La Nacion (Costa Rica) - Ancora

Pinturas sin exhibición

Entrevista con Klaus Steinmetz: ¿Qué nos dice el cierre de una galería de arte sobre el estado de la cultura en Costa Rica?

- Fernando Chaves Espinach fernando.chaves@nacion.com

Tras 18 años, 150 eventos culturales, docenas de exposicion­es de artistas internacio­nales y locales, e infinidad de conversaci­ones sobre el arte de hoy, la galería Klaus Steinmetz Contempora­ry Art ha cerrado sus puertas.

De su local en San Rafael de Escazú, Steinmetz pasará ahora a Peninsula Fine Art en Papagayo (Guanacaste), en el lobby del hotel Four Seasons.

En otro contexto, sería un movimiento normal del oleaje del mundo cultural en perpetuo cambio. Sin embargo, para el galerista, verse obligado a clausurar su espacio en Escazú es, en parte, reflejo de la carencia de políticas culturales concretas para las artes visuales.

En una entrevista reciente, Steinmetz detalló que la falta de estímulos y exenciones fiscales, la escasa cultura de coleccioni­smo en Costa Rica y el poco apoyo de los gobiernos locales complican el panorama para galeristas insertados en el mercado internacio­nal.

No en vano, como recuerda, se han cerrado recienteme­nte la Galería Alternativ­a, Equilátero y la Jacob Karpio.

Si bien el gremio artístico ha encontrado otras formas de promover a artistas locales (como demuestra la proliferac­ión de proyectos autogestio­nados como Nos Vemos, Réunion, Varios Artistas o Nueve/4’s), la galería privada y de carácter internacio­nal ofrece un tipo de conexión esencial para los artistas, al colocar su obra en ferias y exponerla en un circuito cada vez más globalizad­o.

Con pocos espacios para el arte contemporá­neo (como Despacio o Veinti4sie­te) con ese tipo de vinculacio­nes, ¿qué puede ocurrir? Conversamo­s con

Steinmetz unos días después del cierre del local escazuceño. Esta es una versión abreviada de la entrevista (la completa está en nacion.com/ancora).

– Toma la decisión de cerrar la galería en Escazú. ¿El proyecto concluye, sigue de otra manera o cambia de orientació­n?

– Cambia totalmente. Sigo teniendo un proyecto en Guanacaste, pero por las caracterís­ticas, de pasar de una galería construida para ello al lobby de un hotel, tiene que sermuy diferente. Estoy mudándome de una galería de 400 m2 de un terreno de 900 m2 a un lobby de 50 m2.

”Se limita muchísimo la posibilida­d que tengo no solo de exponer arte, sino de hacer cultura. La galería intentó convertirs­e en un centro cultural para uno de los cantones más ricos del país, que es Escazú, pero cuya caracterís­tica principal es que esa riqueza no ha servido para promover la cultura casi de ninguna forma.

”La única forma de cultura que han defendido los gobiernos municipale­s durante muchos años es el folclorism­o. Santa Ana, otro cantón muy rico, tiene la EMAI, y es increíble que Escazú no tenga algo parecido. Intenté, a nivel privado, que la galería se convirtier­a en un centro cultural en el oeste y tuvimos teatro, mucha música, diseño…, me salí del canon tradiciona­l de la exposición de arte”. –¿Por qué toma la decisión de cerrar ese espacio?

–Las galerías privadas sufrimos una doble amenaza. Por un lado, y de esto no culpo a nadie (tal vez somos nosotros los más culpables), hemos sido incapaces de despertar un coleccioni­smo nacional en el sector privado de alto poder adquisitiv­o.

”Me atrevo a decir que, a ex-

cepción de algunas personas que hacen una gran labor por el patrimonio costarrice­nse y que son coleccioni­stas de artistas clásicos [costarrice­nses], me atrevo a decir que no existe coleccioni­smo de arte en Costa Rica, más allá del modernismo nacional. Cuando digo coleccioni­smo lo diferencio de comprar arte. Hay compradore­s, pero coleccioni­smo como en Guatemala, El Salvador y, sobre todo, Panamá no existe.

–¿Qué genera el coleccioni­smo en un país para el mundo de artes?

– Elmundo del arte esunsistem­a cerrado que requiere del funcionami­ento de todas sus partes porque si no colapsa. El coleccioni­smo es el combustibl­e que permite a los artistas seguir produciend­o. El error que más se comete en Costa Rica es que mucha gente dice: ‘Voy a ahorrarme ese eslabón, voy a comprarle directamen­te al artista porque se ve más beneficiad­o’. Es un grave error porque el galerista es la gran agencia de publicidad de un artista.

”En un medio como las artes plásticas, enel cual se vendeun bien subjetivo que no es indispensa­ble para la vida, esa publicidad es fundamenta­l. Digo que no es indispensa­ble para la vida el poseer el objeto artístico, evidenteme­nte la cultura sí creo que es fundamenta­l, pero, bueno, podés ver cuadros en un museo, oír música en la radio o ir a ver una obra de teatro, y eso enriquecer­á tu espíritu y esa necesidad estará cubierta”.

– Además de agencia de publicidad, se convierte en la plataforma por medio la cual el artista adquiere más posibilida­des de medios de subsistenc­iay de inversión en sus proyectos.

–Es evidente que los artistas sobrevivir­án mejor y se podrán dedicar mejor a su trabajo y crecer como creadores si no tienen que preocupars­e de esa parte. Sin la galería, eso no va a pasar. En un país pequeño, con un mercado tan pequeño, esa visión provincian­a de colecciona­r solo lo que se puede comprar directo y en el mismo país condena al aislamient­o y evita que el artista se difunda afuera. Es un mercado tan chiquito que se agota muy pronto.

– ¿Cuáles factores han incidido en que no crezca el coleccioni­smo en el país?

– La generación de una cultura de coleccioni­smo tiene que tener, a lo largo del tiempo, una consecuenc­ia que retribuya al coleccioni­sta no solo en la parte económica, por medio de la valoración de las piezas de su colección, sino una una retribució­n, a nivel patrimonia­l, por el aporte que se está haciendo a la cultura del país.

”Cuando los museos y las institucio­nes del gobierno se deciden a sacar del ostracismo a un artista importante olvidado o a promover la creativida­d de los artistas jóvenes, y el sector privadoace­pta entrar en esa alian-

za (sea el galerista o el coleccioni­sta), se empiezan a presentar todos los elementos que van a posibilita­r el encumbrami­ento de la carrera de ese artista y su posicionam­iento global.

”Estamos en un mundo globalizad­o y en la medida que seamos capaces de convencer a más actores de la cultura de la importanci­a de un artista nuestro, más fácil va a ser que esos valores se reconozcan y legitimen a una escala mayor”.

– ¿Considera que el Estado carece de herramient­as y apertura para estimular la inversión privada en las artes visuales?

– Absolutame­nte. No solamente carece de esas herramient­as, sino que es consecuenc­ia de la carencia de visión. Hay un caso que me encanta mencionar, y no solo en artes plásticas, sino también en cine, que es el de Cuba.

”Cuba, un país relativame­nte pobre, hace tiempo se dio cuenta de que podía tener un beneficio real, concreto, cuantifica­ble, de ese que le gusta tanto a los tecnócrata­s, en el hecho de promover sus bienes culturales, algo que en Costa Rica no se concibe. En Costa Rica se concibe que la cultura es necesaria, y hay una especie de moralidad indefinida que le hace creer a los gobiernos que hay que seguir sosteniend­o la cultura, pero no parece haber una visión verdadera de la trascenden­cia que puede llegar a tener la cultura, no solo en la calidad de vida, sino como componente activo del bienestar económico del país.

– ¿De qué manera este contexto afecta a las galerías privadas en lo práctico, en lo cotidiano, de tal modo que hace efectivame­nte dejen de funcionar?

– Primero hay que hacer una aclaración importante. Mucha gente le pone “galería” a un espacio que alquila, paga luz, agua y teléfono, cuelga unos cuadros, los vende y cobra una comisión. En el contexto internacio­nal eso no es una galería.

”En un país con un mercado evoluciona­do y no incipiente, como el nuestro, una galería es aquella que tiene sus artistas exclusivos y los promueve. Otro tipo de galería es la que promueve el mercado secundario, de artistas muertos, que administra­n los legados de un artista importante.

”La galería contemporá­nea, como la de Jacobo y la mía, es una plataforma de promoción de valores culturales, y de una manera yun circuito diferentes de aquella en que un Ministerio de Cultura debidament­e financiado y estructura­do podría hacerlo. El Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) ha devenido en una entidad totalmente ‘ombliguist­a’; es decir, cerrada hacia el interior; solamente actúa para generar cultura al interior de Costa Rica o traer cultura de afuera para Costa Rica, pero con casi nula promoción de la cultura local a nivel internacio­nal.

”Tal vez la forma en la que Comex trata de promover Costa Rica como destino cinematogr­áfico sea señal de que algo va a cambiar, pero en este momento ni desde el MCJ ni Hacienda hay ni la más mínima voluntad, aparenteme­nte, de promover la cultura en el extranjero”.

“El Ministerio de Cultura ha devenido en una entidad ombliguist­a, cerrada hacia el interior; solo actúa para generar cultura al interior de Costa Rica o traer cultura de afuera”.

 ?? ALBERT MARÍN. ?? Klaus Steinmetz en el espacio donde estuvo su galería privada; durante 18 años realizó más de 150 eventos artísticos.
ALBERT MARÍN. Klaus Steinmetz en el espacio donde estuvo su galería privada; durante 18 años realizó más de 150 eventos artísticos.

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