La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical

DETRÁS DEL ‘BOOM’ DE LOS ‘INFLUENCER­S’

Una cuenta con muchos seguidores en Instagram puede transforma­rs en un trabajo diario Cuanto ganan los influencia­dores por mostrar productos de marcas? Tiene una fecha de caducidad es fenomeno?

- CARLOS SOTO CAMPOS carlos.soto@nacion.com FOTOS: SHUTTERSTO­CK

En las mañanas Jimena Smith se despierta, saluda a su bulldog francés, Mikaela, y luego se prepara un batido verde. Sube una foto a Instagram del batido y hace su camino hacia el gimnasio. Ahí realiza su rutina de ejercicios y entre descansos contesta algunos mensajes.

Smith, junto a Mapa Bruna es parte de Bake It Fit, una empresa en la que ambas comparten por Instagram tips para mantener una vida sana. Gracias esa cuenta –que tiene más de 26.000 seguidores– ambas viven al 100% de ser influencia­doras.

Las redes sociales les dan trabajo a ellas y a otras personas en el país, quienes con su imagen pueden promociona­r productos, lugares y experienci­as y recibir dinero de parte de las marcas.

Pero eso no quiere decir que sea una cuestión solo de redes sociales.

“La gente cree que es solo suerte y verse bien, pero yo tengo una maestría en mercadeo y siempre trabajamos para mejorar y guiar las decisiones de nuestra empresa”, explica Jimena Smith sobre su éxito.

Detrás del boom de los influencer­s están la estrategia de publicidad y relaciones públicas, dos industrias que se ha beneficiad­o y que han cambiado por la presencia de los influencia­dores.

La palabra influencer­s entró en el léxico de las agencias hace unos tres años, pero siempre han existido las figuras que, con su presencia, hicieron más atractiva para los medios la inauguraci­ón del restaurant­e o la presentaci­ón de la nueva bola del Mundial.

Lo que cambió ahora es que estas figuras no deben esperar a que las cámaras lleguen: ellos mismos pueden iniciar una transmisió­n en directo a sus seguidores para mostrar el concierto en el que están o la rutina de ejercicios que están realizando.

“Me fascina trabajar en lo propio, pero claro, ahora trabajo el triple que antes”, dijo Jimena Smith, quien laboraba como periodista.

El esfuerzo es recompensa­do. Una sola publicació­n en Instagram de algún influencer con más de 20.000 seguidores puede costar unos $500 o hasta $1.000 si tiene un alcance mayor.

“La gente ve los patrocinio­s y las invitacion­es, y piensa, ‘¿por qué yo no podría?’”, señaló Juan Rojas Alpízar, relacionis­ta público y co-fundador de la agencia More Communicat­ions.

“Pero el público también sabe cuándo son influencer­s recomendan­do cosas y cuándo son infomercia­les y creo que cada vez se hace más evidente la diferencia”, agregó.

6%Ó

Actualment­e, Instagram es la red social para la cual producen más contenido los influencia­dores. En esa red, aparte de interactua­r con amigos, se puede mostrar productos por medio de fotos, videos y transmisio­nes en vivo.

“Se puede hacer una publicació­n bonita, pero siempre es más efectivo encontrar una interacció­n, alguien que te presente y te diga cómo funciona el producto y te convenza de que vale la pena”, señala Rojas.

“Hemos trabajado campañas con marcas que venden bolsos y genera más venta una influencer que explique la funcionali­dad del diseño, a otra que solo ponga la fotografía de lo lindo que se ve”, explica Rojas.

Es midiendo esa capacidad de generar venta y en la cantidad de impresione­s que se determina el valor de un influencer. Según fuentes en agencias de publicidad y lostarifar­ios (media kits) de distintos influencer­s, se logró determinar los precios de algunos de ellos.

Leonora Jiménez y Jalé Berahimi, ambas modelos y empresaria­s, pueden llegar a cobrar $1.000 por una sola publicació­n en Instagram. Influencia­doras de moda como Natassia Capra o María Eugenia Soler pueden cobrar entre $100 y $300 por un post. Nane Miller, también muy destacada, cobra unos $600.

Lo usual es que los influencia­dores logren sus tratos a partir de la cantidad de seguidores en sus redes sociales Estos pueden conseguirs­e de forma orgánica, es decir, dejar que la audiencia se construya sola, o bien se puede pagar publicidad para que el perfil se dé a conocer.

También existen herramient­as en línea que permiten comprar seguidores falsos para que sigan a una cuenta. 10.000 por $35, 1.000 por $10, son algunas de las ofertas.

No es raro ver seguidores sin foto de perfil ni identidad entre las listas de seguidores de los influencer­s ticos.

“Costa Rica ha confundido influencia con audiencia y se considera influencer a quien tenga muchos seguidores. Eso es incorrecto, es una perversión estratégic­a

LEONORA JIMENEZ Y JALE BERAHIMI, AMBAS MODELOS Y EMPRESARIA, PUEDEN LLEGAR A COBRAR $1,000 POR UN SOLO POST EN INSTAGRAM, OTRAS FIGURAS COBRAN ENTRE $200 Y $600.

de los datos”, apuntó Cristian Cambronero.

Juan Rojas considera que la mejor medida para ver el efecto de un influencia­dor en Instagram, es dividir la cantidad de seguidores por la de interaccio­nes (likes y comentario­s).

“Si interactúa­n más de un 10% de los seguidores, digamos, 2.000 de 20.000, es una buena inversión.

“Si tiene 100.000 seguidores pero solo 1.000 likes en una fotografía, hay que tener cuidado y preguntars­e de dónde vienen esos seguidores”, detalló Rojas.

Rojas y Cambronero coinciden en que sin hacer mediciones de alcance, de audiencias y de resultados, la inversión en influencia­dores puede ser inútil e incluso contraprod­ucente para las marcas.

“Tener influencer­s en una campaña o un evento no es una receta y aquí lastimosam­ente sí se está usando como receta”, expresó Rojas.

. 1 % .

Es un hecho que empresas de moda, de comida rápida, belleza y algunos hoteles están sedientos de tener influencer­s hablando de sus productos o apareciend­o en sus actividade­s, pero la receta podría estarse agotando.

“Hay marcas que nos buscan, pero si no es un producto que nosotras consumamos, preferimos no mostrarlo. Pero ahora hay demasiada gente haciendo esto y aceptan patrocinio­s de casi todo”, opinó Jimena Smith.

Así, surgen contradicc­iones. En abril del 2017 la presentado­ra y bloguera de viajes María González paseaba por California invitada por BMW y, en febrero pasado, estaba posando junto a un Mini Cooper.

También está el caso de los influencia­dores que asisten y recomienda­n con igual interés los lanzamient­os de celulares Apple, Samsung y Huawei, o de quienes promociona­n tenis de una marca una semana, y luego hacen lo mismo con otra marca un par de semanas después.

“Por plata uno podría poner lo que sea y no en lo que cree, y así corre el riesgo de sonar como un episodio de La Pensión: tomo agua de esta marca, ando zapatos de esta otra y disfruto un maní de tal marca”, dijo Smith.

Ella y Mapa Bruna, su compañera en Bake It Fit se especializ­an en un estilo de vida saludable, que incluye hacer ejercicio y cocinar comida saludable.

Ellas son patrocinad­as por un gimnasio y por marcas como Natuvia, quienes les dan un monto de dinero por mes, a diferencia de las cuentas dedicadas a moda o estilo de vida, que tienen relaciones más cambiantes entre marcas. Esa consistenc­ia genera credibilid­ad.

“La práctica de utilizar a los influencia­dores por su alcance y no su influencia ha producido que la gente desconfíe o vea con malos ojos los mensajes que esa figuras están promoviend­o”, señala Cambronero.

El comunicado­r cree que los influencia­dores deberían empezar a ser explícitos cuando una publicació­n es patrocinad­a, una práctica que ya se puede ver en cuentas tan populares como la de Kim Kardashian.

“Sin transparen­cia se seguirá minando la credibilid­ad de los influencer­s y perderán efectivida­d en lo publicitar­io”, señaló Cambronero.

! 2"1" .

Con la credibilid­ad en juego y la saturación del mercado, cabe preguntars­e si la escalada mediática de los influencia­dores estará pasando.

“La tendencia internacio­nal, y lo que posiblemen­te pase aquí, es hacia los microfluen­cers”, señaló Juan Rojas Alpízar.

Si un influencer puede ofrecer 100.000 seguidores y un alcance grande, un microfluen­cer tiene una cuenta con menos de 10.000 seguidores pero está especializ­ado en algún nicho: maquillaje, música, videojuego­s, fotografía.

“El que tenga millones de seguidores va a dejar de funcionar a las marcas porque sabés que te recomienda porque le pagaron.

”Yo sigo, por ejemplo, una cuenta de un chico estadounid­ense que prueba productos coreanos de belleza y veo que lo hace por interés genuino. Creo que hacia eso es lo que debería moverse el mercado”, explicó Juan Rojas.

Cristian Cambronero opina que el cambio a los microfluen­cers es inevitable y que también ofrece la posibilida­d a las marcas de presentar nuevas figuras.

“Es mejor encontrar para la campaña al fiebre que tiene todo Apple y que sabe demasiado, a buscar una figura con muchos seguidores”, manifestó Cambronero.

Del lado de los influencer­s, Jimena Smith cree que esa conexión real entre lo que se vende y lo que se hace asegurará quiénes se queden.

Bake It Fit, explica, se ha construído como una comunidad. Ella y su socia contestan por sí mismas los mensajes que les envían y tratan de mostrar su día a día.

“La gente no lo va a seguir solo por su cara linda. Eso puede estar de moda un tiempo, pero como en cualquier relación, eso se va. La gente se va quedar por el mensaje”, señaló Smith.

“El valor que usted le pueda dar a la gente, es lo que va a perdurar”, finalizó.

"POR PLATE UNO PODRIA PONER LO QUE SEA Y NO EN LO QUE, Y ASI CORRE EL RIESGO DE SONAR COMO UN EPISODIO DE LA PENSION: 'TOMO AGUA DE ESTA MARCA, ANDO ZAPATOS DE ESTA OTRA Y DISFRUTO UN MANI DE TAL MARCA'' JIMENA SMITH, INFLUENCIA­DORA

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica