¿ Problemática en los Parques Nacionales?
En Costa Rica existen 29 parques nacionales, sitios que debemos interpretar como áreas geográficas, terrestres, marinas, de agua dulce o una combinación de estas, con importancia nacional, creadas para proteger y conservar las bellezas naturales y la biodiversidad, que sean del disfrute del público. Nuestro país es un sitio privilegiado por sus riquezas naturales, y con gran satisfacción esto también representa una serie de retos y oportunidades de mejora constantes para lograr conservarlas y protegerlas. Uno de los más remotos es el Parque Nacional Isla del Coco, que se ubica a 532 kilómetros de Cabo Blanco, tiene una superficie terrestre de 24 km2 y un área marina protegida de 12 millas náuticas. Su excepcionalidad lo hace acreedor de reconocimientos a nivel internacional. En 2011, se creó el Área Marina de Manejo Montes Submarinos, cuya extensión es de 9.640 km2 y está contigua a los límites marinos del parque nacional. Ambos sitios son administrados por el Área de Conservación Marina Isla del Coco. La Isla del Coco es oceánica, por tanto, cuenta con la presencia de especies endémicas, o sea, solo existen en ese lugar en el mundo. Tiene un gran valor histórico por sus innumerables visitas de piratas, científicos, entre otros. Por su riqueza marina y claridad de aguas, es de los mejores sitios a nivel mundial para el buceo y es la base de hábitats críticos de la vida marina a nivel global, convirtiéndola en un “oasis protegido” para especies como los tiburones. La administración se hace con la guía de un Plan General de Manejo, lo que permite la toma de decisiones en un espacio y tiempo determinado.
Entre los principales retos está la pesca ilegal, se estima que un 40% de los océanos del mundo es afectado por las actividades humanas no controladas, generando el agotamiento de los recursos pesqueros y extinción de especies clave. Asimismo, la introducción de especies exóticas a la isla, es decir plantas y animales que fueron introducidos años atrás, como por ejemplo los cerdos, cabras, gatos, ratas y el venado cola blanca, comprometen a las especies nativas y endémicas de sus ecosistemas. En la isla trabajan 21 guardaparques, y en promedio reciben 2.900 visitantes por año. La atención de estos actores es un honor y privilegio, pero requiere también una mejora constante en infraestructura, equipamiento, prácticas y actividades de turismo. La operación tiene un costo elevado, y aunque el Gobierno de Costa Rica ejecuta innumerables acciones, estas no son suficientes, ya que los recursos económicos, humanos y técnicos disponibles, no pueden
cumplir con un manejo óptimo. Su ubicación hace que los retos se dupliquen, como ejemplo el tema del transporte de personal y guardaparques, proceso que a la fecha no tiene autonomía, ya que se depende de convenios y espacios limitados para ingresar, afectando el fluido de actividades. Otro tema por resolver es el poco acceso a herramientas como Internet, lo cual limita la comunicación a continente y la capacidad de atender emergencias. Los océanos y la vida en ellos representan un recurso esencial que hace que la tierra sea habitable, por tanto proteger el Parque Nacional Isla del Coco no solo tiene sentido a nivel ambiental, sino también social y económico, es un sitio estratégico para el país desde el punto de vista político administrativo, razón por la cual las alianzas entre instituciones del gobierno, el sector privado y la sociedad civil son claves y todavía debe trabajarse fuertemente en esto.