La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical
Que ha sufrido Costa Rica
Nuestra historia ha quedado marcada en cinco epidemias: las enfermedades que trajeron los españoles a su llegada a América; el cólera en 1856; la fiebre amarilla en 1899; la gripe española en 1920, y la poliomielitis en 1954.
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Es el covid-19 la primera pandemia que vive Costa Rica? ¿Cómo nos han afectado diferentes epidemias durante nuestra historia? ¿Cuáles han sido las más serias? Con la emergencia por el nuevo coronavirus marcando cada hora de nuestros días, emergen estas preguntas, entre cientos que nos hacemos durante la crisis; sin embargo, las primeras las podemos responder si repasamos cinco siglos de historia, a partir de la llegada de Cristóbal Colón a América.
Al país lo han golpeado epidemias de viruela, sarampión, cólera, influenza, disentería, fiebre amarilla, polio y VIH, entre muchas otras. En esta oportunidad, solo profundizaremos en cinco de las más grandes epidemias que nos han sacudido.
CATÁSTROFE DEMOGRÁFICA
Las grandes epidemias en América comenzaron con la llegada de los españoles. ¿Por qué? Los europeos y los africanos trajeron enfermedades e introdujeron animales que en el continente no existían. “Los habitantes autóctonos de nuestras tierras no tenían defensas para defenderse de esas enfermedades. Durante los siglos XVI y XVII, un conjunto de epidemias fueron diezmando a los indígenas; fueron enfermedades como la escarlatina, el sarampión y la viruela, entre otras. Hay documentos que muestran que pueblos enteros desaparecieron”, cuenta la historiadora costarricense Ana María Botey, que es una estudiosa en este tema. Y agrega: “Fue una catástrofe demográfica y también ecológica”.
La epidemia que va a causar mayores desastres en América desde del siglo XVI al XIX es la viruela. A partir de 1803, el médico español Francisco Javier Balmis recorre todo el Imperio español con la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna contra la Viruela.
Ya se había descubierto que las mujeres que ordeñaban a las vacas al estar expuestas a la viruela del ganado no contraían la enfermedad. Para que la vacuna lograra sobrevivir al viaje de Europa a América en barco, Balmis infectó de forma controlada a 22 huérfanos españoles.
Durante la vida republicana de Costa Rica, no hay mayor catástrofe demográfica y sanitaria que la causada por la epidemia del cólera en 1856 (era una pandemia en el planeta desde 1830). Los historiadores nos recuerdan que falleció entre un 8% y un 10% de la población costarricense, que, en aquel entonces, rondaba los 100.000 habitantes. Armando Vargas Araya estimaba que hubo 9.615 muertes y más de 53.000 enfermos en las 10 semanas que duró el embate de la epidemia; por su parte, el científico Leonardo Mata conviene en aceptar que fueron unas 10.000 defunciones luego de revisar las cifras dadas en diferentes momentos y tomar en cuenta el subregistro, escribe en un artículo en 1992 en la Revista Nacional de Cultura.
Los desgastes de la gesta heroica contra William Walker y los filibusteros en la tropa costarricense, la poca información científica para combatir la enfermedad, la cual se contrae al consumir agua o alimentos contaminados con heces –donde se aloja el bacilo Vibrio cholerae–, la mala alimentación, la inadecuada higiene, las aguas negras corriendo por la libre, la falta de médicos y una