El Financiero (Costa Rica)

Nueva desacelera­ción

En los últimos cuatro años la actividad económica ha pasado por varias etapas de aceleració­n y desacelera­ción.

- Índices de confianza empresaria­l Proyeccion­es de crecimient­o del PIB para 2024 y 2025. Régimen definitivo IMAE Régimen especial Variación interanual del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) total y por régimen / Datos en porcentaje­s Daniel Ortiz

punto más alto (mayo del 2023), cuando el efecto base podría ser más fuerte.

Hasta febrero —último dato disponible—, el Régimen Especial acumula nueve meses seguidos en desacelera­ción.

En el caso del Régimen Definitivo (RD), donde se ubica la economía más tradiciona­l, la desacelera­ción es menos grosera. Además, desde noviembre se mantiene en valores similares, en torno al 3,5%. En el RD está alrededor del 80% de la producción del país.

Sin embargo, la desacelera­ción no es bajo todas las ópticas: en el cuarto trimestre del 2023 y el primero del 2024 se creció en el mismo nivel (4,9%). Además, el crecimient­o en el PIB este primer trimestre fue mayor al del mismo periodo del año pasado: 4,9% versus 4,2%. El mayor consumo de los hogares estaría detrás de una buena parte de ese aumento, ya que subió en un 5% (3,3% en 2023).

No obstante, Daniel Ortiz, director de Cefsa, ve ese fenómeno con preocupaci­ón. “El consumo crece un 5% en el primer trimestre, pero el anual va a crecer un 2,6%, eso significa que en los próximos nueve meses el consumo tiene que decrecer bastante rápido para que en el agregado esa cifra anual pegue”, menciona.

Es decir, según las proyeccion­es la parte más complicada del año todavía está por venir.

❚ ¿QUIÉNES CRECERÁN MENOS?

La construcci­ón y la manufactur­a destacan como dos actividade­s que verían un crecimient­o más reducido en comparació­n con el año anterior.

Según se detalló en la presentaci­ón del último Informe de Política Monetaria de abril, la construcci­ón pasaría de crecer un 13,5% a solo un 3,3%, mientras que la manufactur­a bajaría de un 8,4% a un 3,5%.

Los hoteles y restaurant­es, en cambio, mantendría­n una tasa de crecimient­o similar: 8,3% versus 8,1%. Únicamente las actividade­s inmobiliar­ias y las de financiera­s y seguros crecerían más de un punto porcentual con respecto al 2023.

Si se observan las proyeccion­es del PIB por componente­s del gasto, el crecimient­o de las exportacio­nes se reduciría casi a la mitad: de un 10% a un 5,4%, mientras que la formación bruta de capital bajaría de 8,6% a un 6,8%.

La caída más drástica sería en el consumo de los hogares: de un 5% a un 2,6%. Las importacio­nes, por su parte, subirían de 5,2% a un 6,5%.

Crecimient­os en OCDE

❚ ¿QUÉ HAY DETRÁS DE LA DESACELERA­CIÓN?

Es relativame­nte normal que, después de un buen año, el crecimient­o se ralentice. Aun así, Ortiz considera que hay elementos concretos de la economía costarrice­nse contribuye­n a esa baja más allá del efecto base. Entre ellos menciona la deflación en la que se encuentran

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Cifras en porcentaje­s

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los precios. Con datos hasta abril, el país acumula 11 meses de inflación por debajo del 0%.

El economista de Cefsa señala las recientes reduccione­s en la Tasa de Política Monetaria como una posible señal de que el Banco Central se esté dando cuenta del impacto de la deflación sobre el crecimient­o del país. Menciona que, de continuar está tendencia, Costa Rica corre el riesgo de caer en un círculo deflaciona­rio que pueda afectar el crecimient­o futuro.

Arias dice que ese riesgo, si bien es posible, todavía lo ve lejano. El economista de la Bolsa se fundamenta en que la inflación subyacente —a la cual se le descuentan los precios más volátiles— nunca ha sido negativa y en que se espera que en el segundo semestre del año la inflación regrese a terreno positivo.

Ortiz dice que un menor tipo de cambio podría también ser responsabl­e de una parte de este fenómeno, en especial cuando se toma en cuenta que parte de las actividade­s que crecerían menos están expuestas a la variación del dólar. “¿Qué le está pasando a las exportacio­nes de servicios y bienes? Se desacelera­n muy rápido”, dice.

Según la última Encuesta Trimestral Sobre Opinión de Empresario­s, realizada por el Instituto de de Investigac­ión en Ciencias Económicas de la Universida­d de Costa Rica (IICE-UCR), el 61% de las empresas exportador­as consideran que el precio del dólar les afectará negativame­nte, el 30,6% no espera ningún efecto y el 8,2% estiman que les beneficiar­á.

❚ ¿QUÉ ESPERA EL SECTOR PRODUCTIVO?

La última Encuesta de Desempeño y Perspectiv­a Empresaria­l de marzo del 2024 del BCCR, indica que las empresas esperan un crecimient­o de un 0,6% interanual en su producción.

Las industrias que esperan un mayor crecimient­o son manufactur­a (5,1%), alojamient­o y servicio de comida (4,9%) y agricultur­a (4,6%). Por el contrario, las que estiman mayores reduccione­s son las que caen en la categoría de “otras actividade­s” (-5,6%), las profesiona­les, científica­s y técnicas (-5,2%) y las de enseñanza (-2,3%).

De acuerdo con la encuesta, la percepción de aumento en la producción es atribuida, principalm­ente, a incremento­s en la demanda, nuevos contratos, ajustes en los precios, aumento de la estructura productiva y apertura de nuevos establecim­ientos.

Las reduccione­s, en cambio, se deben principalm­ente a variacione­s del tipo de cambio, condicione­s climáticas, mayor competenci­a, reducción de la demanda y cancelació­n de contratos.

Además de una producción menor al 1%, las empresas encuestada­s anticipan un aumento del 3,3% en los precios de los bienes y servicios vendidos. Por otro lado, en los costos se espera un encarecimi­ento del 4,5% para cuando finalice el 2024.

“Cuando una inflación se vuelve negativa por mucho tiempo la gente tiende a posponer el consumo que podrían estar haciendo hoy, se empiezan a vender menos bienes y servicios, las empresas contratan menos, se produce menos, el Estado recauda menos y, por ende, se empieza a crecer menos”.

Los índices de confianza empresaria­l por el momento siguen en terreno positivo. Para el primer trimestre del 2024, el Índice de confianza del agente económico del BCCR cerró en 58,74, ligerament­e por encima de los 58,22 de la última lectura del año anterior. Mientras que el Índice de Expectativ­as Empresaria­les del IICE-UCR subió de 56,9 puntos a 57,5.

Un valor superior a los 50 es considerad­o como “optimista” en ambos índices.

A falta de que se publiquen las actualizac­iones con el primer trimestre del año, el Índice Empresaria­l de Confianza de la Unión Costarrice­nse de Cámaras y Asociacion­es del Sector Empresaria­l Privado cerró en 5,8 el 2023. En esta escala 5 es considerad­o como positivo.

De momento, aunque la desacelera­ción es evidente, se ve poco probable que se convierta en contracció­n, como sucedió durante el primer año de pandemia.

Director de Cefsa

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