andrea y Lorena estaban dejando el primer pedido en Automercado.
Luego, el local de Plaza Rubí se hizo pequeño. Se trasladaron, en julio del 2023, a un local del centro de bodegas Akiro, en Belén.
True Foods pasó a vender hasta 4.000 unidades al mes. El ingreso a Walmart duplicaría el volumen. El efecto no es menor con Quiznos, que —como con el caso Pricesmart— las buscaron.
Ahora, están trabajando con la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) para definir la logística. También están en proceso para obtener las certificaciones necesarias. ¿Adónde exportarían? A Venezuela, sin duda. A Panamá. A Paraguay. A varios mercados de América Latina. Con Walmart o Pricesmart podría darse la alternativa de ingresar en el istmo centroamericano. No descartan ninguna opción.