La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical
La pasión por el fútbol hizo que arrestaran al ‘Escobar de la heroína’
Carlos Alberto Salazar, de 53 años, se presentaba como un exitoso comerciante en la región colombiana del Eje Cafetero, se daba una vida de lujos y su debilidad eran los carros de alta gama. Es solicitado para extradición por Estados Unidos y lo llaman el “Escobar de la heroína”.
Salazar nació en Pereira, Risaralda, ciudad colombiana en la que vivió hasta hace dos años, cuando empezó a moverse entre Panamá, Guatemala y México. A sus familiares y amigos les dijo que estaba expandiendo su actividad comercial, sin ofrecer mayores detalles. Paralelo a ello, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) empezó a seguirle el rastro a un colombiano que estaría “ingresando grandes cantidades de heroína a Nueva York, la cual era distribuida a otras ciudades y estados con el apoyo de uno de los más temibles carteles mexicanos, el de Sinaloa”, dijo a el periódico El Tiempo un investigador del área judicial de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional.
Según los investigadores, el “Señor de la Bata”, como también se le conoce a Salazar, logró el permiso de Sinaloa para utilizar el territorio mexicano para el acopio y traslado de la heroína a EE.UU. A cambio se comprometía a llevar a Hermosillo (México) a los mejores ingenieros químicos que enseñaran a los mexicanos los procesos para conseguir una droga de muy alta calidad.
Se calcula, de manera extraoficial, que Salazar ingresó cerca de 100 kilos mensuales a EE.UU., por lo que tenía circular roja de Interpol en su contra y un expediente abierto en una corte de Nueva York. Por cuenta de los seguimientos que le hacían las autoridades se logró establecer que había regresado a Colombia a disfrutar de una de sus grandes pasiones, el fútbol, en este caso, el Torneo Preolímpico Suramericano Sub-23, que se realizó en el Eje Cafetero.
Al “Señor de la Bata” lo capturaron comprando las entradas para el partido inaugural entre Colombia y Argentina. “La heroína es una droga muy adictiva, muy mala para las personas, de allí la importancia para nuestro grupo de ubicar y dar captura a quienes se dedican a su producción y tráfico. Es una droga que con el primer consumo llega casi al 95% de la adicción, por eso, hay que acabar con estos traficantes, por nuestros jóvenes y las futuras generaciones”, aseguró el investigador de Antinarcóticos.