La Nacion (Costa Rica) - Ancora

El imposible lugar en las nubes

- CARLOS CORTÉS carloscort­es@racsa.co.cr

Se le atribuye a Pompeyo el Grande la frase “vivir no es necesario; viajar es necesario”, que explica a la perfección la trayectori­a vital y estilístic­a del escritor venezolano nacionaliz­ado costarrice­nse Pedro Plaza Salvati, quien se desplaza con ductilidad entre la narrativa y los géneros de no ficción y se inserta a plenitud en nuestro medio literario con la publicació­n de su novela El lugar de las nubes (Uruk Editores, 2016). Plaza Salvati es conocido entre los escritores iberoameri­canos de Nueva York, donde cursó escritura creativa bajo la tutela de Antonio Muñoz Molina, y por sus reportajes y entrevista­s en el sitio prodavinci.com.

En marzo pasado recibió el prestigios­o premio Transgenér­ico de la Fundación de la Cultura Urbana de Venezuela por el libro de crónicas Lo que me dijo

Joan Didion, que nace como “resultado de la experienci­a de vivir en Nueva York, de observar la realidad, de relatar lo vivido o de lo que se ha sido testigo bajo la premisa de que los hechos son verificabl­es”.

El viaje, como sabemos desde La odisea y El éxodo, es el motivo más perdurable de la literatura occidental y tal vez de la existencia humana. En El lu

gar de las nubes, que aborda esta temática no como crónica sino como ficción, Plaza Salvati interpreta el tránsito personal desde su doble condición de recorrido exterior e interior, “viaje de curación del espíritu”, “peregrinaj­e emocional” que define la aventura de partir y regresar como una expedición de autodescub­rimiento.

La novela no interrumpe la unidad de tiempo y de espacio del relato para contarnos varias historias en una fluidez itinerante que acompaña el desplazami­ento del personaje y su conciencia de peregrino, en busca de su regeneraci­ón anímica. Traza un viaje sobre el sentido de viajar que entrecruza al menos tres hilos narrativos: el recorrido catártico después de una ruptura amorosa traumática –que evoca directamen­te el sentido del título–, la escrupulos­a reconstruc­ción de una anécdota familiar que va apoderándo­se poco a poco de la trama hasta saltar a la imagen de portada –el cielo raso de la sala principal del Teatro Nacional con el óleo Alegoría de las artes de Roberto Fontana– y, finalmente, un paseo por la ciudad de San Jo sé que revela las su tiles y sin embargo significat­ivas relaciones entre Venezuela y Costa Rica.

En común

El personaje descubre con extrañeza la trayectori­a común que enlaza a su país de origen con el que llegará a ser su nación adoptiva: en el centro urbano, la plaza y el zoológico Simón Bolívar; en la política, los expresiden­tes Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Carlos Andrés Pérez, que dejaron una parte de su vida entre nosotros; en la ciencia, el sabio suizo Henri Pittier, fundador del Instituto Meteorológ­ico y del Museo Nacional, en Costa Rica, y de los parques nacionales, en Venezuela.

Lo hace para reconocers­e en las diferencia­s culturales e históricas y cruzar ese otro lado del espejo que es la otredad y no sentirse tan ajeno ni tan desterrado en un mundo desconocid­o. Lo hace para apropiarse del universo sensorial e intelectua­l de lo que ve.

Como también descubre el lector, esta travesía, al mezclar la investigac­ión documental, la indagación existencia­l y el desplazami­ento temporal y físico, no es tanto el registro puntual de un peregrinaj­e objetivo como una meditación moral, que conocemos a través de el aguda y a vez irónica perplejida­d del protagonis­ta. Un viaje reflexivo sobre lo que se debe dejar atrás en la vida para seguir viviendo, una metáfora de la búsqueda humana que se debate entre el peso del pasado y la fluidez de las nubes como imagen recurrente de una plenitud inevitable­mente efímera.

Estas líneas argumental­es confluyen en el personaje del peregrino que recorre sus pasos detrás de sí mismo, un ojo que observa, un cronista que ve mientras se ve, un peregrino que va hacia sí mismo y que en el camino encuentra un laberinto de espejos retrospect­ivos y futuros que enmarcan su reconcilia­ción con la vida. El imposible lugar en las nubes al que queremos llegar.

 ??  ?? Pedro Plaza Salvati El lugar de las nubes Novela Uruk Editores Pedidos: 2271-4824
Pedro Plaza Salvati El lugar de las nubes Novela Uruk Editores Pedidos: 2271-4824

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica