La Nacion (Costa Rica) - Ancora
Evidenciar el alma de las cosas
Yo soy un enamorado del dibujo y la naturaleza”, reitera Guillermo Tovar. Esta afirmación es poderosamente visible en su exposición Naturaleza oculta, testimonio del detalle, precisión y belleza de la línea del artista visual.
La exhibición, realizada en el MADC entre marzo y mayo del año pasado, fue seleccionada por el jurado como Premio Nacional Francisco Amighetti de Artes Visuales 2017 en la categoría bidimensional. Este galardón es recibido por Tovar como un espaldarazo a una trayectoria que alcanza la madurez artística.
“Esta exposición refleja una nueva etapa que concentra inquietudes que venía investigando en las últimas dos décadas en cuanto a forma y contenido”, dijo el artista, quien en este proyecto se decanta por la pintura figurativa “poco común de ver en un museo de arte y diseño contemporáneo”.
Tovar admite que su pintura es tradicional desde el punto de vista técnico, pero es muy innovadora en su calidad de pintura contemporánea. Conceptual y temáticamente, el artista distingue su propuesta como autónoma, relacionada con textos y paisajes costarricenses con influencias del animismo, la espiritualidad y lo esotérico.
Para este artista multidisciplinario –se confiesa ante todo pintor, pero también es dibujante, animador digital y tatuador profesional– hay poderes latentes escondidos en el ser humano y en la naturaleza que, si se observan, estudian y practican, empiezan a revelar sus secretos y dan claves para una vida y un arte más ricos.
En la exposición premiada, hay una selección de los trabajos de Tovar en tatuaje, animación, dibujo y pintura que se articulaban en torno a la naturaleza, mediante una técnica vinculada con la contemplación, la meditación y el silencio.
Algunas de estas creaciones son pinturas de árboles con varios ojos abiertos, los cuales aluden a esa dimensión espiritual vibrante, viva, y de alguna forma consciente, y que “por lo tanto puede ver”, destacó Tovar .
De igual modo, el animismo está presente en casas pintadas con ojos que reflejan el alma de las personas que impregnaron esos espacios. “Uno dice