La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical
Ejecutan a reo con mas años en el corridor de la muerte
El estado de Nebraska llevó a cabo el martes 14 agosto su primera ejecución con fentanilo, un opiáceo que está en el centro de la crisis de muertes por sobredosis en Estados Unidos, como parte de una combinación de cuatro medicamentos que no había sido probada.
Las autoridades “inauguraron” el fentanilo justo con el reo que llevaba más años en el corredor de la muerte, casi 39, y quien clamaba por su ejecución.
Se trata de Carey Dean Moore, quien tenía 60 años y fue condenado a muerte por dos asesinatos cometidos en 1979. A la vez Carey fue el primer prisionero ejecutado en 21 años en este estado rural del centro del país.
La ejecución de Moore se realizó el martes y duró aproximadamente 20 minutos, según fuentes oficiales y se dio con “profesionalismo, respeto al proceso y dignidad para todos los involucrados”.
La ejecución de Moore sobrevivió a un desafío legal de último momento por parte de una compañía farmacéutica y a protestas por el nuevo protocolo de inyección letal.
Fue también una prueba crucial para este estado, donde el legislativo abolió en el 2015 la pena de muerte, pero los votantes la restablecieron al año siguiente en un referéndum. La última ejecución, en 1997, se llevó a cabo en la silla eléctrica.
El coctel contenía cuatro sustancias, incluyendo tres que nunca habían sido utilizadas durante una ejecución.
La inyección letal consistió del sedante diazepam, el poderoso analgésico fentanilo, el relajante muscular cisatracurio y cloruro de potasio, que detiene el corazón. Solo el potasio había sido utilizado antes en ejecuciones.
Los diversos estados tienen cada vez más problemas para adquirir medicamentos destinados a la pena de muerte, pues los fabricantes y proveedores de productos farmacéuticos cada vez están más reticentes a vender esos medicamentos a los estados.
El debate se reactivó con la muerte de Moore, quien tenía tiempo pidiendo que se realizara su ejecución, decía que no quería más demoras.
El hombre fue sentenciado a la pena capital en 1980 por el asesinato (en sendos asaltos) de dos taxistas con cinco días de diferencia. En sus últimas palabras, Moore refirió a sus compañeros que permanecen en el pasillo de la muerte en Nebraska que se dicen inocentes.
“Yo soy culpable, ellos no”, escribió. “¿Por qué deben permanecer ahí un día más?”. La ejecución de Moore fue la decimosexta en Estados Unidos este año, según el Centro de Información de la Pena de Muerte.