HACIENDA SITIO DE MATA
UN CONSEJO QUE SIEMPRE ME GUSTA DAR ES
Costa Rica es uno de los destinos favoritos de millones de personas, lo corroboro cada vez que visito algún paradisiaco lugar y escucho tantos idiomas diferentes. En esta ocasión aposté por hacer un viaje de un día al cantón de Turrialba; es uno de los más extensos del país, con un área aproximada de 1.657 kilómetros cuadrados, lo que equivale a alrededor del 52% de la superficie total de Cartago. El viaje desde San José toma alrededor de unaw hora con 45 minutos en carro. Durante el recorrido se disfruta el paisaje exuberante por sus diferentes escenarios y tipo de vegetación, como también por sus sembradíos.
atractivos, entre ellos la posibilidad de ver el proceso y preparación del café, caña de azúcar y plantaciones de macadamia. El lugar tiene una de las vistas más hermosas del país. Costa Rica es bien conocida como un país de playas y bosques, acá se tiene la oportunidad de apreciar la belleza de los valles y montañas, así como el majestuoso volcán Turrialba. También se puede observar la cima del Volcán Irazú y el embalse Angostura en el río Reventazón.
En este espectacular escenario, la familia Ortuño inició sus actividades agrícolas en 1963, el recorrido es muy educativo, pasando por Casa
( de tablones), esta fue construida en las faldas del volcán Irazú, se encontraba en una finca cafetalera y fue trasladada a este sitio. Su origen se remonta a alrededor de 1750, las tablas y tejas de barro se hacían a mano. Los moldes de madera, que se utilizan como decoración, son antiguos y se utilizaron para hacer bloques de azúcar moreno. La hacienda cuenta con una pequeña e histórica iglesia que data de 1880, rodeada de un esplendoroso jardín. La excursión del día fue sobre el trapiche, mi conocimiento sobre la producción era muy básico antes de este viaje, pude aprender cómo es el proceso artesanal para obtener azúcar orgánica, se empieza por la extracción del jugo de caña después de poner en marcha el molino acarreado por una yunta de bueyes. Durante el tour un grupo de alemanes me entusiasmó precisamente sobre los beneficios del producto orgánico, ya que al no pasar por ningún proceso químico, conserva todas sus vitaminas y minerales. Y lo más importante es que tiene casi un 20% menos de calorías que el azúcar blanco, gracias a que se mantiene la fructosa que le da el color caramelo y la glucosa. El recorrido es muy interactivo, me ofrecieron degustaciones durante la charla, pequeños trozos de caña de azúcar, luego el famoso sobao, mi favorito, a la receta le agregan macadamia, haciéndolo aún más apetitoso. Luego pasamos a un almuerzo tradicional, en un salón amplio con una vista al valle, fue un recorrido por apetitosos platillos costarricenses, empezando por una ensalada fría de pasta, vegetales ( chayote, zanahoria, cebolla, culantro, chile dulce) todos de la zona, arroz con macadamia, frijoles negros y como plato principal un delicioso pollo en salsa oscura.
De postre, plátanos en miel, acompañados de la
de dulce ( melaza) y limón. Terminé satisfecho, destaco lo educativo que fue, es una buena opción para disfrutar de un día diferente lleno de aprendizaje. Las tradiciones, transmiten valores compartidos, historias y objetivos de una generación a otra, esta hacienda cumple un propósito importante de guardián de una época, como parte de nuestra herencia cultural.